Puro fuego

Joyce Carol Oates

Fragmento

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Índice

Cubierta

Portadilla

Índice

Dedicatoria

Primera parte

1. Foxfire: una banda fuera de la ley

2. De cómo Legs huyó de vuelta a la avenida Fairfax

3. Ellos... la Otra Gente

4. Foxfire: ¡primera victoria!

5. Tatuaje

6. Foxfire: primeros días

Segunda parte

1. ¿Feliz?

2. El ojo a la funerala

3. Cómo adquirió Maddy su máquina Underwood: Cómo empezó la historia de Foxfire

4. ¡Foxfire infunde miedo y respeto!

5. Aventuras, misiones y triunfos de Foxfire

6. Homo sapiens

7. Un recorrido frenético

Tercera parte

1. Red Bank

2. «Justicia»

3. Breve historia del firmamento

4. Vejación

5. Océano de las Tormentas Mar de la Tranquilidad Lago de los Ensueños Lago de la Muerte

6. Gavilanes

7. Transformación

Cuarta parte

1. Celebración

2. Sorpresas rigurosas

3. La paradoja de la cronología enana

4. El Sueño Foxfire / El Hogar Foxfire

5. Evasión

5,5. Negocios

6. Las Finanzas Foxfire / El «anzuelo» de Foxfire

7. El anzuelo de Foxfire: Una miscelánea, invierno 1955-1956

8. La «solución final»

Quinta parte

1. «... No renegar nunca de Foxfire, ni en este mundo ni en el otro...»

2. El plan (I)

3. «Barlovento»

4. Tácticas de diversión

5. El plan (II)

6. El plan (III)

7. El plan (IV)

8. El plan (V)

9. Una carrera salvaje, salvaje

Epílogo

Sobre la autora

Créditos

Grupo Santillana

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In memoriam

Marilyn, Rose Ann, Jean, Marian, Goldie, Beatrice...

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Primera parte

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1

Foxfire: una banda fuera de la ley

Nunca, nunca lo cuentes, Maddy-Monkey, me dijeron, contarlo a alguno de Ellos significa la Muerte; pero ahora después de tantos años voy a contarlo, porque ¿quién me lo puede impedir?

Al fin y al cabo yo ayudé a establecer las reglas, incluida esa misma advertencia. De hecho, yo era la cronista oficial de Foxfire.

Por tanto, era la única persona responsable de poner por escrito lo que hacíamos, convirtiéndolo en un registro permanente para nuestro uso. Escrito a máquina. Mediante apuntes pulcramente fechados recogidos en una carpeta con anillas. Un documento secreto y sin embargo, así lo esperábamos, un documento «histórico» en el cual la Verdad quedaría preservada para siempre. A fin de que todos los falseamientos, los malentendidos y las flagrantes mentiras pudieran ser refutados.

Como por ejemplo que hacíamos el mal por gusto, y por vengarnos.

¡Sin duda de todas las mentiras concernientes a Foxfire ésta fue la peor!

Fui miembro de Foxfire desde los catorce hasta los diecisiete años y Foxfire convirtió esa época en algo sacrosanto. Al menos hasta los últimos meses.

Yo vivía allí. En Hammond, Nueva York. En el norte del Estado de Nueva York cerca del lago Ontario donde todas habíamos nacido, todas las hermanas de sangre que integrábamos Foxfire; un lugar que por entonces no podíamos imaginar que dejaríamos algún día, de la misma manera que un sueño, mientras lo estás soñando, parece una infinitud de la que nunca despertarás.

¡FOXFIRE NUNCA MIRA ATRÁS! era uno de nuestros lemas secretos. Y también ¡FOXFIRE ARDE SIN CESAR! y ¡FOXFIRE NUNCA PIDE PERDÓN! aunque estos últimos no tenían que ver con la memoria sino con el pesar y los remordimientos y el sentimiento de culpa y el arrepentimiento y el pecado, cosas que otra gente más débil podía sentir. Y fueron anteriores, pienso que debo hacerlo constar con claridad, a los sucesos de pesadilla ocurridos a Foxfire durante sus últimos días, en mayo/junio de 1956, los cuales no creo que ninguna de nosotras dejase de lamentar.

Porque Foxfire era una banda de chicas fuera de la ley, sí...

Pero éramos también hermanas de sangre, unidas por un lazo de lealtad, fidelidad, confianza, amor.

Sí, cometimos lo que cabe llamar crímenes. La mayoría de ellos no sólo quedaron impunes sino que permanecieron ignorados... Nuestras víctimas, todas del sexo masculino, se avergonzaban demasiado o eran demasiado cobardes para presentar denuncia.

¡No es fácil tenerles lástima! ¡Ya verán!

Sin embargo, debo advertirles que al final Foxfire sufrió ciertos quebrantos y que aquellas de nosotras que estamos vivas hoy día padecemos aún sus consecuencias.

¡FOXFIRE ES TU VIDA!

... era la manera de decirnos unas a otras aquellas verdades porque no íbamos a expresarlas abiertamente.

Excepto Legs Sadovsky que podía murmurarme Maddy-Monkey vida mía de aquella manera tan suya que yo no sabía cómo interpretar, ¿era en serio, era medio en serio medio en broma, era sólo en broma o era todas estas cosas a la vez? Y me propinaba uno de sus amorosos mordiscos de pantera porque Legs Sadovsky era comandante en jefe de Foxfire y la única entre nosotras que confiaba lo bastante en su poder especial, sí y a quien todas reconocíamos el privilegio de emplear palabras más elevadas y atrevidas que las nuestras. Así que no podías tener celos de ella, era imposible. Daba la impresión de que todo lo que hacía, especialmente a medida que pasaba el tiempo, quedaba plasmado y engrandecido en una gigantesca pa

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