La caja de magdalenas de Xavier Barriga

Xavier Barriga

Fragmento

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Después de publicar mi primer libro sobre cómo elaborar pan en casa, la editorial Random House Mondadori me propuso que escribiera otro libro dedicado a la preparación casera de un producto clásico de la repostería, esta vez magdalenas. Se presentaba ante mí un nuevo reto y lo acepté agradecido.

La filosofía de este libro es prácticamente la misma que la de mi libro anterior: ofrecer la información necesaria para que cualquier persona pueda elaborar pequeños placeres gastronómicos de manera fácil, sencilla y rápida, con ingredientes naturales, en la cocina de casa. Las recetas que propongo están pensadas para personas no iniciadas en el mundo de la repostería, por eso intentaremos usar solamente los utensilios imprescindibles y hornearemos todas las elaboraciones en el horno de nuestra cocina. Los más pequeños de la casa también podrán participar realizando algunos pasos sencillos que les supondrán una actividad divertida y entretenida: batir una masa, llenar unos moldes con una cuchara o esparcir piñones encima de unas magdalenas.

Repasaremos gran parte de las variantes que existen de la masa para hacer magdalenas. Las prepararemos saladas y dulces, grandes y pequeñas, unas más sencillas y otras más elaboradas, ideales para el desayuno unas, y para sorprender a nuestros invitados y amigos otras. Algunas, espero que muchas, satisfarán la necesidad de darse un merecido capricho al final de un duro día de trabajo. También prestaremos especial atención a los muffins, esa variedad de magdalenas más compactas y rellenas, y sin olvidarnos de las magdalenas sin gluten, especiales para celíacos.

Utilizaremos en todas las recetas ingredientes sencillos y fáciles de encontrar en los comercios, pero siempre de la máxima calidad posible. De ello depende en gran medida el sabor, la textura, la conservación y el valor nutritivo de nuestras magdalenas y muffins. No podemos desatender este aspecto, porque aunque nos metamos en la cocina para divertirnos y pasar un rato agradable, la alimentación sana y equilibrada es un legado que tenemos la obligación de dejar a nuestros hijos, porque forma parte de nuestra cultura.

Finalmente, desde estas líneas te animo a que te relajes y olvides las prisas. Con el delantal puesto y la camisa arremangada, prepara la balanza, el batidor, el horno y los moldes, y disponte a sentir el noble aroma del limón, la mantequilla y el azúcar caramelizado que te rodeará cuando hornees tus magdalenas e impregnará toda la casa de manera agradable e intensa.

¡Salud y suerte!

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