Las grandes profecías de la historia

Canal Historia

Fragmento

1

Extinción 2012

21 de diciembre de 2012. Bienvenidos al último día sobre la Tierra. Varios oráculos apuntan que en esa fecha tendrá lugar una dramática y desastrosa convergencia. Los antiguos mayas de Centroamérica crearon un calendario tan preciso que podía predecir los eclipses lunares, miles de años antes de que se produjesen. Y ese calendario termina misteriosamente en el solsticio de invierno del año 2012. Pero no son los únicos. En la actualidad, algunos investigadores señalan extrañas correlaciones entre diversas culturas antiguas que fechan nuestra desaparición en el año 2012.

EL CALENDARIO MAYA

Muchos piensan que 2012 es el año en que se acabará el mundo, un presagio que, según dicen, tiene más de dos mil años. Y no sólo en el calendario maya. En otras culturas, algunas indicaciones temporales similares apuntan exactamente a la misma fecha. La cultura hopi, la hindú y los antiguos chinos revelan curiosas conexiones con los mayas. «Los investigadores empezamos a comparar notas. Por primera vez en la historia podíamos hacerlo instantáneamente vía internet. Y llegamos a la asombrosa conclusión de que había ocho o nueve culturas distintas que predecían algún tipo de acontecimiento, extrañamente parecido, no sólo en la fecha, sino en la naturaleza de las predicciones», señala el escritor y cineasta Jay Weidner, productor de las películas documentales 2012, La Odisea y Timewave 2013.

¿Cómo es posible que tantas culturas diferentes, de épocas distintas, hayan augurado, supuestamente, el mismo año como el fin de todo? Según Weidner, cada una de estas antiguas civilizaciones «ha intentado, de todas las formas posibles, enviar un mensaje a través de la historia diciendo que algo increíble iba a suceder». Aunque cada tradición aporta sus aspectos específicos, existe una notable relación entre todas ellas. «Tanto si nos remitimos a las antiguas tradiciones proféticas indias como a las egipcias, a las tradiciones bíblicas, a las mayas o a las aztecas, en todas encontramos referencias a un cataclismo. Todas ellas presagian que nuestras vidas dejarán de ser como son», indica Gregg Braden, reconocido pionero en la reducción de la ciencia y la espiritualidad y autor de Fractal Time: The Secret of 2012 and a New World Age. «Todas esas tradiciones —prosigue— desembocan de un modo u otro en nuestra época. Algunas de forma general y otras más específicamente nos advierten de que éste, el nuestro, es el tiempo que presagian, que anticipan, que temen y frente al que llevan preparándose desde hace tantísimo tiempo.»

En los últimos años, el calendario más famoso de la historia parece ser el de los mayas. El intenso interés ha ido en aumento para muchos miles de personas a medida que 2012 se aproximaba; sin embargo, ha asombrado y fascinado a millones de personas desde su creación hace dos mil años. La civilización maya habitó una vasta región denominada Mesoamérica, en el territorio que actualmente comparten cinco estados del sudeste de México (Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán); y los territorios de Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, con una historia de aproximadamente tres mil años. Tuvo su apogeo entre los años 250 y 900 d. C.; después desapareció misteriosamente, aunque sus descendientes aún viven en la región. «Hasta hace poco, considerábamos que las civilizaciones más avanzadas de las Américas eran ligeramente inferiores a las que se desarrollaron después en Occidente. Pero no tenían nada de primitivas, en particular los mayas, que seguramente han sido la cultura de astrónomos más evolucionada de la historia», afirma el historiador y autoproclamado «antropólogo de lo extraño» Vincent Bridges, coautor de A Monument of the End of Time.

Sorprendentemente, eran expertos en astrología, matemáticas, física, ingeniería y excelentes constructores. Tenían avanzados sistemas de rutas para el comercio a larga distancia, pero no usaban la rueda. Sin embargo, sabían cómo fabricarla, ya que se ha descubierto que los mayas usaban ruedas para hacer juguetes para sus niños. Ellos ornamentaban las puertas del templo lunar con imágenes del lado oscuro de la Luna. ¿Cómo pudieron verlo los mayas? La Luna siempre muestra a la Tierra una sola cara. Científicamente muy avanzados a la par que violentos, fueron capaces de predecir el alineamiento galáctico sin instrumentos telescópicos y al parecer lo asociaban a un ciclo de cambios bruscos. La comprensión maya del tiempo, las estaciones y los ciclos ha demostrado que sus conocimientos eran numerosos y complejos.

El maya poseía varios calendarios distintos; algunos de ellos organizaban el tiempo con precisión en un período de más de diez millones de años. Según algunos estudiosos, el mundo terminará en el año 2012, una predicción sorprendentemente precisa de una cultura que estaba obsesionada con la medición del tiempo. Su calendario era cíclico, porque se repetía cada cincuenta y dos años mayas y era increíblemente preciso, incluso más que el nuestro. Relacionando los ciclos lunares, solares y planetarios, podían predecir con exactitud un eclipse solar con miles de años de antelación. «Los mayas eran algo así como científicos chamánicos y estaban obsesionados con la sincronía del tiempo y la conciencia. Durante unos mil años se remontaron a las civilizaciones anteriores para tratar de elaborar un modelo que indicase cuándo se producirían estas importantes transformaciones», afirma Daniel Pinchbeck, autor de 2012, the Return of Quetzalcoatl.

El calendario maya consiste en tres cuentas de tiempo diferentes, que transcurren simultáneamente: el calendario sagrado (tzolkin, cholqij o bucxok), de doscientos sesenta días; el civil (haab), de trescientos sesenta y cinco días, y la Cuenta Larga, cuyo cómputo de tiempo comenzó el día 0.0.0.0.0 4 ahau, u 8 cumkú, que equivale al 13 de agosto de 3114 a. C. en nuestro calendario gregoriano. El tzolkin se combinaba con el haab y la Cuenta Larga se utilizaba para determinar cuándo ocurrió un evento con respecto a otro del calendario sagrado y del civil. Así, la Cuenta Larga es un calendario profético.

En el siglo VIII, los «guardianes de los días» que estudiaban los calendarios identificaron un día importante en el año Ce Acatal, tal como lo llamaban ellos. Predijeron que unos dioses con barba y piel blanca llegarían por mar el 5 de marzo de 1519. Ése sería el día en que un antepasado importante volvería «como una mariposa». En esa fecha, Cortés y sus conquistadores llegaron al Nuevo Mundo. Hernán Cortés y su flota de once galeones españoles llegaron del este a lo que se llama hoy Veracruz, México. Cuando las naves españolas llegaron a la orilla, los nativos los estaban esperando. Las velas ondulantes de las naves les recordaron a grupos de mariposas. ¿Fue una coincidencia? La respuesta es importante, ya que el calendario maya predice también el fin del mundo tal como lo conocemos en la fecha que ellos denominaron Hunab-Ku

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