Su carrito
No hay más artículos en su carrito

CORRERTUS PASOS HACIA EL EQUILIBRIOMartin GiacChetta

A mi mamá, a mi papá y a mi hermano por estar siempre a mi lado a pesar de las distanciastripas_correr.indd 519/04/12 08:04
Edición en formato digital: enero de 2014© 2012, Martín Giachetta© 2014, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 BarcelonaQuedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográcos, http://www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Fotografías:© Jorge Miquelarena: páginas 2, 4, 8, 12, 16, 18, 25, 26, 28, 31, 33, 35, 41, 45, 50, 66, 69, 75, 79, 84, 87-88, 90-94, 105-106, 121-122© Getty Images: páginas 80, 81, 82, 83, 99, 100, 103, 111, 114Las fotografías de las páginas 56, 71, 98, 129 y 147 han sido cedidas por el autor. El resto de las imágenes han sido cedidas por Armando (página 23), Carlos Sánchez Castillo (página 132) y Alfredo Arán Iglesias (página 139).
Diseño de la cubierta: Penguin Random House Grupo Editorial /Gemma Martínez
Imagen de cubierta: © Jorge Miquelarena ISBN: 978-84-253-4873-0Maquetación: Pau LlavadorComposición digital: Newcomlab S.L.L.www.megustaleerebooks.com
Imagen de cubierta: © Jorge Miquelarena ISBN: 978-84-253-4873-0Maquetación: Pau LlavadorComposición digital: Newcomlab S.L.L.www.megustaleerebooks.com
INTRODUCCIÓN9MI ObjeTIvO¿Por qué y para qué correr? 14Mi objetivo 19Empezando a correr 24Los primeros pasos 27La importancia de visualizar un objetivo 29Cuándo debemos correr 32Fortalecer las bases 34Aspectos a tener en cuenta en tus entrenamientos y antes de una carrera popular 57Cómo programar la temporada 63Viajar y correr 65Más allá De CORReR 74Entrada en calor, desarrollo y vuelta a la calma 76Músculos fuertes… y exibles 78La importancia de una buena pisada y una correcta alineación corporal en el corredor 95Descansar puede ser tu mejor entrenamiento104NUTRICIÓN 107Los primeras zancadas se dan frente al plato 107Los hidratos de carbono 110Las grasas 114Las proteínas 115Hidratación117HIsTORIas qUe MeReCeN seR INMORTalIzaDas123Mi historia 123Nieves125Efraín127Carlos y Alfredo 133Javier143DespeDIDa Del aUTOR 148agRaDeCIMIeNTOs149ÍNDICe alfabéTICO 150ÍNDICEtripas_correr.indd 719/04/12 08:04

8 / CORRER

n domingo de verano, en el pequeñosalón de mi casa, mientras se oía defondo a Joan Manuel Serrat cantandouna canción de Joaquín Sabina que se titula «A laorilla de la chimenea», me serví un vaso de aguafría. No hacía mucho que me había despertadode una merecida siesta tras haber corrido 23 kmhacia las diez de la mañana. Mientras realizabaese entrenamiento matutino, como en tantosotros, pensaba. No recuerdo un día en que nohaya pensado en algo concreto mientras corro.Podría parecer una obviedad este comentario,ya que siempre estamos pensando en algo con-creto, ridículo o relevante, pero en algo concretoal n y al cabo. Sin embargo, en mi caso, aunquetenga cualquier tipo de problema, esos pensa-mientos, al repasarlos mientras corro, siemprese vuelven positivos, resolutivos o, simplemen-te, más constructivos. Cuando leí Los 7 hábitos de la gente altamenteefectivade Stephen R. Covey, me llamó podero-samente la atención un proverbio que incluyóen su libro: «Siembra un pensamiento y cosechauna acción, siembra una acción y cosecha un há-bito, siembra un hábito y cosecha un carácter,siembra un carácter y cosecha un destino». Es-tas sencillas palabras guardaban relación direc-ta con lo que me ha aportado el correr a lo largode mi vida. Para mí, correr es sinónimo de pen-sar, y pensar es sinónimo de buscar. No voy a presumir de mis capacidades ni tampo-co a infravalorarlas, pero sí debo decir que paramí, y para cualquier persona, es fundamentalconocer lo que somos capaces de hacer. Lue-go decidiremos si lo queremos hacer o no, perodebemos experimentar, al menos, lo que somoscapaces de hacer. El hábito de correr me ayudó, indirectamente, adescubrir alguna de esas capacidades, pero tam-bién a conocerme a mí mismo. Me ayudó a per-der el miedo a lo desconocido y, por encima detodo, a creer mucho más en mí. No sé si se tratade grandes capacidades o no, pero sí sé que sonCualquier cosa que puedas hacer o que creas que puedes hacer, comiénzala. La osadía contiene poder, genio y hasta magia en su interior. JOHANN WOLFGANG GOETHEINTRODUCCIÓN / 9INTRODUCCIÓNU

mis capacidades y creo que suponen una granventaja para el desarrollo personal. Gracias amis carreras, he sabido que cuando algo apareceen mi cabeza de manera persistente es porquealgo debo hacer, algo debe nacer. En este caso, mi pensamiento me obligaba a ac-tuar, y hacer lo que pienso y siento lo considerouna virtud y una buena capacidad. Curiosamen-te, aquel proverbio de Covey tenía muchas si-militudes con lo que yo estaba viviendo: aquelpensamiento produjo una acción, esa accióndurante mucho tiempo se materializó en hábi-to, y ese hábito contribuyó a forjar aún más micarácter. Mi carácter siempre me llevará, conabsoluta seguridad, a un buen destino.No sabía ni cuándo ni cómo iba a materializar esepensamiento, solo sabía que, mientras corría, des-de hacía mucho tiempo fantaseaba, pensaba o talvez soñaba con escribir un libro sobre una de misactividades preferidas: correr. Siempre tuve esesueño, pero hubo un momento en que esa idea sehizo cada vez más persistente en mi cabeza.Aquel domingo después de la siesta, y con unvaso de agua en la mano, empezó mi debate in-terno sobre cómo hacerlo y si sería capaz dellevarlo a cabo. Por suerte, mi vocación y losconocimientos que he acumulado a lo largo delos años que llevo practicando esta actividadme dieron la tranquilidad necesaria para poderafrontar esta obra. La decisión estaba tomada,seguramente motivado por la ación que teníami madre a escribir y por mi amor a correr encualquier sitio, pero también por el deseo detransmitir a muchas personas las maravillosassensaciones que genera esta actividad. En cual-quier caso, lo cierto es que ese domingo empecéa dar los primeros pasos de esta obra. La incertidumbre se apoderó de mí por com-pleto, no sabía cómo desarrollar esta idea. Miyo interior volvía a la carga cuando me invadíanlas dudas, y me decía que me olvidara de escri-bir y me fuera a tomar el sol. Estuve tentado dehacerle caso, pero una vez lanzado e ilusionado,nada pudo detenerme. Me puse a buscar, o me-jor dicho a investigar, entre mis libros, revistase internet alguna idea o palabra que me sirvierade puente para empezar a desarrollar las prime-ras líneas. Acababa de nalizar mi decimopri-mera mudanza en los diez años que hacía queresidía en Madrid, y en medio del desorden apa-reció una enciclopedia llena de polvo. Quizá porcuriosidad o, si he de ser sincero, debido a que nosabía por dónde comenzar, la empecé a hojear.Se me ocurrió buscar el signicado de la palabra«correr». Quería saber qué se escondía detrás deeste término y cómo era denida en un diccio-nario la base sobre la que se iban a desarrollar laspróximas páginas.En aquel tomo, el número cinco de la Gran enci-clopedia universal, lo primero que encontré fueque, etimológicamente, la palabra «correr» pro-viene del latín. Currere—con un pequeño símbo-lo encima de la uy de la primeraeque soy incapazEl hábito de correr me ayudó aconocerme amímismo.10 / CORRER

INTRODUCCIÓN / 11de encontrar en mi MacBook— era como llama-ban nuestros antepasados a la acción de correr.Al seguir leyendo aquella enciclopedia, encon-tré una primera denición muy escueta: «1 Ca-minar deprisa». Me sorprendió mucho, ya que,en todo caso, esta denición debería aplicarse ala palabra «marcha». Pero mi sorpresa no termi-nó ahí. A medida que avanzaba en las siguientesdeniciones, se me fueron abriendo cada vezmás los ojos y fui frunciendo el ceño, ya que noesperaba que la palabra correr tuviera tantasacepciones y que ninguna de ellas se acercara alo que yo pienso que es «correr»: «2 Hacer alguna cosa con rapidez. 3 Moverse losuidos y líquidos. 4 Soplar el viento. 5 Discurrirlos ríos. 6 Ir, pasar, extenderse. 7 Transcurrir eltiempo. 8 Circular, difundirse las noticias, losrumores, etc. 9 Estar a cargo de alguna cosa. 10Ir devengándose las pagas o salarios. 11 Sacar acarrera abierta al animal en el que se cabalga.12 Perseguir, acosar. 13 Lidiar los toros. 14 Cam-biar de sitio. 15 Echar el cerrojo, la llave, etc. 16Hablando de velos, cortinas, etc., tenderlos orecogerlos. 17 Desatar el nudo o las lazadas deuna cinta o cordón. 18 Estar expuesto a ciertascontingencias. 19 Recorrer, visitar lugares. 20Avergonzar y confundir. 21 Apartarse. 22 Derre-tirse las velas o bujías. 23 Hablando de coloresy tintas, etc., extenderse. 24 g. y fam. Llegar alorgasmo. A todo correr. Con la máxima rapidezposible. Correrla, andar de juerga».Sin salir de mi asombro por todo lo leído ante-riormente, y conrmando mi ignorancia al res-pecto, pensé inmediatamente que la personaque había escrito tales deniciones era muy cul-ta e inteligente, pero no había corrido en toda suvida. Decidí que este libro debía empezar de-niendo lo que para mí, y seguramente para todoslos corredores, es y será siempre «correr». Correr es la manera de desplazarnos más rápi-damente de un sitio a otro. Quien practica estaactividad periódicamente experimenta cambiosreales y positivos en su vida. Está sucientemen-te comprobado que correr fortalece tu corazóny hace que tu aparato circulatorio y respiratoriosea más eciente. Refuerza tus defensas y segregauna sustancia bioquímica llamada «endorna»,que, entre otras funciones, se encarga de aplacarel dolor, disminuir el estrés y proporcionar felici-dad. Correr no solo tonica tu musculatura en ge-neral, también se encarga de fortalecer tu mentey aumentar tu autoestima. Correr es sinónimo dealegría, equilibrio y bienestar.Así fue como arranqué este libro. Ahora que hecumplido mi deseo, veo que es el resultado dehaber dado muchos pasos a lo largo de mi vida.Crecí corriendo, crecí haciendo deporte, y du-rante mi infancia llegué a dormir con mis zapa-tillas deportivas nuevas debido a la enorme ilu-sión que me causaba practicarlo.Hace más de quince años, y tras mi frustradopaso por el baloncesto, empecé a correr lenta-Correr es sinónimo de alegría, equilibrio y bienestar.

12 / CORRERmente, sin hacer locuras e interpretando lassensaciones que mi cuerpo me transmitía. Pocoa poco quería que esas sensaciones fueran a másy para reemplazar los partidos de baloncestoque jugaba cada semana, me apuntaba a cual-quier carrera popular que se organizaba cercade mi nueva ciudad. Empecé corriendo 5 km,luego fueron 10 km, hasta que llegaron los tantemidos medios maratones. Estaba muy con-tento con mi nueva práctica deportiva, pero nocon mis marcas, que dejaban mucho que desear.Sin embargo, por mi estado de forma, me sentíamuy orgulloso de poder superarme poco a poco. Un martes cualquiera por la mañana y sin querer-lo me crucé con un desconocido que corría por elmismo parque que yo. Llevaba una camiseta quetenía impreso un eslogan sobre el maratón que de-cía: «Una cosa menos que hacer en mi vida».Esa fue otra idea permanente que se instaló enmi cabeza, y no había día que no pensara en de-butar en la mítica distancia de 42,195 km. Eraalgo que quería hacer en la vida. Ahora ya hacemás de cinco años que experimenté correr unmaratón. El esfuerzo que provocó terminarloy el cansancio posterior no frenaron mi ambi-ción de buscar nuevas sensaciones. Me gustótanto correr esa distancia que, en el tiempo queha transcurrido desde aquel día, además de cru-zar corriendo la cordillera de los Andes y partedel Sáhara, he nalizado dieciséis maratonesen varias ciudades del mundo. Esto me motivapara seguir corriendo cada vez más y hace queme sienta cada día más vivo. Me siento en unacontinua búsqueda de nuevos retos en el aspec-to deportivo, profesional y, por qué no, tambiénen el plano personal. Correr, además de darmeseguridad, ¡hace que me sienta libre!

INTRODUCCIÓN / 13No sé muy bien lo que buscas al comprar un li-bro que trata sobre «correr». Pero antes de quesigas leyéndolo quiero sincerarme contigo. Estelibro no te va a aportar nada si no pones algo de tuparte. No te pido mucho, solo que estés abierto yte dejes llevar. Ya escuché muchísimas veces queno te gusta correr, que sientes que correr no espara ti. Pero permíteme decirte algo: tú puedes correr. Deberías experimentar la sensación de co- rrer, porque primero debes saber lo que eres ca-paz de hacer para luego decidir con criterio. Nopretendo que seas un gran maratoniano ni uncorredor de fondo, no busco que me imites ni amí ni a ningún deportista de élite. Este libro bus-ca transmitirte los benecios que proporcionacorrer, y cuando digo «correr», me da igual quesea durante un minuto o durante tres horas. Sisupieras lo que te aportaría correr, al menos tra-tarías de intentarlo. No sé si lo conseguiré, perocon palabras sencillas quiero darte toda la infor-mación necesaria sobre qué y cómo comer antesde la práctica deportiva, para que puedas dar tusprimeros pasos. Quiero que conozcas todos lospequeños detalles que harán que tus salidas seanun éxito. Antes de ponerte tus zapatillas tendráslos mejores planes de entrenamientos para ga-rantizar las mejores sensaciones.Correr no solo se limita a ponerte tu indumenta-ria y empezar a dar pasos rápidos por las calles. Sisolo fuese eso las personas no se frustrarían o notendrían tanto miedo a intentarlo. Te presenta-ré un abanico de posibilidades para que escojasel camino que se adapte a ti y a tus necesidades.Quiero que sepas que no todos los benecios deesta maravillosa actividad son físicos. Van muchomás allá de lograr piernas denidas o un vientremás plano. Correr cambiará literalmente tu vida.Debes intentarlo.Mi sueño se ha cumplido. Aquel pensamientoque tuve al correr dio sus frutos. Ahora solo de-seo que eches a correr, te dejes llevar y escuchesa tu cuerpo. Los corredores expertos podrán re-memorar sensaciones o revivir experiencias almismo tiempo que se sentirán identicados conlas historias de los runners que participan eneste libro. Aquellos que corren de vez en cuando,o que lo hicieron en su juventud, podrán encon-trar la manera de retomarlo o de mejorar su ren-dimiento a través de todos los consejos y trucosque encontrarán en las próximas páginas. Pero,fundamentalmente, este libro está pensado ydiseñado para aquellos que piensan que no pue-den, que quieren correr pero tienen miedos, queles gustaría hacerlo pero sienten incapacidad.Pensé al escribir estas páginas en todas las perso-nas que alguna vez lo intentaron y fracasaron sinencontrar el lado positivo del running. Anímate,inténtalo. ¿Qué puedes perder? Nada. ¿Qué pue-des ganar? Salud, autoestima, belleza y admira-ción. Creo que no es poco. ¡Adelante!No busques superar a nadie, busca superarte a ti mismo. MARTÍN GIACCHETTA

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ CORRER? |2| MI ObjeTIvOiempre me he hecho este y otro tipo depreguntas antes de salir a correr y du-rante todas las carreras en las que mehe inscrito. Sé muy bien que no podría vivir sincorrer, pero la guerra contra la pereza y el sufri-miento, en mi caso, es continua. Eso sí, la ganosiempre y nunca me voy a dejar derrotar. Segu-ramente, si corres, te sentirás identicado conel párrafo que vas a leer a continuación, puesdescribe una actitud muy común en la mayo-ría de los que empezaron hace tiempo a correry aún no han descubierto o experimentado susbenecios. Es también un pensamiento exten-dido entre quienes ni siquiera intentaron lle-varlo a la práctica. Y, por qué engañarte, los quecorremos desde hace mucho tiempo tambiénlo pensamos en más de una ocasión.«Qué pocas ganas tengo de salir a correr hoy…»;siempre es lo mismo. Dar un paso tras otro pa-sando frío o calor, y a veces hasta mojándomepor culpa de la lluvia. La piel de mi cara se vacurtiendo y el tiempo deja su huella en misarrugas, cada vez a mayor velocidad. ¿Para quécorro, pudiendo estar en el sofá de casa miran-do la televisión? ¿Por qué corro, si podría estartomando una cerveza con los amigos y rién-dome a carcajadas? No tiene sentido, no tie-ne explicación, nada justica estar sufriendodeesta manera. Corro riesgos innecesarios delesionarme o de coger un resfriado, y encima,cuando entre en casa, se enfadarán conmigopor llegar tarde, o por no quitarme las zapati-llas sucias y dejar todo el suelo marcado. Estáclaro: correr no sirve para nada. Cuando estoy de vacaciones y renuncio a lacompañía de mi familia o mis amigos por ir acorrer; o un sábado por la noche, cuando melo estoy pasando genial pero debo irme tem-prano porque al día siguiente tengo una ca-rrera o un entrenamiento duro; o un domingoCuanto más largo sea el camino, cuanto más duro y más obstáculosencuentres en él… más grande será la satisfacción de haberlo recorrido para llegar a la meta. MARTÍN GIACCHETTAS14 / CORRER

MI OBJETIVO / 15MI OBJETIVO / 15de invierno, cuando estoy con mi pareja por lamañana y tengo que salir a entrenar… En to-das esas ocasiones, me pregunto: ¿quién memanda a mí ir a correr? E insisto: ¿pero quiénme habrá mandado a mí ir a correr? ¿Quiénhabrá sido? ¿Quién…? En ese orden, e inclusoen un tono mucho más contundente. Las respuestas a este tipo de preguntas las tie-ne mi yo interior. No siempre estoy de acuer-do con esa voz interior que todo lo cuestiona, pero esta vez debo decir en su defensa que su repuesta suma y me pone en mi sitio. De ma-nera impertinente y fría, al mismo tiempo que rápida y escueta, me dice: «Porque tú lo elegiste. Nadie te obligó. Ahora, te aguantas». Y esa es una gran verdad, esa es la realidad. Nadie me obliga, lo elijo yo. Aun así, tanto al principiante como a los muy experimentados, les cuesta salir a correr. Siempre queremos apagar el despertador en invierno y quedar-nos en la cama. Siempre preferimos la man-tita, el sofá y la película en casa, antes que la carretera o el camino. Por no hablar de esos días calurosos en los que cualquiera escoge-ría la piscina antes que sudar y deshidratarse bajo el sol. Tod