Pack con: Sin dientes y a bocados | En boca de todos

Juan Llorca
Melisa Gómez

Fragmento

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INTRODUCCIÓN

MELISA GÓMEZ & JUAN LLORCA

Somos una nutricionista pediátrica y un chef especializado en alimentación infantil a quienes nos apasiona lo que hacemos y nos mueve desterrar viejos mitos dando a conocer nuevas formas de alimentarse con contenido científico, sin «aditivos», que permitan poner en el escalón que merece la necesidad de una alimentación infantil sana y sabrosa.

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Dietista-nutricionista, especialista en nutrición clínica en pediatría y asesora de lactancia. Me dedico desde hace 10 años al tratamiento dietético nutricional tanto de niños sanos como de niños con sobrepeso u obesidad, alergias e intolerancias o diabetes.

Colaboro en distintos medios impresos y digitales, soy miembro del Colegio de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CoDiNuCoVa), de Dietética Sin Patrocinadores y de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición, embajadora de Food Revolution Valencia y «mamá en acción».

Hace 4 años creé Nutrikids, proyecto a través del cual realizo formación, difusión de contenidos, asesoría y apoyo a familias y distintos colectivos para mejorar la nutrición de los más pequeños.

Chef con más de 22 años de experiencia, soy responsable de alimentación de Valencia Montessori School, la primera escuela en España con Chef Km0 y sello Slowfood. Promuevo una alimentación libre de procesados, azúcares, totalmente natural y de temporada.

También soy creador y director de la escuela de cocina para adultos The Wholesome Kitchen, impulsor de la primera línea de cátering de alimentación infantil sin procesados Roots, youtuber, divulgador, consultor y formador en comedores escolares.

Para mí es un placer haber sido reconocido como chef representando a Valencia, mi ciudad natal, como Capital Mundial de la Alimentación 2017, así como haber obtenido el premio del concurso Bloguero Cocinero del Año en Canal Cocina 2016.

Portadilla

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cap-2

¿QUÉ ES EL BLW?

BABY LED WEANING

Estas siglas provienen de «Baby Led Weaning», que se podría traducir como alimentación dirigida por el bebé o autorregulada, ya que consiste en permitir que el bebé se alimente por sí mismo desde el principio, ofreciéndole trozos de alimentos blandos que pueda tomar con las manos para llevárselos a la boca, masticarlos (con las encías si aún no tiene dientes) y, una vez que se sienta preparado, tragarlos.

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Al poner en práctica este método se aconseja ofrecer progresivamente al bebé las mismas preparaciones que come el resto de la familia con pequeñas adaptaciones, tales como evitar el uso de sal o cocer algunos alimentos al vapor unos minutos para ablandarlos (por ejemplo, zanahoria, pera…).

La filosofía detrás del BLW es permitir que tu bebé se alimente por sí mismo a partir de los 6 meses, descartando así la necesidad de preparar purés o papillas, lo que desde el principio le dará la oportunidad de explorar una variedad de sabores y texturas, ayudándolo a desarrollar buenos hábitos alimentarios.

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BENEFICIOS DEL BLW

1 Dará al bebé la oportunidad de explorar distintos sabores y texturas, facilitando así la aceptación de una mayor variedad de alimentos.

2 Previene la sobrealimentación, ya que enfatiza en que sea el niño quien se lleve la comida a la boca, permitiéndole regular mejor la cantidad de comida que consume.

3 Contribuye al desarrollo de las habilidades motrices del bebé.

4 Se ofrece comida real desde el principio, evitando productos dirigidos para bebés como papillas de cereales (con su correspondiente aporte de azúcares), y se promueve la adaptación del paladar a estos sabores.

5 Anima a madres y padres a compartir con sus hijos preparaciones saludables en torno a la mesa familiar, enseñándoles a alimentarse mediante el ejemplo y disfrutando juntos del momento de comida.

6 Promueve el respeto de las señales de hambre y saciedad, así como de los ritmos de comida de cada niño.

7 Ahorra tiempo y esfuerzo ya que se preparará una sola comida para toda la familia.

8 Estimula la creación de mejores hábitos alimentarios desde el inicio contribuyendo a la prevención del sobrepeso u obesidad infantil.

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LACTANCIA MATERNA Y BLW

COMBINACIÓN PERFECTA

La leche materna es el alimento óptimo para el bebé desde el nacimiento hasta los 6 meses de vida, ya que, además de aportar todos los nutrientes necesarios e ir modificando su composición para ajustarse al crecimiento y a las demandas de esta etapa, aportará elementos que no encontraremos en las leches de fórmula. La salud de la madre también se verá beneficiada con ello.

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La leche materna ayuda a fortalecer el sistema inmune del bebé y lo protege de enfermedades. Es aquí donde encontramos un gran beneficio respecto a la fórmula infantil, que no solo resulta de gran importancia durante los primeros 6 meses de vida, sino que también seguirá siendo un verdadero apoyo para el bebé hasta el momento en que se realice el destete.

Esto ocurre gracias a que la leche materna aporta anticuerpos como la inmunoglobulina, la lactoferrina, la lisozima y los linfocitos vivos, que protegerán la flora intestinal del bebé, pues gracias a ellos se evitará la absorción de antígenos alimentarios, lo cual es vital para promover el desarrollo de tolerancia. Además, con ello se previenen infecciones y disminuye el riesgo de padecer enfermedades alérgicas como rinitis, dermatitis atópica o asma.

Los niños alimentados con leche materna han demostrado enfermarse menos de neumonía, infecciones respiratorias bajas, otitis media, diarrea y enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras afecciones.

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Por estas razones, debemos promover que la lactancia materna se instaure desde el nacimiento y se mantenga durante al menos los primeros 2 años de vida y, para que esto pueda cumplirse, resultará de vital importancia que las familias estén debidamente informadas y reciban la atención y el apoyo necesarios durante todo el proceso.

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PREGUNTAS Y RESPUESTAS

•••••• Sobre la lactancia materna ••••••

HACER FÁCIL EL BLW

Debido a que la leche materna cambia de sabor según los alimentos que ingiere la madre, los bebés amamantados se adaptarán con mayor facilidad a los distintos sabores de alimentos ofrecidos posteriormente y podrán ser menos selectivos en su alimentación futura.

Una vez llega el momento de iniciar la alimentación complementaria (AC), los bebés amamantados tendrán ventajas en cuanto a la aceptación de sabores y deberá mantenerse la misma premisa de la lactancia a demanda, que permite ofrecer leche materna las veces que el bebé quiera y en la cantidad que desee.

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¿Quiere decir esto que un bebé alimentado

con fórmula no podrá crecer saludable?

Para nada: las fórmulas infantiles serán una alternativa válida a las que recurrir en casos en los que no sea posible ofrecer leche materna. Resultará conveniente contar con el apoyo de una asesora o consejera de lactancia, de modo que puedan superarse muchas de las situaciones que suelen dar pie al abandono precoz de la misma.

¿Pueden todos los bebés iniciar la

alimentación complementaria con BLW?

Aunque en la mayoría de las familias el BLW podrá instaurarse con éxito, podría no ser adecuado en todos los contextos, como por ejemplo en algunos casos de prematuridad o de compromiso neurológico, entre otros. En estas circunstancias, lo adecuado sería consultarlo previamente con el pediatra y el dietista-nutricionista para recibir la asesoría apropiada.

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EL CONTACTO PIEL CON PIEL (madre-bebé) facilita al niño:

1 El mantenimiento de una temperatura adecuada

2 La regulación de su frecuencia respiratoria y cardíaca.

3 El desarrollo de un vínculo de apego saludable y duradero entre la madre y el bebé.

4 La disminución del riesgo de padecer obesidad en la infancia y en la vida adulta.

5 Un mejor control de la saciedad; además, se ha relacionado a niveles de ganancia de peso más adecuados durante la etapa de lactancia.

Si quieres más información acerca de la lactancia materna, visita:

www.aeped.es/comite-lactancia-materna/documentos/lactancia-materna-en-ninos-mayores-o-prolongada

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INICIAR LA ALIMENTACIÓN

COMPLEMENTARIA (AC)

Cuando hablamos de alimentación complementaria (AC) nos referimos al momento en el que ofreceremos a nuestros bebés alimentos distintos de la leche materna o, en su defecto, de la fórmula infantil, con el fin de aumentar el aporte de algunos nutrientes como el hierro y prepararlos para la llegada del momento de incorporarse a la mesa familiar, por lo que será importante ir ofreciéndoles distintas texturas y sabores que nos ayuden en la tarea de educar su paladar, para así lograr instaurar una dieta saludable en el futuro.

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Una vez llegado el momento de iniciar la alimentación complementaria, nos encontraremos con una serie de dudas que deberemos responder antes de ponernos en marcha: ¿qué alimento es mejor ofrecer primero?, ¿cómo se lo ofreceremos?, ¿debemos evitar alguno? Resolveremos estas y otras cuestiones a continuación.

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El objetivo de este proceso alimentario es el de complementar, ya que el principal alimento del bebe seguirá siendo la leche materna o la fórmula infantil hasta cumplir los 12 meses.

Durante mucho tiempo se recomendó iniciar la AC probando los alimentos triturados (en papillas o purés), pero desde hace algunos años las familias han ido conociendo que existen otras formas de hacerlo, como el método BLW.

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¿CÓMO SABER SI MI BEBÉ

ESTÁ PREPARADO?

El momento oportuno para ofrecer alimentos distintos de la leche materna o la fórmula dependerá de los siguientes factores:

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Madurez neurológica

Aunque sabemos que cada niño se desarrolla a un ritmo distinto, existen patrones comunes que pueden identificarse. A partir del cuarto mes, el bebé suele ser capaz de sentarse con apoyo, levantar la cabeza y llevarse las manos a la boca. El reflejo de extrusión se va perdiendo (este reflejo tiene la función de expulsar de la boca, con la ayuda de la lengua, cualquier alimento sólido) y el pequeño puede estirarse hacia la comida y abrir la boca, así como alejar o girar la cabeza para indicarnos que está satisfecho.

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Madurez gastrointestinal

A partir del cuarto mes se alcanza una óptima producción de enzimas, pero el desarrollo inmunológico intestinal se adquiere a partir de los 6 meses.

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Madurez renal

Desde los 4 meses, la capacidad de concentración es adecuada, y hacia los 6 meses la madurez de la función renal permite un mayor manejo de componentes de la dieta.

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Puede que, en algunos casos, a los bebés prematuros se les recomiende esperar un poco más para empezar a probar alimentos sólidos (de acuerdo con la edad corregida).

La organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomiendan que sea a partir de los 6 meses cuando se inicie la introducción de alimentos.

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Pero, más allá de fijarnos en una edad determinada, debemos prestar atención a las siguientes señales, que pueden orientarnos sobre si el bebé está preparado para dar este paso:

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Si respondiste «SÍ» a estas preguntas, tu bebé está preparado para comenzar a probar alimentos distintos de la leche materna o la fórmula.

En caso de que respondas «NO» a alguna de las preguntas, según la edad de tu bebé, podrías esperar algunas semanas más y/o consultar con el equipo de salud.

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¿QUÉ PODRÍA PASAR SI EMPIEZAS ANTES?

POSIBLES RIESGOS

La Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (ESPGHAN) establece un mínimo de 17 semanas para el inicio de la AC, aunque recomienda esperar hasta los 6 meses. Estas recomendaciones se basan en que si comenzáramos antes podríamos enfrentarnos a riesgos como:

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Desnutrición, anemia y deficiencias nutricionales

Debidas a interferencias en la absorción de nutrientes presentes en la leche materna o por disminución en la ingesta de leche materna (o fórmula de inicio), que cubre por completo los requerimientos del niño en el primer semestre de vida.

Enfermedades respiratorias

Causadas por un accidente de broncoaspiración, que se debe a la inmadurez neurológica.

Mayor riesgo de presentar obesidad en el futuro

No solo a causa de un aporte inadecuado de algunos nutrientes, sino también a que el bebé aún no presenta la madurez apropiada, por lo que no será capaz de mostrar señales de saciedad. Esto dará lugar a una alimentación forzada o sobrealimentación.

Aparición de diarreas

Ocasionadas por una digestión y absorción deficiente (inmadurez gastrointestinal).

Antes de dar este paso es importante que cada niño/a sea evaluado por un equipo de profesionales de la salud (pediatra, dietista-nutricionista, otros especialistas según sea necesario), quienes, teniendo en cuenta su estado nutricional, su desarrollo neurológico y sus características, podrán ofrecerte un plan a medida para lograr una introducción de alimentos exitosa.

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¿QUÉ ALIMENTOS PROBAR PRIMERO?

Actualmente no contamos con la evidencia suficiente para recomendar comenzar por un grupo de alimentos en lugar de otros, por lo que se podrían ofrecer frutas como el plátano, la pera o la sandía, vegetales como la calabaza o el calabacín, o tubérculos como la patata o el boniato, entre otros.

Sí que será recomendable que, cada vez que probemos un nuevo alimento, nos aseguremos de esperar entre 1 a 3 días (según el alimento) antes de realizar una nueva prueba, ya que, de aparecer algún signo o síntoma de alergia, podríamos identificar fácilmente el elemento responsable.

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ALIMENTOS A EVITAR

ANTES DE SU PRIMER CUMPLEAÑOS

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Algas, espinacas, acelgas y borraja , carnes de caza o carne poco hecha, ultraprocesados, bebidas de arroz.

Frutos secos enteros

Pueden comerse en crema o triturados.

Azúcar

Así como los productos que la contienen: galletas (aunque estén destinadas a bebés), cereales infantiles, purés o potitos y yogures para bebés, ya que, además de contribuir con la actual epidemia de sobrepeso, podrán dificultar la aceptación de alimentos como las verduras.

También deberemos evitar la miel y los edulcorantes, y como norma general todos los endulzantes de la dieta hasta superar los 24 meses.

Sal

Tras los 12 meses comenzaremos a agregar una pizca de sal yodada a las preparaciones de la familia.

Pescados de gran tamaño

Como el emperador o el atún.

Mariscos

Gambas, langostinos, cigalas...

Lácteos desnatados

Pueden probarse los lácteos enteros en pequeñas cantidades, pero nunca en sustitución de la leche materna o la fórmula. Debe evitarse también la leche sin pasteurizar.

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¿CUÁNTO DEBE COMER MI BEBÉ?

¿Debemos preocuparnos por las cantidades de alimentos que come el niño?

Se debe tener presente que la principal fuente de nutrientes del bebé hasta los 12 meses seguirá siendo la leche materna (o la fórmula infantil), por lo que nuestra responsabilidad será la de ofrecer alimentos saludables. No obstante, la cantidad la decidirá siempre el bebé en función de su apetito.

Inicialmente, puede que el bebé solo juegue con los alimentos que le ofreces, pero todo esto forma parte del desarrollo y pronto comenzará a probarlos, masticarlos y tragarlos.

En caso de que el niño no quisiera probar ningún alimento ofrecido y/o presentara pérdida o estancamiento de peso, consúltalo con tu equipo de salud.

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BLW Y EL ATRAGANTAMIENTO

SI LE DAMOS TROZOS, ¿NO SE ATRAGANTARÁ?

Este es uno de los principales temores de las familias que quieren poner en práctica el BLW, y para abordarlo tendremos que diferenciar varios conceptos: hacer arcadas, atragantamiento y asfixia o ahogo.

Las arcadas forman parte del proceso de aprendizaje sobre la alimentación y no ocurren exclusivamente con sólidos, sino que también tienen lugar al ofrecer papillas o purés. En estos casos, el bebé, al sentir un trozo o porción de alimento en la parte de atrás de la lengua, comenzará a toser y hacer movimientos con esta para intentar expulsarlo o para devolverlo a la parte delantera de la boca antes de sentirse seguro y finalmente tragarlo. Esto también se conoce como un episodio de atragantamiento.

En caso de que esto ocurra, será recomendable guardar la calma y evitar asustar al bebé para que este sea capaz de aprender a gestionar los alimentos en un entorno tranquilo y seguro, y progresar a su ritmo hasta que cada vez las arcadas sean menos frecuentes.

Por otra parte, el ahogo o asfixia se refiere a cuando el flujo de aire se ve interrumpido por la presencia de un trozo de alimento (u objeto) que obstruye las vías respiratorias y que podría comprometer el mantenimiento de la respiración del bebé. Para evitar que esto pueda ocurrir, debemos seguir ciertas medidas de seguridad, que revisaremos más adelante.

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Vale la pena mencionar en este apartado que en los últimos estudios realizados al respecto[1] los bebés que practican el BLW no sufren mayores episodios de atragantamiento que aquellos que inician la AC por medio de papillas.

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CONSEJOS

PARA PRACTICAR EL BLW DE FORMA SEGURA

1 Prueba los alimentos antes de ofrecerlos para asegurarte de que estén lo suficientemente blandos (como para que los puedas aplastar presionándolos contra el paladar con ayuda de la lengua) o que sean lo bastante grandes y fibrosos como para que, al chuparlos, no se desprendan trozos pequeños, como tiras de carne o pollo. Esto será especialmente importante durante los primeros meses.

2 Asegúrate de ofrecer trozos grandes (más grandes que el puño del bebé o más largos que su mano) durante los primeros meses. Una vez aparezca el dominio de la pinza se podrá ir reduciendo poco a poco el tamaño de los alimentos ofrecidos.

3 Asegúrate de que el bebé esté sentado correctamente al comer: no debe estar inclinado hacia atrás.

4 Nunca dejes al bebé alimentarse sin supervisión, debemos acompañar el proceso de principio a fin.

5 Sería recomendable realizar un curso de primeros auxilios para disponer de herramientas y saber cómo actuar ante un episodio de asfixia, que no necesariamente estaría ocasionado por algún alimento, sino que podría ocurrir con cualquier objeto pequeño de la casa.

6 Evita ofrecer alimentos pequeños y muy duros como frutos secos enteros, uvas o cerezas (a menos que retires las semillas y los cortes en láminas o los aplastes) o vegetales como zanahoria cruda cortada en trozos (hay que evitar cortarlas en rodajas aunque podría ofrecerse rallada). Además, la manzana cruda suele relacionarse con episodios de atragantamiento (posiblemente debido a que es resbaladiza), por lo que, antes de ofrecerla, deberá cocerse durante unos minutos al vapor.

Pero si aún no nos sentimos seguros, ¿podríamos utilizar la malla para alimentos?

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No sería recomendable, ya que limitaría la interacción del bebé con la comida que probase y obstaculizaría la adaptación a las texturas de los alimentos.

En muchas ocasiones, esta malla cumple el único propósito de permitir a los familiares desarrollar la confianza en la capacidad del bebé para autoalimentarse, por lo que, tras un par de semanas de ser testigos de las habilidades del peque, dejará de emplearse.

Si el bebé muestra las señales de estar preparado para iniciar la AC, podríamos inferir que lo estará también para gestionar los alimentos que le ofrecemos y, si seguimos los consejos para poner en marcha el BLW de forma segura, no necesitaremos ninguna medida adicional.

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Sería aconsejable que nos preparásemos para afrontar este momento de modo que no limitásemos la experiencia de nuestros bebés.

Se recomienda revisar la guía de primeros auxilios elaborada por la sociedad española de cuidados intensivos pediátricos, disponible en:

 

https://www.secip.com/publicaciones-relacionadas/publicaciones-relacionadas/gu%c3%ada-pr%c3%a1ctica-de-primeros-auxilios-para-padres

cap-14

BLW Y EL HIERRO

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA PREVENIR LA APARICIÓN DE ANEMIA?

Uno de los motivos por los que se ha desaconsejado este método en el pasado es la supuesta limitación del hierro en la dieta del bebé, que no tiene por qué ser una realidad.

De ser esto un problema real, que hasta el momento no se ha demostrado en los estudios realizados al respecto, podríamos subsanarlo teniendo en cuenta ciertos consejos, como priorizar la oferta de alimentos ricos en hierro en las distintas comidas del día.

Por esto ha surgido una estrategia conocida como BLISS (baby led introduction to solids) o BLW 2.0, que no es más que el BLW que comentamos en este libro, pero llevado a la práctica poniendo especial atención en la oferta de alimentos ricos en hierro, en aquellos aspectos que favorezcan o inhiban su absorción y en la educación de las familias para aplicar estos consejos con éxito.

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Alimentos ricos en hierro:

Legumbres, cereales integrales, verduras de hoja verde y frutos secos.

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Alimentos ricos en vitamina C:

Las frutas, hortalizas y verduras crudas. Perejil fresco picado.

Además se aconseja:

1 Educar a la población sobre la importancia de retrasar el pinzamiento tardío del cordón umbilical durante el nacimiento, siempre que sea posible.

2 El pinzamiento tardío (más de 3 minutos) disminuye el riesgo de anemia futura y mejora los niveles de hierro en el organismo del bebé.

Asegurarnos de ofrecer un alimento que aporte hierro (carne y pescado principalmente pero también fuentes vegetales + vitamina C) en cada comida. Aunque tal vez no siempre quiera comerlo, tendrá la posibilidad de cubrir las necesidades de este mineral a lo largo de las distintas comidas si mantenemos la oferta de estos alimentos.

3 Evitar la ingesta de leche de vaca como bebida principal antes del año, además de evitar exceder los 500 ml al día de esta una vez se superen los 12 meses.

Hay que tener en cuenta los factores que facilitan u obstaculizan la absorción del hierro en la dieta para favorecer el aporte suficiente de hierro.

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Facilitan la absorción del hierro:

Ácido ascórbico o vitamina C (cítricos, bayas, brócoli, pimiento…).

Proteínas de la carne (su hierro se absorbe en un 25 % y facilita la absorción del hierro presente en otros alimentos).

Leche materna (su hierro se absorbe en un 50 %).

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Obstaculizan la absorción del hierro:

Fitatos (salvado de cereales).

Polifenoles (café, té…).

Calcio (leche, col, brócoli, alubias…).

Estrategias como adelantar el inicio de AC antes de los 6 meses o de que el bebé muestre señales de estar preparado o suplementar a todos los niños amamantados sin tener en cuenta sus características individuales no serán de ayuda y podrían traer consigo mayores riesgos que beneficios. Si tienes dudas en este sentido, lo mejor será consultarlo con tu pediatra y dietista-nutricionista.

Puedes leer más acerca de BLW y hierro en:

 

http://nutrinenes.com/hierro-en-bebes-prevenir-la-anemia

https://comocuandocomo.wordpress.com/2017/01/20/a-vueltas-con-el-hierro-en-el-babyled-weaning-blw/

cap-15

BLW: ALERGIAS E INTOLERANCIAS

SOBRE LOS ALIMENTOS QUE PUEDEN PROVOCAR ESTOS TRASTORNOS

Durante muchos años, e incluso aún hoy en día en muchas consultas de pediatría, se ha recomendado a las familias evitar ofrecer alimentos potencialmente alergénicos antes del año.

Esta recomendación no cuenta con sustento científico desde hace una década, cuando distintos organismos como la Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (ESPGHAN), entre otros, llegaron a la conclusión de que retrasar la oferta de este grupo de alimentos no solo no presentaba ninguna ventaja, sino que, además, en algunos estudios* se encontró que probar alimentos como el huevo o los cacahuetes (triturados o en crema) en torno a los 6 meses podría prevenir la aparición de alergias futuras.

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Entre las reacciones adversas que pueden presentarse encontraremos manifestaciones cutáneas como eritema, urticaria, angioedema, dermatitis atópica; manifestaciones gastrointestinales como vómitos, dolor abdominal, diarrea y con menor frecuencia manifestaciones respiratorias. Si tras probar algún alimento notases la aparición de alguno de estos síntomas, retíralo y consulta con tu pediatra antes de ofrecerlo nuevamente.

Alimentos potencialmente alergénicos

Leche de vaca, cabra y oveja

Huevos

Frutos secos

Gluten

Soja

Pescado

Semillas (especialmente sésamo)

Frutas cítricas

Nota: en caso de antecedentes familiares de alergias alimentarias, de dermatitis atópica o de reacciones previas a algún alérgeno, el pediatra podría sugerir retrasar la introducción de ciertos alimentos potencialmente peligrosos.

Consejo: comenzar las pruebas de alimentos con aquellos de baja alergenicidad, y, una vez el bebé haya tolerado algunos de estos, progresar con las pruebas de los potencialmente alergénicos, prefe

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