FONDO DE ARMARIO DEL COCINERO
EJEMPLAR A DIETA PROTEICA
No se trata de que vuestra despensa se llene de sabores tan exóticos que parezca que os ha poseído el espíritu de Willy Fog y lo que pretendéis es dar la vuelta al mundo en ochenta días sin salir de la cocina. Tampoco se trata de que después de cada comida tengáis la sensación de haberos convertido en un dragón que arroja tanto fuego por la boca que no podréis apagarlo ni con los dos litros de agua diarios recomendados en esta dieta vertidos de golpe en vuestro esófago. No, de verdad que no hace falta cantar rancheras nada más terminar de comer, ni hacerse budista después de cenar. Simplemente es cuestión de dar sabor, que no picor, a las comidas, que sin aceites esenciales, sin sofritos tradicionales y sin grasas deliciosas, van a necesitar mucha imaginación y algunos saborizantes para haceros sentir que, si bien estáis a dieta, es una dieta sabrosa y rica.
Si todavía no sois amigos de las hierbas y las especias, es el momento de entablar con ellas una relación de amistad, comenzando por los sabores que os resulten más agradables o familiares, y si ya practicáis el arte de los aromas, es la hora de abrirse a nuevas posibilidades y sabores, que, como el espacio, son infinitos.
Salsas básicas de elaboración propia
Salsa tártara
Salsa vinagreta
Salsa mayonesa
Sofrito o salsa de tomate
Salsas básicas compradas
Salsa de soja de cualquier marca oriental, hechas solo con soja, sal y agua. Las de marcas comerciales conocidas, además de llevar caramelo, son menos ricas.
Salsa Perrins
Mostazas, cuantas más mejor: de Dijon, antigua, verde, inglesa…
En la nevera son eternas.
Especias secas
El cocinero ejemplar que siga una dieta proteica deberá hacer acopio de un amplio surtido de especias, sobre todo de aquellas que le gusten, para hacer más divertida e imaginativa su dieta. Os sugiero tener a mano las siguientes:
Comino
Canela
Orégano
Cebolla en polvo
Condimento de sabor barbacoa
Mezcla de especias de sabor italiano, oriental…
Jengibre
Eneldo
Pimentón dulce de la Vera
Curry
Pimientas variadas
Especias frescas (si no pueden ser frescas, congeladas)
Albahaca Perejil Cebollino Cilantro
PRIMEROS AUXILIOS
Aunque estos primeros auxilios aparezcan en el último lugar de la lista de productos del «fondo de armario del cocinero ejemplar a dieta proteica», en realidad son lo más importante.
Los alimentos de este apartado los tomaréis todos los días, y algunos de ellos aportan a la dieta proteínas sin nada de materia grasa, las mejores para que la dieta sea más rápida y exitosa.
Claras pasteurizadas. Me parecen tan importantes y ayudan tanto a que la dieta funcione mejor que hasta os propongo algunas marcas: Hacendado, de Mercadona, en cómodas botellitas, o Pascual en envase brick.
Queso fresco batido con un 0 % de materia grasa. El que está más rico es el de la marca Hacendado, de Mercadona. En esta dieta, si cocináis, lo usaréis todos los días como ingrediente de las recetas, y si no cocináis, también.
Cacao desgrasado sin azúcar de la marca Valor. En pequeñas dosis es ideal para calmar ese «momento chocolate» que seguramente os atacará a determinadas horas del día… o de la noche.
Jamón cocido y pechuga de pavo bajos en sal y grasa, además de palitos de cangrejo (vigilando con los ingredientes). Son indispensables para picar entre horas.
Y puestos a invertir un poco para que seguir esta dieta resulte más fácil, os recomiendo un artilugio que, como el eslogan de la película Robocop, es sin duda el arma definitiva para vencer la tentación de claudicar. Me refiero al cofre de silicona para cocinar al vapor en el microondas. Es rápido, cómodo y limpio, con resultados mucho más sabrosos que los que se consiguen con la cocción en agua de toda la vida.
Contenido
Cubierta
¡Yo sí conseguí adelgazar! con mis recetas proteicas
SALSAS BÁSICAS
Salsa básica tártara
Salsa básica vinagreta
Salsa básica mayonesa
Sofrito básico de tomate o salsa de tomate
PROTEÍNAS PURAS
Tartar de salmón
Milhojas de proteínas
Huevos rellenos de jamón al curry
Ensalada de queso y langostinos
Pastel de pechuga de pavo y queso
Merluza a la espalda
Salpicón de mejillones y palitos de mar
Hamburguesa de pavo, con cierta gracia
Revuelto de gulas y langostinos
Merluza con vinagreta templada
Salmón en papillote con salsa tártara
Atún rojo con huevos
Acedías con langostinos
Atún con langostinos a la pimienta
Morcillo cocido con huevo
Ceviche de salmón
Bonito con gulas
Pulpo aliñado
Salmón marinado con langostinos
Fiambre de carne
Revuelto de gulas y pavo
Huevos rellenos de pavo y queso
Salmón a la oriental en papillote
Pulpo con gulas al ajillo
Brocheta de langostinos y mejillones
Pastel de bonito y gambas
Rollitos de salmón con huevos rellenos
Ensalada tres delicias exprés
Hamburguesa de ternera con huevo
Rollitos de salmón ahumado
PROTEÍNAS Y VEGETALES
Pizza calzone
Pollo con tomate a la exótica o pollo al placebo
Pez espada con langostinos en papillote
Lasaña de berenjenas y jamón
Pechuga de pavo con ajetes
Calamares a la napolitana
Canelones de puerros
Salteado de pollo y verduras
Pimientos rellenos de merluza y gambas
Milhojas de bacalao
Pechuga de pollo con trigueros y berenjenas
Pisto al placebo
Envuelto de cecina y trigueros
Champiñones rellenos
Albóndigas mediterráneas
Salteado de pavo y verduras
Bocadillo al placebo
Judías verdes con pavo
Bacalao con piquillos y crema de puerros
Creps de mejillones y puerros
Ensalada para apuros
Setas con gulas
Endivias rellenas de salmón
Crema de puerros o vichy