Stranger Kids 1 - 24 horas sin padres

Isaac Palmiola

Fragmento

cap-1

Si estás leyendo esto es porque te gustan los retos. Y aquí no vas a vivir un reto cualquiera: ¡eso sería demasiado aburrido! Y no hay NADA peor que el aburrimiento.

Este es el mejor reto de la historia, porque es…

Antes de empezar, me presento, porque es de buena educación, o eso dicen. Yo soy Mery y este que está a mi lado es Dani.

En realidad, lo raro es que estemos los dos solos, porque nuestro mejor amigo Omar siempre se acopla. Y también Timba, nuestro mejor perro.

 

Aquí parecemos muy serios y responsables, pero solo disimulamos, como cuando te pillan mascando chicle, ¿sabes?

La VERDADERA REALIDAD es que, aunque disimulemos por fuera, por dentro ahora mismo estamos SUPERHIPERMEGAEXTREMADAMENTE felices.

Pues porque estamos a punto de vivir el día más emocionante de nuestras vidas:

Es más:

Pero un momento. Primero acabo con las presentaciones. Estos dos de aquí son nuestros padres:

 

Aquí parecen muy serios y responsables. Pues bien, son exactamente lo que parecen:

 

Por eso hoy es el mejor día de la historia de la humanidad desde la invención del helado, porque POR FIN…

Sin duda, es el mejor reto del mundo: ¡un día sin padres!

Pero… AÚN NO SE HAN MARCHADO.

Antes, como siempre, toca el momento «DISCURSITOS DE PADRES».

—¿Y cuáles son estas normas? —pregunto yo con voz inocente.

 

 

—¡Los llamamos «LOS DIEZ MANDAMIENTOS»! —anuncian mientras nos muestran lo que han anotado en la pizarra.

 

Parece que aún es peor que una clase, porque nuestros padres se ponen a recitar las normas con una voz tan SINIESTRA Y AMENAZADORA que parece surgida de las profundidades de la cueva más espeluznante de Tragalobos, nuestro pueblo.

 

Para la séptima norma, mamá se pone muy seria:

—Sois responsables de que a Timba no le pase nada —nos recuerda—. Hemos oído que últimamente han desaparecido algunos perros en Tragalobos y ya sabéis que Timba a veces se escapa por la puerta de la cocina… Así que SIEMPRE tiene que estar cerrada. ¿Entendido?

Dani y yo miramos a Timba: ¡claro que lo cuidaremos al máximo!

 

—¿Han quedado claras todas las normas? —pregunta mi padre.

Dani y yo asentimos en silencio.

Nuestra actuación tiene que ser impecable.

PERFECTA.

 

Los dos ponemos cara de inocencia y nos comportamos como HIJOS MODÉLICOS. Ayudamos a llevar las maletas de nuestros padres al coche y nos quedamos diciendo adiós con una SONRISA ANGELICAl.

 

Supongo que ya habréis adivinado que nuestra sonrisa angelical se vuelve DIABÓLICA en cuanto el coche cruza la esquina.

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