Universo Hawking

Rüdiger Vaas

Fragmento

cap-1

EL MUNDO DE
STEPHEN HAWKING

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Stephen Hawking, el científico contemporáneo más conocido, no ha rehuido nunca las grandes preguntas. Es, además, uno de los pocos que han contribuido a acercarse a las respuestas. De hecho, ha dado incluso con alguna que otra clave para comprender la naturaleza de una forma más profunda (como pretende representar la ilustración de la portada de este libro).

Ya a finales de los años sesenta, sus investigaciones recibieron atención en los círculos especializados, y a mediados de los setenta, causaron sensación. Desde que su libro Historia del tiempo, publicado en 1988, se convirtiera en un éxito de ventas en todo el mundo, otros muchos títulos de divulgación científica han seguido su estela hasta hoy.

Todo esto representa un mérito inconmensurable si tenemos en cuenta su trágico destino. En 1963, poco después de cumplir los veintiún años, los médicos le dijeron que solo viviría unos pocos años más. Le habían diagnosticado esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Esta terrible enfermedad mata poco a poco las células nerviosas de los músculos, lo que provoca una parálisis total. A pesar de todo, Hawking logró acabar sus estudios, doctorarse y realizar una investigación de excelencia. En 1979, cuando ya llevaba tiempo ligado a una silla de ruedas, recibió la renombrada cátedra Lucasiana de la Universidad de Cambridge, que Isaac Newton había ocupado trescientos años antes.

Por culpa de una traqueotomía, desde 1985 Hawking solo podía hacerse entender por medio de un sintetizador de voz. Lo hacía a través de movimientos voluntarios de la mejilla derecha, con los que, con gran esfuerzo, introducía letras en el programa, una a una. En el mejor de los casos, dos o tres palabras por minuto.

De este modo, Hawking encajaba a la perfección con el cliché del espíritu de un genio atrapado en un cuerpo inmóvil, que aspiraba a dinamitar los límites del conocimiento. Sus investigaciones trataban sobre los temas más abstractos, remotos y complicados: los agujeros negros, el Big Bang, los viajes en el tiempo, la teoría de la relatividad, la física cuántica y la búsqueda de una fórmula universal que explicara todas las partículas y fuerzas. ¡No es de extrañar que se convirtiera en una estrella mediática! El propio Hawking lo veía así:

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La combinación de grandeza cosmológica y grave enfermedad lo convirtió incluso en un héroe de película. Ya en 1991 se estrenaba un documental sobre sus investigaciones. En 2004 se estrenó un largometraje sobre su juventud y su tesis doctoral. Y en 2014 llegó a los cines una película por cuya interpretación de Hawking el actor Eddie Redmayne recibió un Óscar. A eso hay que añadir más películas científicas para la televisión en las que incluso llegó a participar.

Hawking también forma parte de la cultura popular: realizó cameos en las series de televisión Star Trek: La nueva generación y The Big Bang Theory, y también apareció como dibujo animado en Los Simpsons y en la serie de ciencia ficción Futurama. Su voz robótica aparece en la canción Keep Talking, de Pink Floyd, y existe incluso una figura de Lego de Hawking.

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Hawking jamás hubiera podido soñar que publicaría una autobiografía a los setentaiún años cuando le diagnosticaron ELA. Pero cada día que pasaba suponía un nuevo y sorprendente desafío a la medicina, gracias no solo a sus ganas de vivir, sino también a su sentido del humor y a una buena atención médica.

A finales de octubre de 2009 Hawking se jubiló. Estuvo treinta años en funciones, lo que nadie hubiera pensado en su toma de posesión. En cualquier caso, no se pudo hablar de retiro.

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Hawking tenía una gran familia (tres hijos y tres nietos; con su hija Lucy escribió cinco libros infantiles). Daba conferencias cuando su estado de salud se lo permitía. Participaba en programas de televisión y de radio. En 2010 aceptó una plaza de profesor invitado en el Instituto Perimeter de Física Teórica, en Canadá. Pero, sobre todo, continuó investigando y, en los últimos años antes de su muerte, acaecida el 14 de marzo de 2018, publicó numerosas y extensas aportaciones a complejas preguntas sobre la cosmología y los misteriosos agujeros negros.

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Este libro

... trata sobre la obra de Hawking y sus últimas investigaciones. En parte, incluso, sobre avances que Hawking aún no había descrito en sus populares presentaciones. Todo ello de la forma más sencilla posible y con un punto desenfadado. (Quien esté interesado en más detalles o en un ordenamiento de los avances, en el debate sobre las materias actuales de investigación u otros enfoques bien diferentes, podrá encontrarlos en las otras obras del autor de este libro, o directamente en las propias publicaciones de Hawking.)

El punto central son las conclusiones y las especulaciones científicas de Hawking, incluidos sus errores. Muchos de los trabajos no los redactó él solo. En la ciencia son imprescindibles los compañeros de armas y los colegas, y la competencia crítica también anima el negocio. En cualquier caso, a menudo las ideas creativas, la insistencia y la inteligencia son las únicas que, de forma decisiva, sacan algo adelante. La obra de Hawking es también testimonio de ello.

Las siguientes páginas tratan, en primer lugar, de la constitución y evolución de nuestro universo (a partir de El comienzo de todo en El enigma del Big Bang). El universo se expande desde hace 13.800 millones de años, lo que parece indicar que un suceso drástico tuvo lugar en el pasado (o incluso al comienzo del tiempo): el Big Bang (la Gran Explosión). La huella luminosa de ese estado de bólido sigue fluyendo a través del espacio cósmico (a partir de Expedición a lo imaginario). Como Hawking y sus compañeros han demostrado, las leyes de la naturaleza conocidas se derrumban ante la extraña singularidad del Big Bang (a partir de El límite del pasado en El enigma del Big Bang). Sin embargo, Hawking no quería dejar así el gran interrogante del inicio del mundo. En su opinión, una teoría mejor debía ser capaz de explicarlo. De hecho, encontró una vía para desvelar ese gran secreto (a partir de ¿El final de la física? en Expedición a lo imaginario). En cualquier caso, con ella se plantean cuestiones filosóficas profundas sobre el tiempo, la nada y lo infinito. Puede que la Gran Explosión fuera el origen del tiempo. O quizá esta no fuera el comienzo de todo, sino la transición de un universo extraño con un tiempo de sentido inverso, que desde nuestra perspectiva se colapsó (a partir de El puente hacia el antitiempo en Expedición a lo imaginario). La distinción entre pasado, presente y futuro tampoco es evidente, y por ello Hawking debatió la extravagante posibilidad de realizar viajes en el tiempo (a partir de ¿Es el tiempo una vía de sentido único?

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