Dar voz al niño

Yvonne Laborda

Fragmento

cap-1

Unas palabras de bienvenida

 

 

No es casual que tengas este libro en tus manos. Siempre he pensado que las personas, los libros y las experiencias nos llegan y aparecen en nuestra vida en el momento oportuno: cuando estamos preparados para recibirlos.

Quizá tengas curiosidad por saber en qué consiste la crianza consciente. Puede que ya practiques la crianza respetuosa, de apego o natural y creas que necesitas renovar y profundizar tu mirada hacia los niños y sus vivencias internas. O tal vez sientas que la relación con tus hijos no es como te gustaría que fuese, notas que algo necesita revisión y es el momento de empezar a hacer cambios. Siéntete bienvenida/o independientemente de la razón que te ha traído hasta aquí. El lugar donde cada uno de nosotros está ahora es perfecto y legítimo.

Concibo la crianza como un largo camino por el que vamos avanzando día a día, tenemos claro dónde queremos llegar, pero no es un trayecto en línea recta. No importa en qué tramo nos encontremos ahora, lo verdaderamente esencial es que tomemos la dirección correcta y que seamos conscientes de que en este momento solo podemos (y debemos) seguir avanzando. Deseo que la lectura de Dar voz al niño sea una gran zancada en esta andadura, que te mueva emocionalmente y te inspire para conocerte un poco más, para explorarte, para transformarte e incluso para sanarte dando lo que quizá nunca has tenido.

Como ves, el propósito de este libro es muy ambicioso, pretendo que ahorremos tiempo a la hora de recorrer el camino necesario para poder llegar a ser el padre o la madre que nuestros hijos necesitan. No se trata de hacerlo mejor ni peor que nuestros padres o nuestros abuelos. Simplemente propongo llevarlo a cabo teniendo en cuenta la verdadera realidad infantil, la verdadera naturaleza humana.

La crianza consciente consiste en acercarnos al verdadero diseño original del niño respetando, validando y complaciendo en la medida de lo posible sus necesidades y ritmos. Mirar y sentir a los niños desde este lugar neutral y empático quizá no nos sea fácil, ya que muy pocos hemos sido tratados de esta forma y resulta muy difícil dar lo que no se ha tenido. La infancia es la etapa más corta en la vida de un ser humano; no obstante, esos años nos marcarán, guiarán y dejarán huella para el resto de nuestra existencia, aunque no seamos conscientes de ello. Es durante la infancia cuando más vulnerables somos y más cuidado y amor precisamos para sobrevivir. Contando con esta información, hoy podemos romper muchas cadenas transgeneracionales y cambiar el final de muchas historias.

Necesito poner de manifiesto que, en ocasiones, lo imposible es posible; que muchas experiencias ordinarias son simplemente extraordinarias. Yo soy una madre que de niña, adolescente y joven adulta tuvo que luchar contra un destino trágico. Tras superar y elaborar todo ese sufrimiento, logré cambiar el curso de mi propia historia poniendo mi experiencia profesional y personal al servicio de los demás, en particular al de mis tres hijos y mi pareja. Poder llegar a dar a Ainara, Urtzi y Naikari lo que yo nunca tuve me sanó y, por ello, prometí compartirlo.

Sin duda, para mejorar la humanidad tenemos que empezar por casa, por los nuestros, por revisar cómo nos relacionamos los unos con los otros en nuestros ámbitos más reducidos. Especialmente, debemos observar cómo nos relacionamos con los niños, cómo los estamos criando y educando. Si cada adulto que trata con niños pequeños o adolescentes tuviera el propósito de conseguir relaciones más amorosas y pacíficas permitiéndoles y ayudándoles a llegar a ser quienes han venido a ser —liberándoles de nuestros juicios, críticas, expectativas y necesidad de controlarlos—, estoy convencida de que en tan solo una generación veríamos grandes progresos.

El cambio colectivo y social siempre comienza con el cambio individual. En este sentido, el libro que tienes en tus manos es provocador, ya que propone explorar muchas de nuestras reacciones emocionales automáticas, romper viejas creencias y viejos patrones de comportamiento. En definitiva, se trata de salir de nuestra zona de confort, de sentirnos muy incómodos en ocasiones y muy probablemente con unas ganas tremendas de empezar a hacer las cosas de otra forma.

Me gustaría pedirte que mientras leas los capítulos de este libro seas muy consciente de qué te pasa a ti, qué piensas y qué sientes tú cada vez que algo te resulte nuevo o diferente. Fíjate en si lo aceptas como verdad, si lo cuestionas, lo juzgas, lo criticas, lo niegas, conectas o si te inspira. Para poder cambiar ciertas actitudes, deberemos primero tomar conciencia de las creencias que las alimentan, cuestionarlas y reconocer nuestras propias vivencias infantiles. Necesitamos dar más voz a los niños que fuimos para poder también conectar y oír la voz de los niños de nuestra vida. Tras ello, estaremos libres para empezar a sentir y, finalmente, poder transformarnos gracias al cambio de mentalidad. Te invito a subrayar, marcar con colores, dibujar… las ideas que te remueven, que te crean resistencia, las que te apasionan. Es fundamental que hagas tuyo el libro y pases cada palabra por tu registro interno, tu sistema de pensamiento, para que tengan sentido para ti.

No es tarea fácil criar a nuestros hijos en la crianza consciente, ya que probablemente muchos de nosotros no recibimos ese trato, ni esa mirada, ni esa atención ni mucho menos esa presencia de nuestra propia madre. Seguramente, en ese camino encontraremos cuestas, pero también descensos, y en ocasiones nos sentiremos muy solas o muy solos. Por ello, Dar voz al niño está preparado para usarse a modo de consulta en momentos difíciles. Si sientes que vuelves a patrones antiguos, pierdes el control… no dudes en releer capítulos para empoderarte y reconectarte de nuevo. Seguramente, ante una situación de conflicto o desafiante, comprobarás que intelectualizar y leer no es suficiente (ya he comentado que es necesario bajar todo lo intelectualizado —cada palabra, cada frase, cada idea— al sentir). El libro cuenta con varios ejercicios prácticos con el fin de inspirarte y acercar la crianza consciente a tu día a día. Cortar la cadena requiere de trabajo personal, confrontación con nuestro pasado y una gran responsabilidad. Se necesita tiempo y práctica, pero con amor todo se puede.

Mi gran esperanza es que, poco a poco, en esta generación y la próxima, muchos tomemos conciencia de que un cambio de paradigma en la crianza actual no solamente es posible, sino urgente. Hacer las cosas desde otro lugar es posible. Solo necesitas tomar una decisión consciente ahora mismo y responsabilizarte. ¿Quieres llegar a ser la madre o el padre que tus hijos necesitan que seas? Yo sí, hace años decidí anteponer la relación con mis hijos y mi pareja a todo lo demás; me comprometí con que la paz, la armonía y el amor reinaran en mi vida y en mi hogar la mayor parte del tiempo. Por este motivo escribo todo lo que necesito seguir practicando, aprendiendo y recordando. Mi mayor deseo y propósito es que al leerlo también te ayude y te inspire a ti.

Gracias por estar aquí.

YVONNE LABORDA

cap-2

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos