Es un libro ameno de leer, con un lenguaje que te hace estar presente en cada conversación de los personajes, el autor tiene una pluma sencilla lo que hace que puedas seguir de forma fácil cada una de las experiencias.La lectura es ligera, la trama no es complicada tiene un juego temporal que es necesario estar atento para no perderse; el lenguaje es claro y común. Los personajes son pocos esto le da más sencillez a la historia, los protagonistas se desarrollan a medida que pasan sus experiencias, según mi punto de vista la evolución de los personajes es primero emocional y en segundo plano personal.El resto de personajes que aparecen en la historia, tienen apariciones puntuales que solo le dan contexto a la trama, no impactan de forma directa en la historia principal. La última escena que relata el libro nos presenta a un personaje interesante, pero con poco desarrollo, hubiese sido interesante conocer un poco más de él para entender sus motivaciones, pero lo cierto es que lo que el autor muestra es suficiente para darle sentido al desenlace de la historia.La trama surge alrededor del negocio de los vinos, los protagonistas se conocen en una reunión de trabajo en un viñedo y será esta bebida la que maride cada encuentro, es la excusa para el siguiente encuentro.La historia comienza con un hecho importante que marcará pautas de la trama, los personajes pasan por diferentes ciudades, la descripción es detallada, puedes imaginarlo y vivir en primera persona cada viaje. Comienzan en Francia y termina en Nueva York, todo un viaje lleno de emociones y contradicciones.En las historias se muestran diferentes miradas del amor, más allá de la atracción sexual, lo que más me ha gustado es la complicidad que existe en la pareja de protagonistas; ella a su estilo, procura le bienestar de André, él por su parte disfruta, con miedo pero entregado a la experiencia.El protagonista es André que conoce a Michelle 25 años mayor que él y desde el primer momento conectan, una unión con poder, con admiración, con amor, pero sobre todas las cosas con mucho cuidado del uno con el otro. Conocer a Michelle le sirvió para conocerse a sí mismo y reconocerse con su entorno.André es un personaje que evoluciona a lo largo del libro, comienza en su rol de ejecutivo, formal, distante, en su zona de confort, conocedor de vinos y mostrando lo que hace pero no lo que siente y termina vulnerable, enamorado, expectante de las oportunidades que la vida le presenta, yo me atrevería a decir que termina viviendo y agradeciéndole a Michelle su llegada.El libro se divide en dos partes, la primera dedicada a Michelle, la conoces desde los ojos de André, es una mujer imponente con una personalidad fuerte, su madurez le da las tablas para plantarse y vivir la vida a su manera, dispone de la gente que le rodea, ella prepara la vida que quiere vivir junto a otros, por donde pasa deja huella, es capaz de influir aun cuando está ausente, ella mueve los hilos detalladamente y sucederá lo que planea. Esta primera, parte es un viaje al pasado es importante estar atentos el inicio del libro tiene un juego temporal que no puede perder de vista a lo largo de la trama. La segunda parte está dirigida a André, conocemos desde su mirada como vive la experiencia con Michelle, le entusiasma esa marea de emociones, es capaz de hacer cosas que no hubiese imaginado; confían en ella, aunque con mucho miedo, no sabe qué pasará, pero sigue dando pasos para construir su vida.Los personajes que acompañan a los protagonistas no tiene gran complejidad, no se roban la historia principal que surge entre Michelle y André, aparecerán amigos de André que son sus confidentes, lo acompañan en su reflexión, lo aúpan a tomar acción y lo enfrentan a sus miedos.Michelle es una mujer enigmática, poderosa y dispuesta dejar un legado.André es un hombre expectante de lo que le depara la vida. Al leer esta historia reflexionas sobre tres temas: primero los prejuicios que nos rodean en torno a las relaciones de parejas, las ideas preconcebidas que tenemos sobre lo que es correcto o no a la hora de tener pareja; qué esperan de mi o incluso por mi edad que tengo que hacer. Los prejuicios no solo salpican las relaciones románticas, sino que llegan a condicional la manera de asumir la amistad con personas de diferentes edades.Otra cosa que pensamos es sobre los miedos con los que vivimos, el disfrute que perdemos por quedarnos anclados en los temores, la vida pasa, las amistades pasan, las parejas pasan y nos quedamos como espectadores de nuestra propia película. La historia nos da la oportunidad de sorprendernos con las experiencias que nos llegan, si el protagonista no se permite sorprender nada hubiese sido escrito; a esto yo lo llamaría fluir.Y sin duda el otro punto de reflexión es el amor, este es el tema central el libro, porque me atrevería a decir es una historia romántica no tradicional. Lo que más valoro es la claridad con la que André nos muestra su evolución en el amor, los personajes que lo acompañan son testigos de como desde la adolescencia ha cambiado de pareja, de perspectiva y de forma de amar.El final sucede en Nueva York es inesperado, le da el broche de oro a las reflexiones sobre el amor, André logra vivir desprendiéndose de sus temores, el haber conocido a Michelle le da fuerza para diseñar su propia historia de amor y se desprende de prejuicios que limitaban su felicidad. Como cita el autor en la Gran Manzana, André se enfrenta a sus mayores miedos y abrirá por fin su corazón a algo que siempre había negado. Solo cuando consiga quererse y aceptarse, entenderá que no hay amores raros, solo muchas maneras de enamorarse "Lo nuestro no es raro" nos muestra una historia para enseñar a amar con un final diferente, en general me parece que es un buen libro.
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