El gran golpe

Joan Maria Thomàs

Fragmento

Índice

Índice

El gran golpe

Introducción

1. Falange durante los primeros meses de la Guerra Civil española. El mando de Manuel Hedilla

2. El intento de destitución de Hedilla por otros mandos falangistas

3. La reacción de Hedilla: los sucesos de Salamanca de la noche del 16 al 17 de abril de 1937

4. El IV y último Consejo Nacional de Falange Española de las JONS y la promulgación del decreto de...

5. Hedilla en la nueva Falange unificada: su negativa a aceptar el cargo y su detención...

6. La represión de la disidencia falangista

7. Hedilla: cárcel y confinamiento (1937-1946)

8. Hedilla: entre la exigencia de reparación y el propio mito (1947-1970)

Fuentes y bibliografía

Imágenes

Notas

Biografía

Créditos

Introducción

Introducción

Es necesario convencer al grupo Pilar-Agustín-Dionisio-Fernando-Miguel y José de que no hay mas remedio que colaborar con Franco, que con esa actitud no conseguiran nada. A mí me ponen en una dificil situación, detendran a la mayoria de los jefes provinciales-miembros del consejo de la junta politica de F.E. quiza muchos camaradas sean baja en la organizacion. El espiritu de la jubentud baje, si tenemos la suerte de que vuelva Jose Antonio nadie le discutira pues todos reconocemos que ha sido el genio y nervio de un estilo y de una manera de ser, ha sido el profeta y creador. Debemos colaborar con toda lealtad y fidelidad en estos momentos dificiles de la guerra y de España. 1.º para ganar la guerra 2.º para lebantar el animo, elevar el espiritu de la retaguardia y 3.º para ganar la paz una vez terminada la guerra. Nadie mejor que nosotros para interpretar el programa de F.E. que es el del Estado, conservar nuestro estilo y manera de ser y inculcarlo a todos los Españoles, pues al mismo Franco le habeis oido que sera nuestro programa, nuestras consignas (nuestra bandera y nuestro himno) para el Estado y (para la vida interna de la organizacion).

No comprendo la actitud de estos camaradas, no se lo que quieren, es necesario a toda costa que se incorpore este grupo y todos seamos unos, espiritual y doctrinalmente, y olvidemos todas nuestras rencillas para hacer la España Una, Grande y Libre que todos los Españoles queremos. El Nuevo Estado no puede ni debe nacer entre odios y persecuciones, pues tendra siempre un nucleo enfrente que se sometera por el terror, pero es necesario que todos nos sometamos por convencimiento, y conquistemos a los demas por cariño y amor y sobre todo con el perdón y una justicia social para todos los Españoles.

Como solo hay nombrada media junta politica en la mitad que falta podrian entrar Sancho Davila, Dionisio Ridruejo y Roberto Reyes. Seria muy conveniente que despues de convencer a P. y D. tuviera una conversacion con Dario Gazapo, Lopez Bassas [sic, por Bassa] y Gonzalez Bueno para explicar el motivo de mi conducta en estos momentos.1

Seguramente a todo aquel profano en «falangeología» —es decir, en el estudio de las dos Falanges, la de José Antonio y la de Franco—, el texto anterior no le diga mucho. Es el texto manuscrito —que presento en su versión original, con sus faltas de ortografía— de una nota que Hedilla intentó pasar a sus camaradas dentro del cesto de comida que sus familiares le llevaban cada día a la cárcel de Salamanca. Sin embargo, resulta importante a la hora de comprender uno de los temas más recurrentes, comentados, discutidos y debatidos durante decenios por falangistas, estudiosos del falangismo e interesados en la historia de la Guerra Civil o del franquismo en general: el de la llamada «unificación» y la actitud adoptada ante ella por Falange (Falange Española de las JONS) y su flamante y recién estrenado «segundo jefe nacional» Manuel Hedilla Larrey.

Este libro trata, pues, destacadamente del caso Hedilla; de lo que le ocurrió a Manuel Hedilla Larrey al negarse a ocupar el cargo de vocal del recién designado por Franco Secretariado Político del nuevo partido resultante de la unión de FE de las JONS y la Comunión Tradicionalista, llamado Falange Española Tradicionalista y de las JONS; de los dos consejos de guerra a los que fue sometido y en los que resultó condenado doblemente a muerte; de sus cuatro años de reclusión en la prisión de Las Palmas de Gran Canaria; de los cinco de confinamiento en Palma de Mallorca; de su trayectoria posterior hasta su fallecimiento en 1970, incluida la lucha frustrada por obtener una reparación de Franco y el tardío reingreso en la política de la mano de un pequeño grupo joseantoniano disidente de la Falange oficial; y, por último, de su nuevo, aunque limitado, protagonismo público de los años 1968-1970.

Por supuesto, en el libro se dedica una considerable atención no sólo al personaje citado, sino a lo que sucedió en realidad en los días trágicos de los «sucesos de Salamanca». Se interroga exhaustivamente sobre cuestiones como la lucha a tiros y bombas de mano que en Salamanca y en la madrugada del 17 de abril de 1937 enfrentó a dos facciones falangistas con el resultado de dos muertos, siendo uno de ellos un conocido escuadrista, José María Alonso Goya —hedillista—, y el otro un escolta de Sancho Dávila, que era a su vez uno de los principales oponentes de Hedilla. Se interroga también sobre las dos facciones falangistas enfrentadas y sus razones en los meses anteriores al decreto de unificación, así como sobre las circunstancias de la elección de Hedilla como jefe nacional y sucesor de José Antonio. Y, destacadamente, sobre las acciones de resistencia a la unificación que un sector de FE de las JONS puso en práctica o planeó antes o tras la promulgación de aquélla. Asimismo se estudian los tres sumarios principales en los que la justicia militar trató dicha resistencia.

Este libro pretende ser una contribución a la historia de FE de las JONS y como tal cuestiona exhaustivamente las versiones procedentes de la falangística, en especial las de García Venero-Hedilla, Alcázar de Velasco y otros. El formato de la obra, con un extenso aparato de notas, se ha acabado pareciendo al que la editorial Ruedo Ibérico diseñó originalmente para su edición del libro de García Venero en París, que iba a incluir notas a pie de página críticas redactadas por el gran hispanista Herbert R. Southworth y que al final no se incluyeron, apareciendo dos libros diferenciados. Constituya, pues, mi homenaje a South worth.

La investigación se ha llevado a cabo mediante los métodos

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