Prólogo
¿Mito o realidad?
Es curioso que mucha gente aún se pregunta si la Independencia Financiera es algo real o solo una leyenda urbana, cuando es algo que ha existido desde siempre. Muchos siglos antes de nacer nosotros ya había personas que la tenían. Por ejemplo, aquellos que vivían de sus tierras y ganados. Esas tierras y ganados eran cuidados por sus trabajadores, y los dueños recibían las rentas de esas cosechas y esas ganaderías. Y sus hijos heredaban todo eso y, si lo gestionaban correctamente, también tenían Independencia Financiera.
¿Qué es lo que hace diferente a la época actual de los siglos anteriores? Que nunca ha sido tan fácil conseguir la Independencia Financiera como ahora.
Estamos en un momento decisivo de la historia, por muchos motivos, y uno de ellos es precisamente este: Nunca fue tan fácil conseguir la Independencia Financiera como en la actualidad.
Sin embargo, vamos con retraso, y a eso se deben los problemas económicos de nuestra sociedad. Porque, realmente, hace ya algunas décadas que es más fácil que nunca conseguir la Independencia Financiera y hasta ahora mucha gente lo ha desaprovechado. Muchísima.
¿Por qué?
Esta es una de las cosas que veremos a lo largo del libro, aunque la idea principal con la que quiero que te quedes ahora es que cuando una persona cree que algo es imposible no hace nada por conseguirlo, porque «es demasiado bonito para ser cierto».
¿Es demasiado bonito para ser cierto tener agua corriente o electricidad en todas las casas, por ejemplo?
En su día, solo los ricos tenían agua corriente y electricidad en sus hogares. Los demás tenían que ir a la fuente más cercana y alumbrarse con velas.
¿Piensas que en aquellos momentos la mayoría de todas esas personas que tenían que ir a la fuente más cercana cada vez que querían agua, y alumbrarse con velas, creían que algún día todo el mundo tendría agua corriente y electricidad en sus casas, y que además les parecería «lo normal», y no le darían importancia?
Muy probablemente, no. Muy probablemente casi todas aquellas personas pensaban que sus hijos, sus nietos, sus bisnietos... seguirían teniendo que ir a por agua a la fuente más cercana, y alumbrándose con velas hasta el fin del mundo.
Ahora vemos que no fue así, y que el agua corriente y la electricidad dejaron de ser algo de ricos y pasaron a ser una necesidad básica que todo el mundo tiene cubierta, y a la que no se le da ninguna importancia porque se da por hecho.
Algo así pasará en algún momento con la Independencia Financiera. Algún día todo el mundo la tendrá, e incluso nacerá con ella, porque también será una necesidad básica que todo el mundo tendrá cubierta, pero...
Pero eso no va a caerte del cielo ahora, sino que tendrás que creer en ella, y en ti, y empezar a hacer unas pocas cosas sencillas que, con paciencia, te acercarán cada día un poco más a tu Independencia Financiera. Hasta que sea realidad y te parezca que es «lo normal».
Cuanto antes empieces el camino de la Independencia Financiera, más fácil lo tendrás, por dos motivos:
1. El tiempo es fundamental, porque dejar pasar el tiempo (mientras estás invirtiendo, por supuesto), es lo que te hará ganar más dinero. Incluso más que el propio dinero que tú ahorres, como ahora veremos.
2. Si empiezas a invertir hoy, probablemente conseguirás mejores precios de compra en tus inversiones que las personas que empiecen a invertir después de ti.
Lo más importante ahora es que creas que es posible que consigas tu Independencia Financiera. Es más, que creas que es seguro que vas a conseguir tu Independencia Financiera, porque es así.
¿Por qué?
De la misma forma que no se puede saber inglés sin aprenderlo primero, y no se puede empezar a aprender inglés si crees que es imposible conseguirlo, lo mismo pasa con la Independencia Financiera.
El mayor obstáculo que tiene mucha gente actualmente para conseguir la Independencia Financiera es que creen que no lo pueden lograr. En cuanto algo les hace clic en la cabeza, empiezan a dar sus primeros pasos, y cada día la ven más cerca, hasta que la alcanzan realmente.
Espero que este libro sea lo que te haga clic a ti ahora mismo.
¿Y qué es en realidad la Independencia Financiera y por qué merece tanto la pena conseguirla?, probablemente te estarás preguntando.
La Independencia Financiera, a estas alturas de la vida, debería ser el estado normal de la inmensa mayoría de la población. La Independencia Financiera es tener cubiertas tus necesidades económicas para poder dedicar tu tiempo a lo que quieras. A cosas mucho más elevadas que pasarte la vida preocupado por la hipoteca, las facturas o si perderás el trabajo o no.
Estar todo el día tumbado en la playa o sentado en el sofá mirando la televisión son imágenes caricaturescas, que ocultan la transformación total y absoluta que supone alcanzar la Independencia Financiera. Cosa que ya ha conseguido mucha gente, y muchas familias, desde hace mucho tiempo. Porque la Independencia Financiera no es un «invento nuevo», sino algo que existe desde hace muchísimo, y que ya tienen muchas personas.
Así que, igual que tener agua y electricidad en casa dejó de ser «algo de ricos» hace tiempo y ya lo tiene toda la población, ahora tenemos que conseguir que la Independencia Financiera también deje de ser «algo de ricos» y la tenga toda la población lo antes posible.
¿Empezamos con ello?
¡Vamos allá!
Ideas principales
• Nunca ha sido tan fácil conseguir la Independencia Financiera como ahora.
• El tiempo es fundamental. Cuanto antes empieces, mejor.
• Tenemos que conseguir que tener la Independencia Financiera también deje de ser «algo de ricos» y la tenga toda la población lo antes posible.
1
Piensa a lo grande (pero a tu manera)
Como te acabo de contar, conseguir la Independencia Financiera es principalmente una cuestión de mentalidad, y de tiempo. Luego veremos cómo el tiempo te hará ganar más dinero que el propio dinero, pero ahora vamos a ver cuál es la mentalidad adecuada que debes tener, con la historia de Javier y Andrés...
Javier y Andrés eran amigos del barrio desde hacía años.
Al acabar la universidad, Javier tenía muy claro que quería ser emprendedor y llegar a tener una gran empresa. No pensaba en otra cosa. Se había leído decenas y decenas de biografías de grandes empresarios de todas las épocas: Steve Jobs, Jack Welch, Sam Walton, David Packard, Lee Iacocca... Y cientos de libros sobre emprendedores, organización empresarial, motivación, etcétera. Apenas hacía otra cosa que leer y leer todo lo que encontraba sobre este tema.
Andrés estaba en el otro extremo. Había conseguido un trabajo normal y corriente, y no miraba más allá. No hacía planes de futuro, ni pensaba a largo plazo. Simplemente iba dejando pasar un día detrás de otro, sin esperar mucho más que la rutina a la que ya se había acostumbrado.
—Yo no creo que merezca la pena pensar a largo plazo —decía Andrés—. Con ir viviendo el presente ya tenemos suficiente.
—Pero ¿no ves la cantidad de oportunidades que hay? El otro día leí que, cada pocas horas, una nueva persona se hace multimegamillonaria en el mundo. Y millonarios... hay uno nuevo casi cada minuto.
—¿Y? —le preguntó Andrés.
—¿De verdad que no lo ves? Nunca en la historia ha sido tan fácil hacerse megamillonario tan rápidamente, y yo estoy decidido a conseguirlo.
—No te digo que no, pero de momento yo te veo cada vez más cansado. Y ya me has contado varias ideas de empresas que ibas a montar y al final no has montado ninguna.
—Es que aún no he dado con la idea que funcionará. Por eso sigo pensando en ello. Estoy cansado, sí, pero al menos tengo ilusiones. Tengo la sensación de que tú has perdido un poco la alegría de vivir que tenías hace unos años.
—Es posible, sí. Es porque me parece tan difícil llegar a ser multimillonario que creo que lo mejor es ni siquiera intentarlo.
Vivimos en una sociedad de extremos en cuanto a las expectativas de la gente. Pasa con las inversiones, y con todo lo demás.
Está muy bien hacer las cosas lo mejor posible, pero sabiendo que cualquiera no puede ser el mejor jugador de fútbol del mundo, ni el mejor guitarrista, ni el mejor contable, ni el mejor electricista, etcétera. Solo una persona puede ser la mejor del mundo en su profesión. ¿Y qué pasa con todas las demás? ¿Tienen que resignarse a dejar pasar los días uno detrás de otro, sin esperar nada de la vida?
En absoluto.
Es más, para que el mundo funcione se necesitan muchísimos millones de personas que estén en un nivel medio, y que tengan una buena vida y estén satisfechos estando en ese nivel medio.
Es completamente imposible que el mundo funcione únicamente con los mejores de cada profesión, mientras el resto de la población viva la vida como si fueran simples espectadores. Ese mundo no tiene sentido, pero ahí es hacia donde los medios de comunicación (televisión, música, cine, etcétera) llevan a la gente desde hace varias décadas, y por eso cada vez hay más personas frustradas por no ser «el mejor en lo suyo», no ser multimegamillonario, etcétera.
Además, la vida de «los mejores» no siempre es todo lo buena que parece desde fuera, ni es la mejor para todo el mundo.
Ser uno de los youtubers más vistos del mundo, por ejemplo, lleva muchas horas de trabajo, y mucha presión social. Esa imagen de «hablar diez minutos a la cámara y hacerse millonario» es completamente falsa.
También supone mucho trabajo ser un deportista famoso o crear una empresa de éxito mundial.
Está muy bien que haya gente que haga todo eso, y muchas más cosas. Lo que no está nada bien es hacer creer al resto que las únicas alternativas sean conseguir algo así o dejar pasar sus días sin pena ni gloria.
¿Por qué hay tanta frustración en la sociedad actual, en la que mucha gente ha perdido la alegría de vivir?
Porque el grueso de la población, en lugar de estar donde debería estar, ha caído en uno de esos dos extremos que acabamos de ver, en los que por definición debería haber muy poca gente. Porque poca gente debería aspirar a ser «el mejor del mundo», y poca gente debería aceptar la mediocridad indefinida en sus vidas.
Si nos centramos en el tema del dinero, creo que actualmente hay demasiadas personas pensando en montar una empresa con el único objetivo de hacerse multimegamillonaria, y aún muchas más pensando que nunca van a conseguir mejorar su situación actual.
El problema de verdad no es la gente que, probablemente, se ha puesto unos objetivos muy difíciles de alcanzar, como crear una empresa de éxito mundial. Porque, aunque no lo consigan, probablemente encontrarán la forma de ganarse la vida y además tienen dentro de sí mismos la idea de mejorar su vida, que es algo fundamental.
El gran problema es la gran cantidad de gente que se ha adaptado a la mediocridad, y ha perdido la esperanza de tener una vida mejor.
¿Es lento conseguir la Independencia Financiera?
Depende de cómo se mire.
Casi nadie la puede conseguir en unos pocos años, pero todo el mundo la puede lograr a lo largo de su vida, unos antes y otros después. Lo malo de verdad es pensar que no se va a alcanzar nunca, porque eso es lo que hace que haya tanta gente «arrastrándose» por la vida, sin esperanzas de mejorar.
Si eres una de esas pocas personas que es capaz de ser «el mejor empresario», o «el mejor profesor», o «el mejor carpintero», o «el mejor lo que sea», entonces consíguelo y disfrútalo.
Y si estás en el otro 99,999999 % de la población, entonces piensa a lo grande, pero a tu manera. Tu objetivo no debe ser dejarte la vida en ser el mejor del mundo en nada, sino mejorar tu vida desde hoy mismo todo lo que puedas, con tranquilidad, y disfrutando de esa mejora continua que te hará ser una persona mejor cada día, en todos los sentidos.
Si estás empezando a invertir, o aún no te has decidido a dar ese primer paso, entonces no te pongas como objetivo tener un millón de euros el año que viene.
Empieza ahorrando lo que puedas ahorrar ahora, e inviértelo. No te compares con nadie. Haz planes realistas, y siempre con ilusión y esperanza por tener un futuro mejor.
Y recuerda siempre que puedes llegar a vivir mucho mejor que esos «mejores del mundo», porque tu vida será la que tú quieras. No vivirás mejor simplemente por tener mucho más dinero que otros, sino por invertir y utilizar con inteligencia el dinero que tengas, haciéndolo crecer con seguridad y tranquilidad, y consiguiendo una buena rentabilidad que te haga dar ese «salto de nivel» que quieres dar en tu vida.
Está muy bien tener un trabajo normal. No hace falta ser «el mejor del mundo» para vivir bien, por suerte. Lo que sí hace falta para vivir bien, y además es totalmente imprescindible, es que construyas tu futuro con ilusión y optimismo.
De paso, te cuento un secreto que, probablemente, nadie te haya contado hasta ahora.
Todo este lujo excéntrico de habitaciones de hotel a 10.000, 20.000 o 50.000 euros la noche, las botellas de champán a 5.000 euros en un reservado de una discoteca, y otras cosas similares, en realidad son formas de blanquear dinero. Nadie vive mejor por gastar esas cantidades absurdas. Lo que están haciendo es fingir que mucha gente paga esas cantidades desorbitadas, cuando no es verdad, para blanquear dinero de las actividades ilegales que ya conoces.
Imagina que si compraras un palillo (de estos que venden cien por un euro, o menos) por 50 euros, te ahorrases 1.000 euros en impuestos. Comprarías ese palillo por 50 euros, te ahorrarías 1.000 euros en impuestos, y después podrías tirar ese palillo a la basura, porque su función real era ahorrarte 950 euros (1.000 - 50) en impuestos. Más o menos en esto consiste el blanqueo de capitales, y más o menos este es el motivo real de todas esas cosas que ves a diario y que te parecen que no valen ni la centésima parte de lo que cuestan. Pues sí, estás en lo cierto: esas cosas no valen ni la centésima parte de lo que cuestan, porque son solo una treta para blanquear dinero de procedencia ilícita.
Por eso, ten claro que vivir bien de verdad es muchísimo más barato de lo que parece, si nos creyéramos que vivir bien consiste en pagar todas esas cosas absurdas que muestran continuamente los medios de comunicación, y que en realidad no valen ni la centésima parte de lo que se supone que cuestan.
Mucha gente que no sabe este «secreto» considera que llegar a vivir bien está tan fuera de su alcance que no merece la pena ni intentarlo. Porque para gastar el dinero en todas esas cosas absurdas, haría falta tener muchísimo dinero, cantidades enormes de dinero.
Pero no es así. Una cosa es vivir bien, que es algo que está al alcance de todo el mundo, y otra totalmente distinta son estos circos absurdos que montan algunos para blanquear capitales.
Ideas principales
• El tiempo te hará ganar más dinero que el propio dinero.
• Márcate unos objetivos realistas, para mejorar tu vida desde hoy mismo.
• Vivir bien es mucho más barato de lo que aparentan los medios de comunicación y las redes sociales.
2
¿Es posible que una persona normal y corriente consiga la Independencia Financiera?
Esta es la gran pregunta que probablemente te estarás haciendo en este momento.
No es que sea posible, sino que es inevitable, si se hacen bien unas pocas cosas sencillas.
Si sigues los pasos que te explico en este libro, la conseguirás con toda seguridad. Lo que no puedo decirte es cuándo la lograrás exactamente, pero puedes estar seguro de que la alcanzarás.
Te voy a contar la historia de Juan e Iván, dos hermanos gemelos. Cuando la leas, dime qué gemelo quieres ser a partir de ahora.
Juan e Iván son gemelos y casi iguales en todo, salvo en una cosa. A ver si la adivinas.
Los dos empezaron a trabajar a la vez, de técnicos, en la misma empresa tecnológica. Y tuvieron exactamente el mismo sueldo todos los años de su vida.
—¿Otra vez mirando eso de las acciones? —le preguntó Juan a Iván.
—Sí, así es.
—¿Y no te cansas?
—Aparte de que no me canso, es que tú también deberías hacerlo.
—Para lo que ganamos, no merece la pena. ¿O es que te crees que vas a ser millonario por invertir 300 euros cada mes?
—No sé si me voy a hacer millonario, pero lo que sí sé es que cada vez tengo más dinero, y eso me hace ver la vida de otra forma, con mucha más seguridad y confianza.
—Si me dijeras cuánto tiempo vas a tardar en hacerte millonario, a lo mejor te hacía caso. Pero a mí me parece que estás perdiendo el tiempo.
¿Has visto ya en qué se diferencian Juan e Iván?
Ambos están en uno de los tres grupos que vimos en el capítulo anterior. Te recuerdo los tres tipos de personas que vimos:
1) Los que creen que la única opción es ganar muchos millones rápidamente, y se dedican a ello en cuerpo y alma.
2) Los que se acostumbran a la mediocridad, y no hacen ningún plan para mejorar porque han llegado a creer que no pueden mejorar.
3) Los que hacen planes realistas para mejorar, y viven la vida a la vez que van ahorrando e invirtiendo todos los meses una parte del dinero que ganan con su sueldo, o con su pequeño negocio.
Evidentemente, Juan es de las personas que caen en el grupo 2, e Iván es de las personas que viven con ilusión y esperanza y están en el grupo 3, que es el grupo en el que debería estar la inmensa mayoría de la población. Y el grupo en el que deberías estar tú, si no lo estás ya.
¿Merece la pena ahorrar 300 euros al mes como cree Iván, o no se llega a ningún sitio como dice Juan?
Vamos a ver qué sucede en este escenario:
1) La inflación media anual es del 2 %.
2) Se invierte en «cosas» que crecen el 10 % al año.
3) Los 300 euros de ahorro mensual aumentan cada año lo mismo que la inflación (2 %), porque el sueldo también crecerá más o menos lo mismo que la inflación. Es decir, el primer año se ahorran 300 euros al mes, el segundo año se ahorran 306 euros al mes, etcétera.
Con estas condiciones, a los treinta años de empezar a invertir, Iván tendrá aproximadamente 774.000 euros, y a los cuarenta años de empezar a invertir, 2,1 millones de euros.
Si a estas cifras les restamos la inflación acumulada de todos estos años, como siempre hay que hacer, entonces a los treinta años Iván tiene el equivalente a 436.000 euros de hoy, y a los cuarenta años, el equivalente a 984.000 euros de hoy, casi un millón de euros.
Fíjate que si le preguntas a todos tus conocidos si creen que pueden llegar a tener un patrimonio de uno o dos millones de euros a lo largo de su vida, casi todos te dirán que no, que eso es imposible. Por desgracia, esa creencia falsa la tiene la mayor parte de la gente en este momento.
Pero, sin embargo, todos ellos podrían ahorrar 300 euros al mes si conocieran esto que te acabo de contar.
Una cosa parece fácil y la puede hacer cualquiera (ahorrar 300 euros al mes o una cifra parecida a esta), y la otra hoy le parece imposible a casi todo el mundo (que lleguen a tener uno o dos millones de euros a su nombre).
Pero, en el fondo, son la misma cosa, porque una es consecuencia de la otra. Por eso, pasar de ver imposible conseguir la Independencia Financiera a verlo posible es solo cuestión de cambiar de mentalidad, no de ingresar más dinero.
Porque empezar a ahorrar hoy 300 euros al mes es lo mismo que llegar a tener uno o dos millones de euros en el futuro. O 500.000 euros, o 300.000 euros, si ya no te quedan muchos años para la jubilación. Pero, en cualquier caso, una cifra muy importante.
Lógicamente, la inflación o el crecimiento de las inversiones puede ser menor o mayor de lo que hemos supuesto en este ejemplo, en cuyo caso los resultados serán algo inferiores o superiores de los que hemos visto aquí.
Es totalmente imposible adivinar qué rentabilidad tendrás tú en el futuro, pero lo que sí es seguro es que, si ahorras e inviertes, vivirás muchísimo mejor que si no lo haces. Y también es seguro que llegarás a tener un patrimonio mucho mayor del que, probablemente, puedes imaginar en este momento.
¿Y sabes qué?
Esta es la gran brecha de la sociedad actual.
Se habla mucho de la brecha entre ricos y pobres, pero la brecha real es la que hay entre la gente que invierte y la que no invierte.
Es la brecha que hay entre Juan e Iván (que, recuerda, tienen exactamente el mismo sueldo durante toda su vida).
Jamás se debió aceptar como algo normal vivir únicamente del trabajo. Eso fue un error histórico muy grave.
Trabajar está muy bien, pero diseñar tu vida pensando en que el trabajo sea tu única fuente de ingresos es un error muy grave, que jamás debió haber cometido nadie.
Además, el mundo evoluciona y ese error cada vez es mayor, y tiene peores consecuencias para los que caen en él.
Nadie debería considerarse ya como trabajador, única y exclusivamente. Todo el mundo debería verse a sí mismo como trabajador (o directivo, pequeño empresario o emprendedor, etcétera) y, además, inversor.
Como te digo, esta es la gran brecha de nuestros días, que está separando cada vez más a la gente que queda a uno y otro lado de esa brecha.
Esa frase de que «los ricos son cada vez más ricos, y los pobres son cada vez más pobres» es muy engañosa, porque la realidad es que «los que invierten (sea poco o mucho) son cada vez más ricos, y los que no invierten son cada vez más pobres».
Además, es muy lógico y justo que sea así, porque lo que no tendría ningún sentido es que diera lo mismo invertir que no invertir.
¿Te imaginas que diera lo mismo estudiar alemán que no estudiarlo, porque todo el mundo supiera alemán, independientemente de que lo estudiase o no lo estudiase?
¿O que diera lo mismo entrenar que no entrenar, porque todo el mundo tuviera el mismo cuerpo y la misma forma física y salud, entrenase o no entrenase?
Sería ridículo, ¿verdad?
Pues igual de ridículo es pensar que las personas que inviertan van a vivir igual que las que no lo hagan. Quienes inviertan vivirán mejor, igual que las que entrenen tendrán mejor forma física y salud, y las que estudien alemán aprenderán alemán.
Y las personas que no inviertan cada vez vivirán peor, igual que las que no entrenen tendrán cada vez peor forma física y salud, y las que no estudien alemán nunca sabrán alemán.
Esto siempre ha sido de este modo desde que el mundo es mundo, y es lógico y justo que sea así.
La novedad que creo que vamos a ver en el futuro es que pienso que la inteligencia artificial va a hacer, muy probablemente, que la gente que invierta gane dinero con mayor rapidez que en el pasado, y que la gente que no invierta cada vez viva peor.
¿Por qué?
Porque la inteligencia artificial va a hacer que las empresas ganen mucha eficiencia, y eso provocará que los beneficios de las empresas crezcan más rápidamente. No me refiero solo a las empresas cuyo negocio principal sea la inteligencia artificial, sino a todas las empresas de todos los sectores.
Por eso, probablemente, la riqueza de los inversores crecerá con mayor rapidez, y la distancia entre las personas que invierten y las que no lo hacen cada vez será más grande.
El ruinoso sistema público de pensiones ha hecho que mucha gente dé por hecho que la jubilación es una etapa de escasez, pero eso es completamente antinatural. Esta escasez al jubilarse que mucha gente considera «lo normal» es vivir en un «mundo al revés». Si estás leyendo esto, estás en el camino correcto para «darle la vuelta a tu mundo» porque lo lógico y lo normal, si se gestiona bien el dinero, es que la jubilación sea la fase de mayor poder adquisitivo y cuando más dinero se tiene para gastar en lo que cada uno prefiera.
Lógicamente, lo ideal es alargar lo máximo posible esta etapa en la que disfrutarás de tu esfuerzo, y eso lo conseguimos alcanzando la Independencia Financiera lo antes posible, que es de lo que trata todo esto.
Lo importante es saber que es fácil que el ciudadano medio puede tener una vida mejor que la que tiene, y ha tenido, desde hace décadas. Por eso estás leyendo este libro, para vivir mucho mejor que la media durante el resto de tu vida.
Tu futuro económico lo va a determinar mucho más la buena o mala gestión del dinero que hagas que los ingresos que tengas.
Piensa en la cantidad de deportistas o actores que ingresaron millones y millones en su día, los desperdiciaron y están en la ruina.
Y piensa también en esa gente que parece que nunca ha ganado mucho dinero, pero resulta que viven en una casa muy buena, tienen un buen coche, y todo eso lo pagan con las rentas del patrimonio que supieron crearse.
La gente que gana mucho dinero y lo gestiona mal nunca llega a tener un patrimonio que le permita vivir con tranquilidad.
La gente que gana «poco» dinero,