Realidad aumentada

Bruno Nievas

Fragmento

 

1.ª edición: mayo 2012

 

© Bruno Nievas, 2011

© Ediciones B, S. A., 2012

para el sello B de Bolsillo

Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (España)

www.edicionesb.com

ISBN EPUB:  978-84-15389-80-4

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

 

 

 

 

 

 

A mis padres, que nos dieron la vida.

A mi abuelo, que nos llenó de alegría la vida.

A mis cuñados, María y Antonio, que se unieron a nuestras vidas.

A mis sobrinos, Antonio y María, que nos dan la vida.

A mis hermanos, Chiki y Tati, que son parte de mi vida.

Y a Sonia, que es mi vida.

 

Agradecimientos

 

La historia de esta novela es curiosa: comencé a escribirla para aprender a utilizar un programa enfocado a la escritura —el Scrivener—, que encontré por casualidad en Internet. Al poco tiempo de haberlo adquirido había «vomitado» más de cien mil palabras y algo más tarde, el disco duro de mi iMac albergaba mi ópera prima, que envié a varias editoriales. Fue rechazada en todas.

Entonces conocí a Juan Gómez-Jurado (por Internet, por supuesto): nada menos que un best-seller internacional, y también una gran persona, que se ofreció a leer mi novela. Para mi sorpresa le gustó y me regaló una frase: «Realidad aumentada es un viaje salvaje a los confines de la tecnología y de la mente, narrado con el pulso de un escritor que dará mucho que hablar. No se la pierda.»

Es difícil imaginar lo que pudo suponer para mí leer eso: fue uno de esos momentos en los que te das cuenta de que tu vida, de alguna forma, ha cambiado. Pero Juan, no contento con eso, también me apoyó y me animó a retocarla, cambiar pasajes, leer libros sobre estilo, trama, personajes, etc., con el fin de mejorar no solo la novela (a la que aún le faltaba mucho) sino mi escritura en general (a la que le faltaba aún más). Le hice caso. Pero siguieron llegando las cartas de rechazo.

Juan insistió, me dijo que no desesperara, que el libro era bueno (al menos para su gusto, el cual yo empezaba a sospechar que podía estar un poco adulterado), que encontraría «su sitio». Mi familia, pareja y amigos me apoyaron igualmente, y comencé a bromear con la posibilidad de regalarla por Internet. A todos les pareció genial, y lo que empezó como una broma se convirtió en realidad: colgué la novela y en solo cuatro meses superó las 42.000 descargas... ¡y todas mis expectativas!

Cientos de webs (entre las que destaco con cariño algunas como Meristation, TerritoriMac, Abandonmac, Mackinando, Negro sobre Blanco, Ipadízate, Tu Blog de Cine, Faq-Mac, Tierra de Bardos, Moragana Huxley, Retazos de Luna, Un Pedacito de mi Alma, Libros & Letras, Libros que hay que leer, Te escribo estas cuatro letras, Actualidad Literatura, Lo que leo, El Club de la Bibliotecaria Emboscada, El Rayo Catódico, Esfera iPhone, Perdidas entre Páginas, Pensódromo 21, Filosaletra, Urielmania, Librosintinta, Dreaming in Wonderland, Blogesfera, Zona Fandom, Lecturalia, Manzana Mágica o Irondrake’s Den) y medios como la Cadena Ser, 20 Minutos, La Vanguardia, Canal Sur, La Voz de Almería, Heraldo de Soria, Que.es, Europa Press, Terra.es, Lainformacion.com, Ideal.es, ABC y muchos más se hicieron eco de la iniciativa. Así conocí a personas entrañables, como Dani González (Save the Children); Armando Rodera; Anika Lillo (Anika entre libros); Aitor Grandes y Ángel Luengo (24Symbols); Cristina Monteoliva (La Biblioteca Imaginaria); Javier Ruiz (Canal Sur); Evaristo Martínez, jefe de la sección de cultura de La Voz de Almería, periódico que me apoyó desde el principio y al que tanto le debo; y un largo etcétera imposible de enumerar.

Personas maravillosas que se entusiasmaron con la novela y con la iniciativa de colgarla gratis. Algunos me ayudaron con correcciones, como Amparo Luque y José María Jiménez de Haro. Otros, como Javier Pellicer, Óscar Retortillo y muchos más, con apuntes y sugerencias. Y hubo hasta quien me sugirió nombres para los personajes (como José Luís Sánchez, que me propuso el apellido del protagonista; o @JuMaFaS, que a través de Twitter me sugirió el de Lia). Y así, con la ayuda de los lectores se convirtió en una novela 2.0... pero de las de verdad.

También debo recordar a los muchos miles que se hicieron eco a través de Facebook o Twitter: entre ellos conocidos como Juan Ramón Lucas, Santiago Segura, Íker Jiménez, el grandísimo (y también almeriense) David Bisbal y, por supuesto, el cada día más influyente Juan Gómez-Jurado, que lidera una «revolución» en favor de lo digital en la que también se encuentra el entrañable e increíble persona —además de genial escritor—, Manel Loureiro, que tanto ha conseguido gracias a otra iniciativa literaria (y apocalíptica) que también nació en la red. A Manel además le debo muchas y muy grandes cosas...

Por desgracia es imposible nombrar a todos los seguidores de Facebook y Twitter (@BrunoNievas); pero disfruto de hablar con ellos día a día: han vivido de primera mano todo lo referente a la novela. Y me han ayudado, apoyado, consolado y alegrado en esas largas horas frente al Scrivener. Les debo muchísimo, también.

Son muchos a los que les tengo que dar gracias y me resulta desalentador comprobar que no puedo citarlos a todos. Sí debo hacer una mención a José Luís Sánchez (@jlsf) y Javier Sánchez, de qualitycenter.es, grandes amigos; a mi hermano Antonio y a Tomás Hidalgo, amigos y compañeros en padelalmeria.es, que me prestaron alojamiento cuando mi servidor se vio desbordado por las descargas. A mi hermana, Tati. A mi pareja, Sonia, por la infinita pacien

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