50 herramientas de coaching nutricional para la salud y el bienestar

Yolanda Fleta
Jaime Giménez
Lara Lombarte

Fragmento

Prólogo
PRÓLOGO por Juan Revenga

¿TE ADHIERES?

Locura: hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes.

ALBERT EINSTEIN

«Hacer dieta» no funciona. Tenemos datos. No va a funcionar. Ninguna. Da igual la dieta que sea: de la piña, la disociada, la del ayuno intermitente, la cetogénica (y si la llamas keto tampoco), la de Herbalife, la de Pronokal, la de las 1.850 kcal, la de las 1.200 tampoco, la de tu endocrino, la de Naturhouse, la de Pamela Anderson, la de ese Instagramer tan cachas —que además es nutricionista—, la del índice glucémico, la de la alcachofa, la baja en grasas, o la baja en hidratos de carbono, la de aquella youtuber que desayunaba gachas de avena ecológica en bikini mientras hacía dominadas, la de tu nutricionista o la de la vecina del quinto. Da igual, insisto: «hacer dieta» para perder peso a medio o largo plazo no funciona. Es más, y en sentido contrario al efecto que habitualmente se le supone, el hecho de «hacer dieta» es un factor de riesgo para incrementar el peso.[1]

Si lo prefieres, esta aparente paradoja se puede expresar desde otra perspectiva, y contrastar que, en realidad, no hay paradoja por ningún lado: si «hacer dieta» funcionase, todo el mundo ya tendría el peso que le gustaría tener. Es decir, si tuviésemos la solución, el peso no constituiría la preocupación (casi) universal que hoy en día es.

Durante los últimos treinta años se han publicado centenares de estudios para valorar el éxito de diversas estrategias dietéticas para perder peso y mantener en el tiempo dicha pérdida, casi siempre en virtud de la distribución de macronutrientes. Además, también se han comparado unos estudios con otros con el fin de determinar qué dieta era la mejor. Hoy tenemos la respuesta: ninguna dieta es mejor que otra. Es cierto que todas consiguen (sin apenas diferencias significativas) hacer perder una cierta cantidad de peso en el corto plazo..., pero ninguna en particular consigue el éxito a largo plazo. Bien mirado es bastante lógico: ¿por qué razón el adoptar medidas puntuales —de quita y pon— iba a tener un efecto duradero?

Por cierto, ¿tienes idea de por qué se deja de «hacer dieta» o por qué se abandonan? La respuesta es muy simple: porque no gusta. Y esto es así porque se asumen actitudes y comportamientos que no son placenteros. Al contrario, el hecho de «estar a dieta» puede servir de excusa para justificar el mal carácter de alguien o para explicar un humor especialmente sombrío. Dicho de una forma más profesional, las dietas se abandonan porque no generan adherencia. Es difícil, por no decir imposible, que alguien se adhiera a algo que le resulta desagradable, a lo que le produce incomodidad o a algo que, simplemente, no le compensa considerando lo que obtiene por lo que sacrifica.

En este contexto, el coaching como estrategia en el proceso de transformación para el cambio de hábitos ayuda a averiguar qué es lo que se desea, a identificar los pros y los contras, y las dificultades que cada uno puede encontrar. En definitiva, el coaching proporciona una perspectiva racional, al tiempo que personal, para que cada uno se adhiera libremente al camino del cambio con el fin de lograr una mejora en los hábitos de vida, en este caso alimentarios. Observa la diferencia: «hábitos de vida» frente a «hacer dieta». Y que guste, claro, es decir, que compense o, dicho de una forma más seria, que haya adherencia hacia esos nuevos y mejores hábitos, que es la clave del éxito.

Y es aquí, en este momento, por el que hay que felicitarte a la hora de haber escogido esta obra de Yolanda Fleta, Jaime Giménez y Lara Lombarte . Y es que, ya seas un profesional de la salud interesado en la mejora de los hábitos de vida de tus pacientes, o un particular que ha decidido tomar el toro por lo cuernos, tienes entre tus manos un compendio de las mejores herramientas para favorecer y ayudar a la consecución del cambio. Sus autores son auténticos referentes en España del coaching nutricional y en esta obra te ofrecen cincuenta propuestas prácticas para trabajar y alcanzar ese objetivo de salud relacionado con la alimentación.

El libro funciona como una caja de herramientas, y lo primero que has de hacer, tal y como harías frente a una caja de este tipo, es echar un vistazo y analizar todas las herramientas que contiene. Con ellas al alcance de la mano podrás escoger aquella que mejor te convenga en tu caso particular o para usar en la consulta. No todas las herramientas sirven para hacer todo: son diversas las propuestas que te pueden ayudar a concretar los objetivos, a promover la motivación, a racionalizar los pensamientos, a trabajar las emociones o a aportar una adecuada educación nutricional. Solo tienes que elegir la herramienta que mejor se adecúe a ti o a la persona que precisa de tu asesoramiento, o bien ir cambiándolas para enriquecer las perspectivas de cada caso.

Es el momento de cambiar el discurso. Es hora por tanto de dejar de hablar de «hacer dieta» y empezar a hablar de «cambiar de hábitos».[2] Y es una suerte disponer de estas herramientas para ayudarnos en el proceso.

Agradecimientos
AGRADECIMIENTOS

En este libro, nos gustaría dar las gracias, primero, a tod@s nuestr@s alumn@s que han querido compartir con nosotros su trabajo, para que forme parte de este recopilatorio. Gracias a Alejandra, Cynthia, Cristina, Elvira, Flor, Itziar, Javiera, Laura, Lluís, María, M.ª del Mar, Nubia, Olga, Tania, Vanesa y Verónica.

A Ana María Vergara Gracia, por la dedicación que a puesto en el diseño de las herramientas. Y, cómo no, a todo el equipo de Nutritional Coaching, que ha aportado su ojo crítico y profesional, así como su cariño y aliento, al proceso de creación de este libro.

Además, queremos dar las gracias a tod@s nuestr@s pacientes, que día tras día confían en nosotros y en los procesos de coaching en los que trabajamos estas herramientas. Gracias a ellas y a ellos, contamos con la experiencia necesaria para seleccionar los mejores recursos para que te sientas motivad@, comprometid@, y venzas las barreras que te presentaremos a lo largo de estas páginas.

Gracias.

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