Chef de caravana

Amanda Laporte

Fragmento

cap-1

El porqué

La vida es una suma de pequeñas historias que van desarrollándose según las dirigimos, unas veces con más éxito y otras con menos, porque no somos perfectos. Esta parte de mi vida, esta historia, nace de la necesidad que sentía de ser libre, de poder desplazarme de forma improvisada sin tener que dar explicaciones, sin tener que planear y sin tener que reservar un lugar donde comer, dormir, acampar; en definitiva, donde pasar mi tiempo libre, libre.

Supongo que los que habéis escogido este libro tenéis la misma necesidad que
yo. Salir de la ciudad y de la rutina, dejar de ver siempre el mismo paisaje, aunque sea bonito, porque necesitamos cambiar. Emociones nuevas, experiencias diferentes que nos hacen crecer y desconectar del día a día, y dejar atrás el estrés y el cemento de las urbes.

Las estrellas, los árboles y Alfred son también los responsables de que yo haya llegado hasta aquí. Uno de los momentos más especiales de estas acampadas es cuando anochece, cuando nace el silencio y reviven las estrellas. De repente, el cielo es inmenso y parece estar tan cerca que quieres fundirte con él. De día, los árboles adquieren importancia: las hojas, la resina, el olor, el grosor del tronco… y si puedes abrazarte a uno de ellos, mejor. Yo siempre lo hago en compañía de Alfred, que es la cerilla que encendió el fuego. Sin él, esta parte de la historia habría sido muy diferente y no habría sabido llegar hasta aquí.

Y en todo este maravilloso entorno, lleno de amor y de algo más de tiempo que en mi otra vida de madre trabajadora, surge la necesidad de cocinar para poder disfrutar de este momento en plenitud, junto a los míos.

Soy cocinera, desde... desde siempre. No de un gran restaurante ni de un comedor, sino de mi familia, de mis amigos y de todas las empresas que me contratan para transmitir mis ideas acerca de la cocina a través de imágenes y textos. Soy lo que se llama una «estilista de cocina». Preparo recetas para las revistas, las redes sociales, catálogos, pancartas, para la parte de detrás de los envases, programas de cocina en televisión y para libros. Libros como este, que espero que pueda ser un buen consejero para los viajes y escapadas a vuestro pequeño paraíso privado.

 

pg_10_Foto_Ninos_con_mano_en_la_frente_Organizacion_CMYK_XME5593.jpg

 

¡Organización!

Cuando llegas a un lugar donde vas a parar a comer, hay varios condicionantes que, aunque le añaden emoción al tema, no dejan de ser condicionantes. El frío, el calor, el sol, la lluvia o el viento pueden cambiar tu plan. O sea que, antes de lanzarte, considera qué puedes hacer y de qué equipo de gente dispones. Los que podéis cocinar dentro de una caravana tenéis algo más de suerte; los que cocinamos en el exterior vamos un poco más condicionados.

Las caravanas, autocaravanas y furgonetas son muy pequeñas, al menos la mía, o sea que solo puedo tener lo imprescindible y alguna cosita más.

Si todavía no tienes los utensilios necesarios, te aconsejo que vayas comprándolos poco a poco para no acumular cosas que no usarás jamás. Si vas a usar inducción, recuerda comprobar que las ollas, cazuelas y sartenes sean aptas. También es recomendable que las ollas y cazuelas tengan, en general, los fondos gruesos para que no se quemen y no se peguen los alimentos.

Los ingredientes que utilizo para cocinar y preparar las recetas, son para mí un asunto importante. La calidad del producto sí que marca la diferencia. Pasta de calidad, mantequilla sabrosa, pescado fresco, aceite de oliva virgen extra, vinagres de alta calidad y verdura y fruta de proximidad. Los huevos, mejor ecológicos y la carne y el pollo, si puede ser, también. A mí me gusta comer lo que come la gente del lugar, ir al mercado, observar sus costumbres y copiar. Así todo es más auténtico e in situ sabe delicioso.

ICONOS DEL LIBRO QUE TE AYUDARÁN EN LA ORGANIZACIÓN:

2.jpg

 

imagen

 

Los utensilios básicos

• una olla o cazuela mediana (para todo: cocer pasta, arroz y todo tipo de cereales, y cocinar guisos de carne, ave, pescado o verduras), ni muy alta, ni muy baja

• una olla pequeña (para preparar salsas, cocer huevos duros, hervir un caldo para dos o para añadir a
un guiso) también para el té, las infusiones y calentar leche

• un escurridor plegable, de esos de silicona que se doblan (lo siento, no hay espacio para más)

• una sartén (como vas a tener
solo una, es mejor que sea grandecita, de unos 22 cm de diámetro como mínimo)

• una plancha sin asa (esto es opcional, pero a mí me encanta para hacer un filete de pescado, unas rodajas de berenjena, un filete o una pechuga a la plancha. Y en esta me caben ingredientes para 4 personas)

• una cafetera, de las de la abuela, también llamada italiana u «Oroley» (en mi caso tengo dos, pequeña y grande; no siempre vienen los amigos)

• 6 platos, 6 boles y 6 vasos (melamina, metal, peltra o plástico)

• cubiertos

• dos puntillas

• un pelador

• un cuchillo mediano (para trocear verduras, carne y pescado)

• un cuchillo de sierra, para pan

• una cuchara de madera, para remover

• un rallador

• un bol grande

• una batidora eléctrica

• un colador pequeño

• una tabla de cortar

• un abrebotellas

• un abrelatas básico («el explorador», que dice mi madre)

• una lengua pequeña

• recipientes de plástico, para conservar la comida

• bolsas con cierre hermético, que siempre lavo y reutilizo

• bolsas de basura biodegradables

• jabón ecológico para vajilla

• dos bayetas/paños

• un estropajo

 

imagen

 

La despensa

En la despensa debes tener tus clásicos, pero solo 1 o 2, máximo 3 de cada, como cuando haces la maleta para coger un vuelo con Ryanair.

Una pasta normal, integral, de colores…

Un arroz o cereal (quinoa, trigo, mijo…).

Y un bote de legumbres cocidas (garbanzos, alubias o lentejas). Mejor cocidas, no hay opción, porque con el rato que tardan en cocer, acaban con la bombona de gas en unos minutitos.

También son ideales las verduras cocidas en bote: espárragos blancos, alcachofas, menestra, guisantes, judías, maíz, pimientos asados, tomate troceado o entero y patatitas.

Y latas básicas como atún en aceite, sardinillas y mejillones en escabeche. Las de calidad son un poco caras pero mucho mejores. Mira en el envase que estén conservadas en aceite de oliva y que los aderezos no lleven muchas porquerías.

La nevera, más complica

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos