Karina & Marina Secret Stars 4 - Cupcakes y corazones

Karina & Marina

Fragmento

cap-1

¿¿¿Es que no me va a salir NADA BIEN???

Esto es horrible, DESASTROSO, ¡una desgracia absoluta! No me puedo creer que me esté pasando a mí. ¿Qué le he hecho al universo para que me pasen estas cosas?

Espera, a lo mejor me estoy adelantando, así que voy a explicarte paso a paso por qué este está siendo un día DE PERROS.

La mañana ha empezado bien en el instituto de Miami al que asistimos Marina y yo. Al final llevar esta doble vida en la que somos concursantes de un programa de canto y baile internacional, mientras tratamos de ser normales en un instituto, parece que no va del todo mal. O eso PENSABA.

Cuando he entrado en la clase de matemáticas, me han dado la increíble noticia de que he aprobado el examen. ¡Menos mal! ¡Una tregua para Karina! Porque los exámenes en inglés no se me están dando... muy bien que digamos.

¡Pero los números son números aquí y en España! De modo que unos cuantos vídeos de YouTube han podido explicar todo lo que no entendía de estos ejercicios y voilà! ¡Conseguido! ¡Matemáticas aprobadas!

Aunque, CLARO, después me ha tocado entrar en clase de literatura y ¡BFFFF! Eso ya es otro tema. O sea, si leer libros antiguos que nadie del instituto quiere leer en español ya es ABURRIDO, imagínate cómo es eso en INGLÉS. ¡Encima en inglés antiguo! ¡No hay quien lo entienda!

Desde esa asignatura, todo ha empezado a ir mal. Que si historia, que si ciencias, que si EDUCACIÓN FÍSICA.

Y todo habría ido mejor si, al menos, Jack hubiera estado conmigo. Aunque cuando nos fuimos de campamento hace unas semanas tuvimos nuestra primera cita OFICIAL, la verdad es que todavía no tengo claro si es mi novio o no. Así que HOY iba a preguntarle sobre el tema.

¡Estaba decidida a hacerlo! Iba a plantarme delante de él y a obligarle a hablar sobre este asunto porque lleva días EVITÁNDOME. ¡Estoy cansada de no saber si somos algo! Y si me tengo que esperar a que sea él quien dé el primer paso, ¡me saldrán canas por el camino!

Pero resulta que hoy Jack tenía MÉDICO. ¡O sea que, nada, no he podido hablar con él (prometo que el lunes en cuanto lo vea no se va a librar de hablar conmigo sobre este tema).

Y por si eso fuera poco, encima Helena, mi única amiga en el instituto (a ver, no es que sea mi única amiga... ya sabes, todo el mundo quiere ser como yo. Pero soy muy selectiva con mi compañía), está estresada con un trabajo que tiene que entregar para su clase de ciencias.

¡Así que el estrés de otros me ha estresado a mí!

Se me está notando muchísimo en la PIEL, en las UÑAS y hasta en el PELO, que se me ha resecado y todo. ¡Y eso no puede ser!

En cuanto he cruzado la puerta de Casa de Popstars, he ido directamente a la peluquería. Ya me habían dicho que tenía que pasarme por allí porque necesitaba un cambio de look. ¡El cambio de look lo necesitarán ellos, porque yo soy PERFECTA tal y como soy!

Pero nunca viene mal una sesión de mimos doble en la peluquería, de modo que he ido hasta allá sin pensármelo demasiado.

Total, ¿qué podría salir mal?

Me han puesto un producto que olía FATAL y me ha dado una angustia horrible, en cuanto me ha rozado el cuero cabelludo ¡ha empezado a picarme tanto que solo quería arrancarme la cabeza! Y, encima, cuando me lo han quitado, la peluquera casi me derrite el cráneo con el agua HIRVIENDO que me ha echado. Pero lo peor no es eso, no... lo peor es que...

—¡¡¡TENGO EL PELO ROJO!!! —digo en cuanto me miro en el espejo.

Pero no soy pelirroja natural como Juliet, que tiene un color naranja muy bonito... ¡es rojo como el kétchup!

Y, bueno, sin contar el INFARTO que casi me da, he de decir que no me queda nada mal. ¡Por favor, a mí TODO me queda espectacular!

Pero NADIE me ha pedido permiso para hacer esto. ¡Estoy segura de que no entra dentro de mi contrato con el concurso! Mi madre JAMÁS dejaría que nos cambiaran físicamente sin nuestro consentimiento.

—¡Karina! ¡Lo siento mucho! —me dice la peluquera al borde de las lágrimas—. Me he equivocado de producto y... en lugar de hacerte un baño de color te he puesto un tinte permanente.

¿Y ahora qué voy a hacer? Me miro en el espejo, en shock porque todavía no he asimilado que soy un bote de kétchup con patas.

Lo peor es que no estoy sola en la peluquería. Trevor, uno de los concursantes que está aguantando gala tras gala, también está aquí, aunque a él le han cortado bien el pelo y le han hecho uno de esos dibujitos con la maquinilla brutales.

Me sonríe antes de decir:

—Yo creo que te queda guay.

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Suspiro cuando, en ese momento, me vibra el móvil en la mano.

¿Qué más me puede pasar hoy? (Esta es una pregunta que NUNCA debes hacerte, porque siempre se gafa).

Y, en efecto, el mensaje es de parte de la dirección del concurso:

Alumnos, en media hora os queremos ver en el salón para una reunión urgente y de vital importancia para vuestra situación en el concurso.

Trevor me mira, parece que ha recibido el mismo mensaje. Creo que no tengo tiempo para preocuparme por el cambio de look ahora mismo. Aunque cuando me miro de nuevo en el espejo... no sé. A lo mejor me venía bien, ¿no?

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cap-2

Estoy saliendo del gimnasio cuando oigo el GRITO inconfundible de Karina desde la otra punta de la mansión.

No le doy mucha importancia, porque ¡Karina es muy de gritar! Grita por TODO: cuando se emociona, cuando le sale algo mal, cuando le sale todo bien... Sin ir más lejos, esta mañana ha gritado delante de todo el mundo en clase de matemáticas cuando le han dado la nota de su examen.

Así que supongo que si ha gritado así mientras estaba en su sesión de peluquería y maquillaje puede ser simplemente porque se ha enamorado de su reflejo una vez más.

Yo he decidido aprovechar para ir a entrenar un rato. ¡Y no sabes qué motivación tengo! Estoy imparable. He hecho cardio, pesas y hasta un poco de yoga. ¡Una sesión muy intensa!

Y ahora que me he dado una ducha estoy SOÑANDO con el mugcake saludable de chocolate que me prepararé para merendar.

Me ruge el estómago solo de pensarlo y voy hasta la cocina dand

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