Memoria de Euskadi

María Antonia Iglesias

Fragmento

 toc.xhtml
Índice

Portadilla

Índice

Dedicatoria

Un prólogo subjetivo para una sinfonía coral de testimonios de primera importancia, por Javier Elzo

El pluralismo vasco, por Daniel Innerarity

Introducción

I. José Félix Azurmendi. Un periodista que hace historia

Euskadi: algo hemos hecho mal

ETA-PNV: un enfrentamiento a lo largo del tiempo

Entrar en ETA, dirigir ‘Egin’

Carrero y la cafetería Rolando. Comienza el debate en ETA. Por qué algunos creímos en la ética del terror

Un independentista de izquierdas que no ha mitificado la Transición

Un tiempo en el que pasaba algo todos los días

Leyenda y verdad de Txiberta. Por qué Arzalluz lo ha contado mal

Cuando al PNV le tienta la violencia. Lo que contaba Retolaza

El PNV, tan de derechas como la Iglesia vasca

Mi entrada en la dirección de ‘Egin’. Por qué ellos supieron enseguida que no les servía

Hipercor: «… A la bomba que no se pone no le pasa esto»

El proyecto que ETA tenía para ‘Egin’

Tiempos convulsos. Por qué aquel ‘Egin’ no podía aplaudir ni podía condenar a ETA

Mi distancia de la inmoralidad de ETA

Sentir la disidencia, sentir miedo

Las claves de ETApm contra el PNV. Quién era Mario Onaindia

Explicar ETA y su disidencia. De Yoyes a Patxi Zabaleta

Los presos. Si un día Pakito saliera a la calle

Aralar: un cobijo para la disidencia

Las cosas que pasan en ‘Gara’ no pasan por casualidad

Los presos, la gran esperanza del final del dolor

Hacia un tiempo terrible donde todo se va a acelerar

De por qué el atentado de Ondarroa. La guerra antigua contra la Ertzaintza

Otegi, un líder necesario. Batasuna, el peligro de un callejón sin salida

Hacia un nuevo movimiento independentista

De la crisis de fondo del PNV. Del derrumbe del prestigio de los dirigentes de ETA

II. Teo Uriarte. De aquella ETA de 1968 a la libertad perseguida

Andaluz, de colegio de frailes y miembro de ETA

«Si no eres nacionalista, te fusilaremos»

Mario Onaindia: un seminarista radical y euskaldun. El peso de la religión

Escondido con Juan Mari Uriarte. Las razones de la distancia con Setién

Por qué fue mediador el obispo Uriarte

Cómo era la militancia de un liberado de ETA: cuando matamos a Melitón Manzanas

Por qué ETA no consiguió romper la dictadura (una confidencia de Gabriel Cisneros)

Aquellas detenciones, aquellas torturas, aquella cara de Mario Onaindia… una lombarda morada y redonda. (De lo útil que puede resultar para la Organización que detengan a quinientas personas)

Bandrés: «Si matan, os matan a todos». La compasión por un condenado a muerte que había perdido su cuchara

La cabeza visible de ETA y las extrañas condiciones que impuso Rosón. Aquel documento que nos llevó a la democracia

Salida de la cárcel y despedida de un guardia civil: «Si me dejaran, ahora os mataba a tiros aquí en la cuneta»

Olvidarse de las pistolas, una idea que yo defiendo y que Mario Onaindia no comparte

El nacionalismo de Euskadiko Ezkerra: aquel debate en los franciscanos de Irala (el fondo de la pelea entre Letamendia y Arzalluz)

De quién es Patxo Unzueta y de su lucha por abandonar la lucha armada

Rosón y Mario Onaindia: conversaciones sin red. Mis «misiones pedagógicas» con aquellos polimilis del otro lado de la frontera

«¿Os vais a jugar treinta años de cárcel para que el PNV viva como Dios?». (Lo que ellos contaban que les decía Arzalluz)

Negociar: el mayor honor que se puede dar a un tiñoso que no se ha cambiado la camiseta en quince días

Por qué lo pasé peor en la negociación de Otegi que cuando me condenaron a muerte

Cuando Mario Onaindia se fue. (De cómo nosotros comenzamos el desastre del derecho a la autodeterminación)

De cómo el error político de la manipulación del GAL fue redimido por la sangre de los concejales del PP

Confieso que no fui solidario cuando empezaron a ir a por los concejales del PP

«Vendemos la casa y nos vamos. Esto es irrespirable». Llorando por Buesa con Mayor Oreja

Somos aquellos que ya no íbamos a esperar nada de la política. (Cuando era heroicidad llegar a casa)

A María San Gil la vi cantar ‘La Internacional’ en el entierro de Pagaza

«De frente no se puede ir» (pero de costado nos estaban matando). De cómo se paran los pies al PNV

De por qué nunca he sido antinacionalista y de cuando fui a decirle al PP que lo estaban haciendo mal

III. Marcelino Oreja. Aquella derecha vasca masacrada y perdida

Mi padre, un vasco de cuerpo entero

Historia de dos lealtades

Aquellos discursos tremendos con Aguirre

Por qué mi madre no me inculcó el odio contra aquellos pistoletazos de UGT

«Que baje el amo»

Aquellos dos carlistas de Azpeitia que me metieron en la política vasca

Un tal Oreja. «No voy a levantar el brazo ni me voy a poner una camisa azul»

Suárez me mandó a Guipúzcoa porque allí no teníamos a nadie

Delegado del Gobierno cuando el objetivo de ETA eran los militares y la UCD. Baglietto y Martínez Navarro, aquellos dos carlistas

Fui a dar el pésame a la familia de Etxabe. Aquella niebla en Kanpazar

Cuando ETA se ensañaba con nosotros y la extrema derecha nos amenazaba

Nunca tuve información sobre esa extrema derecha

Los temas vascos no se trataban en el Consejo de Ministros

Por qué Adolfo Suárez nunca se sintió condicionado pero acabó dimitiendo

Una esperanza que acaba siendo un grupo de pistoleros

Una bandera española muy alta… y un miedo inmenso

Una región española. Por qué yo no confundo al PNV con ETA

Por qué la derecha debe buscar un camino de diálogo

Por qué aquella derecha democrática ha sido olvidada

Si gana E

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos