Sobre el olvidado siglo XX

Tony Judt

Fragmento

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Índice

Portadilla

Índice

Dedicatoria

Agradecimientos

Introducción. El mundo que hemos perdido

Primera parte. El corazón de las tinieblas

Capítulo 1. Arthur Koestler, el intelectual ejemplar

Capítulo 2. Las verdades elementales de Primo Levi

Capítulo 3. La Europa judía de Manès Sperber

Capítulo 4. Hannah Arendt y el mal

Segunda parte. La política del compromiso intelectual

Capítulo 5. Albert Camus: «el mejor hombre de Francia»

Capítulo 6. Elucubraciones: el «marxismo» de Louis Althusser

Capítulo 7. Eric Hobsbawm y el romance del comunismo

Capítulo 8. ¿Adiós a todo eso? Leszek Kolakowski y el legado marxista

Capítulo 9. ¿Un «papa de ideas»? Juan Pablo II y el mundo moderno

Capítulo 10. Edward Said: el cosmopolita desarraigado

Tercera parte. 'Lost in transition': Lugares y recuerdos

Capítulo 11. La catástrofe: la caída de Francia, 1940

Capítulo 12. 'À la recherche du temps perdu': Francia y sus pasados

Capítulo 13. El gnomo en el jardín: Tony Blair y el «patrimonio» británico

Capítulo 14. Un Estado sin Estado: por qué es importante Bélgica

Capítulo 15. Rumanía entre la historia y Europa

Capítulo 16. Una sombría victoria: la guerra de los Seis Días

Capítulo 17. El país que no quería crecer

Cuarta parte. El (medio) siglo de Estados Unidos

Capítulo 18. ¿Una tragedia estadounidense? El caso de Whittaker Chambers

Capítulo 19. La crisis: Kennedy, Jruschov y Cuba

Capítulo 20. El ilusionista: Henry Kissinger y la política exterior estadounidense

Capítulo 21. ¿De quién es esa historia? La Guerra Fría en retrospectiva

Capítulo 22. El silencio de los corderos: sobre la extraña muerte del Estados Unidos liberal

Capítulo 23. La buena sociedad: Europa frente a Estados Unidos

Postfacio. La cuestión social rediviva

Créditos de los ensayos

Notas

Notas a pie de página

Índice analítico

Sobre el autor

Créditos

Grupo Santillana

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Para AK y GL

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AGRADECIMIENTOS

 

 

 

 

Con pocas excepciones, escribí estos ensayos por invitación del director de algún periódico o revista. Por suerte: por sí mismo, un autor —o, al menos, este autor— probablemente se ceñiría a los temas conocidos. Así que estoy agradecido a aquellos que a lo largo de los años me han invitado a abordar temas nuevos en formatos y medios fuera de lo habitual: Michael Handelsaltz (Ha’aretz), Adam Shatz (antes en The Nation y ahora en The London Review of Books), Mary-Kay Wilmers (The London Review of Books), Leon Wieseltier (The New Republic) y Fareed Zakaria (antes en Foreign Affairs y ahora en Newsweek International). Una vez más, estoy especialmente agradecido a Robert Silvers, de The New York Review of Books, que me animó a escribir sobre la política exterior de Estados Unidos y que fue el primero en sugerirme que tratara el problema de Israel.

Es de nuevo un placer expresar mi gratitud a Sarah Chalfant y a Andrew Wylie, de la Agencia Wylie, por sus consejos y ánimos, y a Scott Moyers, de Penguin Press, por su constante apoyo e interés. Este libro está dedicado a la memoria de Annie Kriegel y George Lichtheim, dos extraordinarios historiadores, polemistas e intérpretes de su siglo: ella en París, y él en Londres. Sin la motivación de su ejemplo —y su apoyo en un momento crucial— no es probable que me hubiera embarcado en una carrera académica. La publicación de estos ensayos me ofrece una oportunidad de reconocer esa deuda.

 

Nueva York, septiembre de 2007

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INTRODUCCIÓN

EL MUNDO QUE HEMOS PERDIDO

 

 

 

 

Los ensayos incluidos en este libro fueron escritos en un periodo de doce años, entre 1994 y 2006. Cubren una amplia variedad de temas —de los marxistas franceses a la política exterior estadounidense, de la economía de la globalización a la memoria del mal— y geográficamente abarcan desde Bélgica hasta Israel. Pero tienen dos preocupaciones dominantes. La primera es el papel de las ideas y la responsabilidad de los intelectuales: el ensayo más antiguo de los que se reproducen aquí trata de Albert Camus y el más reciente está dedicado a Leszek Kolakowski. Mi segunda preocupación es el lugar de la historia reciente en una época de olvido: la dificultad que al parecer experimentamos para comprender el turbulento siglo que acaba de terminar y aprender de él.

Estos temas están estrechamente interrelacionados. Y también están ligados al momento en que se escribieron. Pienso que, en las décadas venideras, la media generación que transcurre entre la caída del comunismo en 1989-1991 y la catastrófica ocupación estadounidense de Irak nos parecerá un tiempo desperdiciado: una década y media de oportunidades malgastadas e incompetencia política a ambos lados del Atlántico. Con demasiada confianza y muy poca reflexión dejamos atrás el siglo XX y nos a

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