No fue buena la primera sensación producida al ver la portada de este libro, con la imagen de esa bicicleta de incómodas ruedas que producen mareo de sólo imaginártelas rodando. Su título, «Aporta o aparta», parece una oda al egoísmo en su versión imperativa, por no hablar del subtítulo «Elimina de tu vida todo lo que no te deja avanzar», otra orden directa a sumar al total de obligaciones diarias, y que para más inri, te coloca al nivel del creador del mundo; has de saber «todo» lo que se supone «que no te deja avanzar», y en caso que lo ignores, ¡oh, milagro de los milagros!, leyendo sus páginas lo averiguarás. Por si fuera poco con lo anterior, la información que nos brinda la solapa de la portada, respecto a su aparentemente joven autora, es que tras licenciarse en Psicología, ejerce en sus consultas de Barcelona, Valencia y Mallorca, y que «además posee diversos másteres». No sé si a algún tipo de lector le impresionarán este tipo de informaciones inconclusas, tan asociadas a la titulitis imperante. Similares incógnitas plantea el vacío creado con la afirmación de pasar consulta en tres ciudades distintas, dando pie a preguntarse: ¿no tiene suficientes pacientes en una ciudad tan habitada como las mencionadas? Leer lo anterior y ver que el primer capítulo se titula «Dónde, cuándo y cómo ser feliz» puede ser decisivo para que muchos lectores no quieran saber más de este texto que hasta este momento en nada se diferencia de tantos libros de autoayuda que, tras una buena campaña de marketing editorial, ensalzan al autor y lanzan al mercado augurando que entre sus páginas puede encontrarse la panacea.NO, Aporta o aparta no está entre ese tipo de libros, y la imagen anteriormente creada se desdibuja a medida que entramos en materia; la autora no promete fórmulas mágicas que nos descubran el elixir de la felicidad, y lo deja bien claro:«La idea de tener que ser feliz rompe con todos los puntos básicos de la felicidad»Nika Vázquez Segui nos habla desde la problemática realidad a la que se enfrenta a diario, explicándonos desde su experiencia (en su consulta y en los servicios de oncología y hematología), las soluciones que le han funcionado con sus pacientes, en algunos casos enfermos terminales, para afrontar determinados problemas con los que habitualmente podemos encontrarnos. Contratiempos tenemos todos, y, si ha funcionado con ellos, ¿por qué no intentar usar esos conocimientos en nuestro beneficio?«Locura es hacer una y otra vez lo mismo y esperar resultados diferentes» ~ Albert Einstein.El texto está desarrollado en 25 capítulos estructurados de manera similar, donde a cada título le asiste una máxima universal atribuida a algún egregio personaje, relacionada con el tema a tratar. Seguidamente Nika nos expone un caso real y cómo consiguió que el paciente lograra solventarlo. A continuación acompaña una pequeña leyenda o fábula, de la que sacar moraleja, y algo de teoría que explica aplicándola a ejemplos, anécdotas y curiosidades, para terminar cada capítulo con un ejercicio práctico, que es de agradecer, venga ya con ejemplos desarrollados, dando libertad al lector de resolverlos de manera particular, o tomar los mencionados como propios para conseguir entender el mensaje en su conjunto. Entre los títulos, la mayoría anuncian con claridad el tema a tratar, promoviendo con oraciones muy sugerentes, la predisposición a su lectura: «¿El dolor se acumula y la felicidad no?». Igualmente en la mayoría de las máximas mencionadas, como esta atribuida a Erich Fromm, queda patente la dirección que tomará el resto del capítulo: «Si con todo lo que tienes no eres feliz, con todo lo que te falta tampoco lo serás».Es difícil no sacar experiencias positivas de su lectura; entre otros, Nika nos ofrece trucos para bloquear los malos pensamientos y quitarnos de la cabeza esas preocupaciones que como un runrún inmisericorde se anclan rumiando en nuestra mente; nos habla de los beneficios de las crisis; del enriquecimiento que otorga el fracaso; de las ventajas que tiene una persona pesimista sobre una optimista; así como algo tan codiciado y al mismo tiempo agotador e incoherente, como pretender ser feliz a toda costa.No les quepan dudas: «Vivir en un estado continuo de felicidad sería igual de insano que anclarse en la más profunda melancolía o enfado»
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