En forma durante y después del embarazo

Martin Giacchetta
Romina Belluscio

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Romina y yo te damos la bienvenida

¡a una nueva y mejor manera de vivir tu embarazo!

Antes de que empieces a leer este libro, me gustaría contarte cómo y por qué surgió la idea de hacerlo. Entre los compromisos laborales era difícil encontrar huecos para poder entrenar, pero lo cierto es que Romina y yo no dejábamos que pasara una semana sin que nos viéramos para realizar al menos una clase de entrenamiento personal. Su rutina era simple: ejercicios aeróbicos para controlar el peso y de musculación para mantenerse tonificada. No era la dureza del entrenamiento la que arrojaba sus frutos, sino la continuidad con la que los realizaba, que hacía que Romina mantuviese una figura que rozaba la perfección.

Un día caluroso en la ciudad de Madrid recibí una llamada de Romina en el teléfono móvil. Me comentaba que tendríamos que suspender los entrenamientos durante alguna temporada. El motivo no podía ser más feliz, ¡Romina estaba embarazada de cinco semanas! Su voz transmitía y contagiaba una alegría desbordante. Por suerte para ella, para su bebé y para mí, entendió rápidamente que los entrenamientos no debían suspenderse, solo teníamos que adaptarlos a esa nueva y hermosa etapa de su vida.

Los meses transcurrían con la misma velocidad con que aumentaba el volumen de su barriga. Todo estaba bajo control, el ejercicio la ayudaba a estar sana, linda y con una figura envidiable. Durante el transcurso del sexto mes se hacía cada vez más difícil entrenarse, pero aun así, y por el solo hecho de sentirse mejor al terminar los ejercicios, Romina seguía llevando a cabo sus deberes. Un martes llamé al interfono de su casa y la escuché decir, con el buen humor que la caracteriza: «¡Otra vez tú! ¡No sabes qué manía estoy empezando a tenerte!». Y al abrir la puerta, tras los dos besos habituales, volvió a decirme, con una palmada en la espalda: «Créeme que se podría escribir un libro con el esfuerzo que hago para salir a verte. —Y entre risas, continuó a modo de broma—: A ti que tanto te gusta escribir libros, ¿por qué no escribes uno? Ya tienes la historia». Fue así como, de una manera simple y medio en broma, una idea empezó a rondar por mi cabeza, la maravillosa idea de escribir estas páginas para ti y tu bebé.

Debo confesar que al empezar a escribir me pregunté, en más de una oportunidad, si llegaría a tener la sensibilidad necesaria para tratar un tema tan bonito y mágico como este. Mis dudas no tenían que ver con la falta de información o conocimiento de la materia, ya que no solo manejaba la que Romina me trasladaba sobre su experiencia actual, sino la de mis antiguas y nuevas alumnas. Durante más de diecisiete años no han dejado de darme valiosas aportaciones al respecto. Mis dudas llegaban por el hecho de no poder embarazarme y, en consecuencia, no poder transmitir o contar mi propia experiencia, como sí había podido hacer en otras obras. Inmediatamente me di cuenta de que no iba a llegar al grado de sensibilidad de una mujer, pero también era cierto que podía aportar mucha información a todas las mujeres que desean ser madres, a las que están actualmente embarazadas y a las ya grandiosas mamás.

Gracias a mis conocimientos sobre las actividades físicas y a mi experiencia en entrenamientos personales aplicados a mujeres embarazadas y a las recientemente mamás, surgió en mí la necesidad de afrontar la escritura de un libro de semejante importancia. Pedí en el acto ayuda a Celeste, mi pareja, que, por suerte para mí, también se dedica desde hace mucho tiempo al apasionante mundo de la actividad física. Ella podía complementar esta obra con sus conocimientos técnicos y, sin lugar a dudas, enriquecería mucho más estos textos ofreciendo la perspectiva, o, mejor dicho, el profundo sentimiento de mujer.

Entre investigaciones y relatos, la vida nos dio una maravillosa noticia: Celeste iba a ser mamá, unos meses después, de nuestro primer bebé, lo que hizo que tanto para ella como para mí este libro cobrara un sentido mucho mayor y más profundo. No estoy embarazado, pero os aseguro que ahora no soy el mismo o, mejor dicho, no escribo con la misma visión con que empecé el libro. Tener la posibilidad de convivir con una mujer embarazada y con una barriguita que evoluciona cada día hace que viva de manera mucho más apasionada esta hermosa experiencia de ser papá y de escribir sobre el tema.

Es realmente bonito y gratificante descubrir y vivir todos los días aquello que esconde el vientre de una mujer. Un nuevo mundo de sensaciones y cambios que se acentúan aún más en las primerizas. De manera inexplicable para un hombre (¡ojo, no es machismo, es un intento de hacerles saber lo brutos que somos!), a veces las mujeres sienten miedos, se quejan de las náuseas y se preguntan, cuando ya no las tienen, si habrá pasado algo malo. La mujer se vuelve susceptible, aparecen y desaparecen diversos dolores y, síntoma clásico, la necesidad de comer algún alimento en particular se vuelve un capricho. Esas benditas 40 semanas no dejan de ser una época de cierta inestabilidad que también se caracteriza por grandes, lindos e increíbles descubrimientos.

Sin duda, es todo un aprendizaje desde el punto de vista de la paternidad y de la convivencia, aunque no tanto desde el profesional. En este aspecto, me resulta mucho más fácil y natural hablar sobre las necesidades de una mujer, ya que sé muy bien qué les pasa y preocupa sobre su cuerpo y la cuestión estética durante esta época tan feliz. Grasa corporal y retención de líquidos en la zona abdominal y en las piernas en general. Esas suelen ser las preocupaciones más comunes. Para combatir cualquier inquietud siempre recomendaré, entre otros aspectos importantes, hacer ejercicio. No hace falta realizar grandes esfuerzos. Por experiencia sé que con solo caminar y hacer algunos ejercicios durante unos pocos minutos todos los días, no solo estarás estupenda durante las 40 dulces semanas, sino que además te recuperarás con facilidad físicamente poco tiempo después de dar a luz.

Incluso a aquellas mujeres que nunca hicieron deporte, el embarazo no debe impedirles que puedan empezar.

Romina y yo te damos la bienvenida a nuestras páginas y ¡a una nueva y mejor manera de vivir tu embarazo!

Las próximas páginas te ayudarán a conseguir estar en forma durante el embarazo y después de dar a luz a tu anhelado bebé.

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