¡Chicas al poder!

Mayim Bialik

Fragmento

cap-1

 

• INTRODUCCIÓN •

Ser un humano parece muy fácil. Al fin y al cabo, solo estamos compuestos por seis cosas: oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, calcio y fósforo. Esos seis elementos conforman todo lo que somos: las células, los órganos de nuestro cuerpo y nuestro increíble cerebro que piensa, calcula y siente un montón de cosas. ¡Solo con seis elementos se puede hacer todo eso! Parece muy sencillo, ¿no?

Pues no lo es. La mayor parte del tiempo, ser un humano no es nada fácil. Estamos hechos solo de seis cosas, sí, pero muchas veces parece como si tuviéramos que lidiar con seis mil. Y cuando las chicas nos empezamos a convertir en mujeres, y nuestro cuerpo, nuestro cerebro y nuestras emociones pasan por todos esos cambios, es como si nos estuvieran pidiendo que nos ocupáramos de seis millones. ¿Cómo puede ser que un cuerpo formado solo por seis elementos lleve una vida tan increíblemente complicada?

Cuando no era más que una adolescente, tuve la oportunidad de hacer un viaje vital muy interesante y creo que eso me convierte en la persona adecuada para hablar de las partes complicadas de estar vivo y, en concreto, de las de la vida como mujer. Yo empecé a actuar en televisión a los once años y tuve un éxito inesperado e increíblemente emocionante cuando era una niña y una adolescente. Tuve mi propia serie, que se llamaba Blossom, desde los catorce hasta los diecinueve años. Iba de una niña (mi personaje) que se criaba con sus dos hermanos y su padre divorciado. Como actriz, tuve que representar algunas de las cosas más memorables y complicadas que les ocurren a las adolescentes delante de prácticamente todo Estados Unidos (y también de la gente de muchos otros países donde se emitió la serie). Experimenté en la serie cosas como el primer beso, la primera vez que tienes que comprar tampones, el problema de resistirse a la presión de los amigos en cuanto a la bebida o las drogas, o el proceso de forjar amistades importantes, mientras pasaba por esas mismas situaciones también en la vida real (he aquí un detalle que, por vergonzoso que sea, es cierto: mi primer beso lo di en la pantalla de la televisión).

Abandoné mi carrera como actriz cuando tenía diecinueve años para poder ir a la universidad y sacarme el título de Neurociencia, que es la ciencia que se dedica a estudiar el cerebro y el sistema nervioso. Después de eso estudié durante otros siete años para sacarme un doctorado en Neurociencia. ¡Y eso es mucho estudiar! Tuve un bebé mientras estaba estudiando el posgrado y otro después de sacarme el doctorado. Esa época fue una verdadera locura. Ser madre y estudiante significa combinar constantemente las tareas de dar de mamar y cambiarle el pañal a un niño como un millón de veces al día, con ir a clase, estudiar para los exámenes y redactar una tesis (que es básicamente como un libro de trescientas páginas) y, además, todo ello durmiendo poco.

Mientras criaba a mis hijos, enseñaba ciencias a chicos de entre nueve y diecisiete años. Después volví a actuar y con el tiempo acabé teniendo un papel fijo como la neurobióloga Amy Farrah Fowler de la serie The Big Bang Theory. Así que, además de ser científica en la vida real, interpretaba a una en la televisión. Eso sí que es el arte como imitación de la vida.

Seguramente ahora te estarás preguntando: «¿Qué tienen que ver ser una actriz infantil, sacarse un doctorado, tener dos hijos y actuar en la serie cómica más popular de Estados Unidos con comprender los especiales desafíos que implica ser mujer?».

Pues resulta que el hecho de ser un personaje famoso cuando era una niña me hizo pensar mucho en la forma en que la gente ve a las mujeres y en lo que se espera de nosotras; es muy diferente de como es ser un chico. De mí la gente esperaba que tuviera una cierta imagen y que actuara de una forma concreta, y todo ello mientras iba pasando de niña a mujer ante los ojos de todos. Suponía mucha presión y me hizo darme cuenta de lo diferente que es el mundo para las mujeres en comparación con los hombres.

Nunca pensé que pudiera estudiar ciencias, porque creía que las ciencias y las matemáticas eran para los chicos. Hizo falta que conociera a una profesora particular muy especial, cuando tenía quince años, para encontrar la confianza que necesitaba para convertirme en científica. Pero todavía la mayoría de los científicos son hombres, así que no fue nada fácil. Y salir con chicos, casarme y tener hijos siendo científica al mismo tiempo fue algo superdifícil, porque hacer todo eso en cualquier campo exige mucho tiempo, energía y capacidad intelectual, pero hacerlo en un campo en el que no se acepta fácilmente a las mujeres supone problemas adicionales. Hay que encontrar un equilibrio entre muchas cosas diferentes.

Tengo la sensación de que ser actriz adulta en un mundo con tanta tecnología se parece mucho a ser un joven hoy en día. Yo soy adulta, pero muchos aspectos de mi vida personal aparecen en las redes sociales, es muy importante saber qué dice la gente sobre mí y hay mucha presión para que tenga una cierta imagen, sobre todo porque soy mujer. Y no hace falta ser famosa para saber cómo es eso.

Al compartir aquí mi historia y mis opiniones sobre lo que es ser mujer, lo que espero es que te sirvan como una especie de mapa que puedas seguir para llegar a ser tú misma. Hace mucho que creo que ser mujer en los tiempos que corren es mucho más complicado que en ninguna otra época de la historia, así que ojalá algunas de mis experiencias te sirvan de ayuda. Soy una chica que no siempre ha encajado; soy la chica a la que le encantaba la ciencia, pero no sabía cómo hacerla parte de su vida; soy una persona creativa a la que le gustan las actividades artísticas, pero también tengo una perspectiva científica de la vida; y soy una mujer independiente que adora ser madre. Me he pasado gran parte de mi vida desafiándome a ser más y hacer más de lo que creía que podía ser o hacer, y eso ha dado como resultado una vida intensa y a veces llena de retos, pero también una vida de la que estoy muy orgullosa. Quiero compartir contigo mi pasión por convertirme en la mejor mujer que pueda ser y demostrarte que las decisiones que tomes se quedarán contigo para siempre y para bien. Puedes ser fuerte, inteligente y espectacular, y espero poder mostrarte cómo en este libro.

He leído muchos libros en mi vida. Algunos hablaban de la ciencia del cuerpo y del cerebro. Otros, de las cosas difíciles que tiene ser mujer. Y otros, de las formas asombrosas en que podemos cambiar el mundo. Quiero que este libro contenga todas esas cosas y en él voy a hablarte de cómo comprender tu cuerpo, cómo disfrutar de ser mujer y cómo convertirte en una chica que toma sus propias decisiones, que tiene confianza en sí misma y que está preparada para tomar las riendas del mundo.

¡A por ello! ¡Las chicas al poder!

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