¿Quién es la Bicha de Balazote?

Pedro Pérez (el cubil de peter)

Fragmento

cap-1

PRÓLOGO

VAIS A DEVORAR ESTE LIBRO

Durante milenios, los seres humanos hemos mirado al cielo en busca de respuestas sobre nuestros orígenes. Así, achinando los ojos al contemplar el sol, preguntándonos a dónde iba la luna durante el día o maravillándonos ante el manto de las estrellas, intentamos darles una respuesta a dos preguntas clave: de dónde venimos y por qué estamos aquí. Lo curioso es que gran parte de esas preguntas han acabado por responderse no mirando hacia el firmamento, sino hacia abajo, hacia el subsuelo. Sí, estaban ahí todo el rato, esperando a que las desveláramos. Esperando a los arqueólogos.

En realidad, todavía no sabemos muy bien por qué estamos aquí, y quizá nunca podamos saberlo. Lo que sí podemos conocer con mayor exactitud es nuestro origen. Eso se lo debemos a los arqueólogos, los detectives de la historia. Soy profesor de Historia en Secundaria y siempre me gusta decirles a mis alumnos que la arqueología no es muy diferente a la labor que realizan esos sabuesos encargados de reunir las pruebas de un crimen de guante blanco. Es decir, al igual que estos, escudriñan el entorno, buscan pruebas, arman las piezas de un puzle y resuelven un misterio. Es por eso por lo que tal vez esa materia de las ciencias sociales, la arqueología, sea una de las más atractivas entre mis estudiantes. Y es por eso por lo que os aseguro que vais a devorar este libro que tenéis entre las manos, obra de mi buen amigo Pedro, a quien tal vez conozcáis como el dicharachero Peter de El Cubil de Peter.

Conocí a Peter hace ya un buen puñado de años, cuando ambos nos encontramos haciendo divulgación histórica en YouTube desde nuestros canales; el mío, llamado La cuna de Halicarnaso (permitidme el momento spam). Desde que vi un vídeo suyo por primera vez, no he dejado de admirar la maravillosa habilidad que Pedro tiene para divulgar sobre historia haciendo fácil lo que a veces resulta demasiado engorroso de explicar. Y él lo consigue con nota. Y, creedme, no es nada sencillo permanecer en YouTube durante tanto tiempo y mantener la imagen inmaculada que El Cubil de Peter tiene entre los internautas, que saben que en su canal encontrarán Historia con mayúscula en la hache. Además, quienes conocemos a Peter lo suficiente sabemos que no es un divulgador acomodado y que le gusta reinventarse de vez en cuando. Quizá se deba a su espíritu crítico y al deseo de superarse, que demuestra en cada nuevo proyecto en el que se embarca. De hecho, YouTube —y en general el mundo de la divulgación en internet— no está hecho para los comodones, porque en un giro del volante acabas revoleado por la borda. Es por eso por lo que Pedro ha sabido adaptarse a ese mundo cambiante manteniendo siempre su compromiso con la divulgación histórica. Así fue como El Cubil de Peter comenzó a dar cobijo cada vez con mayor asiduidad a contenido sobre arqueología, y así fue como también abrió un segundo canal, El Cronista de Alejandría, con contenido especializado sobre ello.

Divulgar sobre descubrimientos arqueológicos puede parecer, en principio, algo fácil, pero exige un gran compromiso con la verdad. Un compromiso que, por supuesto, Peter demuestra tener en YouTube y también en este libro que tenéis entre las manos. ¿Por qué? Porque, ojo, resulta muy sencillo comenzar a hablar de arqueología y terminar contando magufadas sobre el descubrimiento de la Atlántida, la construcción extraterrestre de pirámides o vete tú a saber qué historia extraña y para nada veraz. Pedro nunca ha caído en esas cosas, como tampoco lo ha hecho en esta obra que estáis a punto de comenzar a leer.

Porque en ¿Quién es la Bicha de Balazote? Y otras historias alucinantes sobre el mundo de la arqueología, su autor no necesita recurrir a atractivas magufadas para contarnos historias maravillosas relacionadas con la arqueología (ya sabéis, la ciencia de los detectives de la historia). Historias que van desde el origen de las primeras ciudades a momias insospechadas, observatorios solares, personas que murieron en lugares lejanos, tesoros submarinos y hecatombes tartésicas. Todo eso, os garantizo, contado con el rigor de un historiador de prestigio y con la habilidad comunicativa de quien ha reunido a más de 200.000 personas en su canal de YouTube.

Una vez un alumno me preguntó qué necesidad había de esforzarse por escarbar en busca de piedras o huesos antiguos. Suele ser una pregunta recurrente, y no solo de estudiantes adolescentes, sino de la sociedad en general. La arqueología es una ciencia que a menudo está en el punto de mira. ¿Que se ha descubierto un yacimiento bajo las obras de un flamante nuevo centro comercial? Pues no dejaremos de oír a quienes esgrimen que cuatro piedras antiguas no deberían frenar el progreso. ¿Que un pitero ha encontrado los restos de un poblado íbero? Bueno, no pasa nada; es un aventurero ávido de tesoros. Pues lo siento si vosotros también pensáis igual, pero no existe progreso si no sabemos de dónde venimos ni lo documentamos de manera rigurosa. Y esa es la base de la que parte Peter para desarrollar este libro: preguntas, anécdotas y responsabilidad sobre el pasado, viajando por la Historia a decenas de maravillosas historias de arqueología (y entre ellas, la de intentar saber de una vez quién demonios es la Bicha de Balazote). Creedme, vais a devorar este libro.

JOSÉ ANTONIO LUCERO,

La cuna de Halicarnaso

cap-2

 

INTRODUCCIÓN

Mi aventura en la divulgación comenzó hace ya unos cuantos años, cuando un buen día este humilde profesor que ahora os escribe tomó la decisión de compartir pequeñas pildoritas de historia en YouTube. Esas pildoritas empezaron a gustar y, poco a poco, hicieron florecer el proyecto que hoy en día es El Cubil de Peter.

Se trata de un espacio donde la historia es el eje vertebrador del contenido, pero donde la arqueología ha ido ganándose un peso cada vez más específico. Y no por pura casualidad. Pues he de reconocer que, durante mis años de estudiante en la universidad, mi interés y, sobre todo, fascinación por esta disciplina fue enorme. Una fascinación que nunca se marchó a pesar de que mi vocación por la comunicación y, especialmente, la educación, ganara la «batalla» interior que se libraba ante la inminente finalización de mi licenciatura y mi aterrizaje en el mercado laboral.

En realidad, tras acabar mis estudios, mi vinculación con esta disciplina nunca ha flojeado, sino todo lo contrario. De hecho, aunque pueda sonar contradictorio, fue después de licenciarme cuando descubrí algunas obras divulgativas clásicas como Dioses, tumbas y sabios, de C. W. Ceram (seudónimo bajo el cual se escondía el divulgador alemán Kurt Wilhelm Marek), o Introducción a la arqueología, del arqueólogo e historiador del arte italiano Ranuccio Bianchi Bandinelli, que no hicieron más que confirmar mi enamoramiento con esta rama del saber.

En los últimos tiempos he querido aprovechar este «romance», utilizando mi humilde «altavoz» en redes sociales, para acercar al público de mi canal la historia y las característic

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