Necesitó nueve novelas para atreverse a hablar de su propio país, Irlanda. Tuvo que escribir sobre la Primera Guerra Mundial, sobre la Rusia zarista, sobre el Holocausto y sobre muchos temas más antes de abrir su corazón y contar la verdad sobre la tierra que lo vio nacer. Primero lo hizo con «Las huellas del silencio» (2020), donde convirtió en ficción los casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes católicos, y ahora repite con «Las furias invisibles del corazón» (Salamandra), donde relata la lucha de los homosexuales por encontrar la libertad en una nación controlada por la Iglesia.