Don de gentes

Elvira Lindo

Fragmento

Contents
Índice
Portadilla
Índice
Dedicatoria
Descubrimiento de Elvira
I. Berlanguiano y woodyallenesco
Vuelve el hombre
Secreto a voces
La felicidad del perdedor
Gordos y sanos
Sin tetas no hay matrimonio
El nino lama
Intimidad y vida
Un héroe de barrio
Joven hasta la muerte
El reparto de mi vida
Reírse de uno mismo
Contertulios sin fronteras
La tía María
¿Te acuerdas, Marilyn?
Razones para quererlo
Amparo y desamparo
Pasar miedo
II. Negro sobre blanco
El Planeta y su fauna
Tápese la nariz
Por nosotros no pasa el tiempo
El Pájaro Loco
Bienaventurados los mansos
Mucho vicio
Mi vida en dos patadas
Os juro que la vi
La tecla, el humo, el whisky
Buscar marido
Justicia póstuma
¡No disparen al columnista!
La zona VIP del paraíso
Familia del artista
Los ninos de entonces
¡Manolo, la radio!
Diamantes en la boca
Y la cena estaba caliente
Un mudo que habla
Madrid, 1975
III. Sube el volumen
Paletos psicodélicos
Dios ha muerto
Caer en la tentación
Con voz de ángel
Otra historia de la radio
Cosas del querer
Es kafkiano
IV. Entre Manhattan y Colorado
Servicio de senoras
No se lo digas a nadie
Irse de putas
Lo juro por mi padre
La vida es un trayecto
Un nino de la mano
¡Juega una hora al día!
El rey negro
Los hombres de Hillary
Mi Mastercard
La princesa y la mendiga
Vida de Juan
Mar de dudas
El cura y el ángel
¿Tu madre aún conduce?
La de Colorado
De pronto, la felicidad
Noche para recordar
El sofá cama
No hay glamour
V. Cosas nuestras
La mano muy larga
Sola, fané, descangallada
El inocente y el chulo
Senoras que aman la cultura
Fuera de mi cama
Esto es algo muy personal
¿Crisis?, ¿cuál de ellas?
Hombres y mujeres
Con una copa de vino en la mano
Senor juez
¡Viva Finlandia!
El senor Roca
Hijos en propiedad
VI. Don de gentes
No hagas el indio
Dolor de corazón
Aires de grandeza
Adiós mi Espana preciosa
Vida de un héroe
Los anos no perdonan
Mentiras milagrosas
¿Se puede?
Don Quijote y Sancho
Anda, dales un beso
Víctimas de la revolución
Con ruido no veo
Viejo, sordo, incontinente
Mujeres desnudas
Preciosa
El Nino Jesús
Violencia digital
Todo sobre mi suegra
El hecho diferencial
Yo y Manolo
Alto Copete
Cada oveja con su pareja
El aplausómetro
Viven como reinas
Martín, un cerdo madrileno
Huevos de oro
Una historia para no saber
El pequeno Proust
Cosas de abuelas
Sobre la autora
Créditos
02_Dedicatoria

Para mi amigo Xavi Menós,
tan lleno de bondad y talento.

03_intro

Descubrimiento de Elvira

La primera vez que vi a Elvira Lindo ella no me vio a mí. Ella estaba a punto de tomar un taxi e iba acompañada; me fijé en que llevaba una melena roja y sonreía con la timidez que luego resultó ser la sustancia de su sonrisa, pero su taxi se fue enseguida.

Era muy temprano en la mañana, y fue ese mismo mediodía cuando me la presentaron. Y ahora, ese mediodía, ya sabía que quien llevaba esa melena roja era Elvira Lindo. Aquella melena roja era la melena que yo había visto por la mañana entrar en un taxi, y durante un rato del trayecto ésa fue mi

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