PREMISA
De joven leía mucho. Y leí en su momento Un mundo feliz (1932) de Aldous Huxley. Era una distopía, o sea una contrautopía, proyectada en el año 2540 de nuestra era.
De entrada el libro me resultó muy estimulante, pero por divertido, por las cosas que inventaba. En aquellas páginas la reproducción humana se vuelve totalmente extrauterina y los seres humanos se dividen en castas.
La casta Alfa está constituida por los individuos que ocupan las posiciones de mando y la casta Beta por los individuos que realizan tareas administrativas. Luego están las tres castas inferiores (Gamma, Delta y Épsilon), en orden decreciente de capacidades cognitivas. Para combatir cualquier eventual infelicidad h