De mujer a mujer

Sara Brun
Cristina Rodríguez

Fragmento

cap-1

imagen

Todos nos consideramos especiales, o por lo menos deberíamos sentirnos así. Yo siempre he creído que podría hacer grandes cosas en la vida. No sé si por eso hay que entender ser una buena hija, una madre abnegada o una exitosa profesional, pero sí sé que, para mí, hacer grandes cosas pasa por mi felicidad y la felicidad de los que me rodean. Y una de esas grandes cosas es haber conseguido tener amigas leales, sinceras y a las que admiro profundamente.

Cada persona tiene sus propias prioridades vitales: los hijos, el trabajo, la entrega a una causa mayor..., o todo eso a la vez. Yo tengo AMISTAD, en mayúsculas, y por mis amistades pondría la mano en la vitrocerámica. Por eso, cuando decido hablar de mí y contar mi experiencia con la no maternidad, con el amor y el desamor, con los éxitos y los fracasos, o con el feminismo, no puedo hacerlo sola. Necesito ir de la mano de la amistad, algo que es inherente a mi vida.

No entiendo la vida sin sueños, como no la entiendo sin amigas, y, por suerte, ambas cosas me han sido dadas.

Los sueños me empujan a volar, a perseguir, a no decaer y a conseguir. A veces pienso que he ido más allá que mis propios sueños, pero en cuanto vuelvo a soñar sé que me queda mucho por tocar y sentir.

Para mí, la amistad es como la comida: no puedo vivir sin ella.

Por eso no puedo pretender hablar de mi corazón, y sobre todo de mí, sola. Tengo que estar cerca de ella, de Sara Brun, mi amiga, mi hermana, mi socia; porque hemos avanzado tan juntas, tan de la mano, que a veces incluso confundo mis vivencias con las suyas, y a ella le pasa lo mismo.

Ambas vamos a contaros quiénes somos y qué queremos, nuestras miserias y nuestras luces, el porqué de nuestras decisiones y, sobre todo, lo imprescindible que es para nosotras la amistad entre mujeres.

CRISTINA RODRíGUEZ

cap

imagen

De mujer a mujer es un libro escrito desde la sinceridad, desde el valor y, sobre todo, desde el corazón.

Cuando Teresa Petit, nuestra querida editora, nos propuso escribir un libro sobre mujeres, no teníamos una idea clara de cuál iba a ser la estructura. Hay muchos temas, muchísimos, que nos atañen como género. Y muchos más que, siendo comunes a hombres y mujeres, los unos y las otras enfocamos de manera distinta. ¿De qué queríamos hablar? Pues de todos ellos.

Este texto no pretende ser un libro de autoayuda para mujeres, aunque escribirlo sí ha supuesto una autoayuda para nosotras mismas. Cuando te pones a repasar las historias de tu vida, te das cuenta de las cosas que hiciste bien o mal, y eso te lleva a conocerte mucho mejor, a saber quién eres, qué quieres y qué no volverías a hacer. Este libro ha supuesto un análisis de nuestro camino hasta el presente, piedrita a piedrita. Tenemos la esperanza de que nuestras lectoras se vean reconocidas en nuestras vivencias y en las conclusiones que hemos extraído de ellas y de que nuestros lectores aprendan algo más sobre ese laberinto que es la mente femenina.

La mayor sorpresa al releer de principio a fin lo que habíamos escrito, y considerarlo como un todo, ha sido ver que, sin pretenderlo, De mujer a mujer empezó siendo un texto femenino y acabó siendo un libro feminista.

En la sociedad en la que vivimos, cuyas normas se escribieron hace mucho tiempo y en la que la mujer tiene derecho a lucir guapa y sexy pero no a parecer demasiado inteligente, nosotras nos hemos saltado las reglas en todos los ámbitos: hemos hecho siempre lo que nos ha dado la gana y, sobre todo, hemos creído en nuestra propia valía.

¿Ha sido fácil? Desde luego que no. Ha sido muy difícil, y ahora, al terminar de escribir, hemos tomado conciencia del alto peaje que hemos pagado, y seguimos pagando, por ello. Nos hemos enamorado muchas veces, pero sabemos que no necesitamos un hombre para que las cosas salgan bien. No es algo que aprendiéramos de repente, sino a base de muchos ensayos y errores que nos han traído hasta la situación actual, en la que sabemos exactamente lo que queremos no solo en el amor sino en todo lo demás. Porque en eso consiste la vida, en el camino y en la suma de los impedimentos, fracasos y riesgos que nos han convertido en las mujeres que somos a día de hoy.

Habrá quien pensará que no somos feministas de pura cepa porque no estamos dispuestas a renunciar ni un ápice a nuestra feminidad. Que crean lo que quieran. Como siempre, seguiremos actuando y pensando con libertad.

Hemos descubierto quiénes somos escribiendo las palabras que siguen; ojalá su lectura te lleve a intentar descubrir quién eres tú. Ojalá te diviertas, llores y decidas luchar con nosotras, porque todas somos una.

SARA BRUN

 

SARA: ¿Estás preparada, cuquita?

CRISTINA: Sí. Siento cierto miedo a descubrirme tanto, pero si este libro no fuera tan de verdad y de corazón, no tendría sentido.

SARA: Yo también. Espero que mis palabras no hagan daño a nadie, pero lo que contamos es lo que somos, y somos las únicas con derecho a decidir qué hacer con nuestras historias.

CRISTINA: Eso es. Empecemos.

cap

imagen

cap

imagen

NUNCA QUISE SER MADRE

—¿Y tú para cuándo? —me preguntó una amiga de mi madre sin ninguna intención de ofender.

Yo llevaba ya tres años casada, así que lo acepté sin ningún tipo de resquemor. Pensé que era normal que las mujeres de esa edad preguntaran ese tipo de cosas. Antes el tiempo era otro y las circunstancias también.

—Yo no quiero ser madre —contesté.

—No sabes lo que dices, eres muy joven todavía. Ya cambiarás de opinión.

No contesté por respeto, pero que esa señora afirmara que a mis veintiocho años no sabía lo que estaba diciendo, cuando yo consideraba que desde los diez había tomado mis propias decisiones y las había llevado a cabo —y sigo haciéndolo—, me sentó mal.

No era la primera vez —y no sería la última— que me enfrentaba a esa pregunta. Antes de casarme, con veinticuatro años, mi entonces futuro marido, con mucho más derecho que cualquier persona ajena a nuestro matrimonio, sugirió que en un tiempo prudencial habría que ponerse a pensar en tener descendencia.

—No quiero ser madre —le dije.

—Ya cambiarás de opinión —respondió.

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos