Tongolele no sabía bailar (Inspector Dolores Morales 3)

Sergio Ramírez

Fragmento

Tongolele no sabía baila

Wikipedia

DOLORES MORALES

El inspector Dolores Morales (Managua, Nicaragua, 18 de agosto de 1959) es un antiguo guerrillero de la lucha contra el dictador Anastasio Somoza Debayle, depuesto por la revolución triunfante del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en julio de 1979. Fue miembro de línea de la Policía Sandinista desde su fundación (más tarde Policía Nacional) y tras recibir la baja se convirtió en un investigador privado.

Biografía

Nacido en el barrio Campo Bruce, al oriente de la ciudad de Managua, su padre, también de nombre Dolores Morales, de oficio ebanista, y su madre, Concepción (Conchita) Rayo, se separaron, debido al mal vivir del primero, y la madre emigró en busca de fortuna a Costa Rica, donde se perdió todo rastro de ella. Por tanto, el niño, hijo único, fue criado por su abuela materna, Catalina Rayo, quien tenía un puesto de abarrotes en el Mercado San Miguel, en el corazón de la vieja capital destruida por el terremoto del 22 de diciembre de 1972.

Siendo aún adolescente entró en las filas del FSLN bajo el seudónimo Artemio, y tras ser parte de los comandos urbanos en la capital, en 1978 pasó a incorporarse a una de las columnas guerrilleras del Frente Sur que pugnaban por avanzar hacia el interior del país desde la frontera con Costa Rica, comandada por el sacerdote asturiano Gaspar García Laviana, de la Orden del Sagrado Corazón.

En noviembre de ese mismo año, en uno de los combates para apoderarse de la colina 33, el mismo donde cayó herido mortalmente el propio padre García Laviana, un balazo de Galil le deshizo los huesos de la rodilla. Tras serle amputada la pierna, pues amenazaba la gangrena, fue trasladado a Cuba donde le implantaron una prótesis.

Tras la creación de la Policía Sandinista resultó asignado a la Dirección de Investigación de Drogas, donde llegó a obtener el grado de inspector, y en esas dependencias se encontraba prestando sus servicios cuando sobrevino la caída del poder del FSLN tras las elecciones de febrero de 1990 que ganó la candidata opositora Violeta Chamorro (1990-1997).

Allí continuó sirviendo, sumido en el anonimato, en medio de las transformaciones sufridas por la institución, que pasó a llamarse Policía Nacional, despojada de su carácter partidario. Apegado a la modestia, siguió usando su pequeño Lada de fabricación rusa, bastante maltratado.

Saltó a la fama en el año 1999, cuando bajo el gobierno de Arnoldo Alemán (1997-2002), del mismo Partido Liberal de Somoza, encabezó un operativo que terminó con la captura de los capos de la droga Wellington Abadía Rodríguez Espino, alias el Mancebo, del cartel de Cali, y Sealtiel Obligado Masías, alias el Arcángel, del cártel de Sinaloa, ambos capturados en una finca de las laderas del volcán Mombacho, cerca de la ciudad de Granada, donde se habría dado una reunión de coordinación de ambas organizaciones criminales, y puestos en manos de la DEA para ser llevados prisioneros a Estados Unidos.

Dada la corrupción ya imperante, tal acción desagradó a las altas autoridades del gobierno, y el ministro de Gobernación ordenó su retiro del servicio en connivencia con el primer comisionado César Augusto Canda, bajo el pretexto de que se trataba de una acción inconsulta, y así su carrera dentro de la institución terminó abruptamente.

Después de algún tiempo de inactividad, durante el cual sus tendencias hacia el alcoholismo se hicieron evidentes, y ya bajo el nuevo régimen del comandante Daniel Ortega, invirtió su fondo de retiro, que habían tardado en liquidarle, en abrir una agencia de investigaciones privadas. A este fin logró rentar un módulo en el Shopping Center Guanacaste, en el barrio Bolonia, al occidente de Managua, habiendo antes servido el local para alojar una tienda de ropa infantil. Armados de una cámara fotográfica, él y su asociada se dedicaron a espiar y documentar los encuentros de parejas furtivas, por encargo de cónyuges ofendidos.

De esta rutina lo sacó un sorpresivo encargo del millonario Miguel Soto Colmenares, quien le solicitó investigar el caso de la desaparición de su hijastra, Marcela Soto Contreras, bajo oferta de un atractivo honorario. La pesquisa dejó patente la sórdida personalidad de Soto, y también sus vínculos con el régimen, siendo su intermediario y valedor el comisionado Anastasio Prado, alias Tongolele, jefe de los servicios secretos, y un personaje ubicuo que prefería mantenerse en el anonimato; una biela maestra, pero silenciosa, de la máquina de poder.

El inspector Morales logró seguir el rastro de la desaparecida en los meandros del Mercado Oriental de Managua, conducido por un viejo conocido, Serafín Manzanares, alias Rambo, subalterno suyo en el Frente Sur; y habiendo traspasado los límites que su cliente le había puesto, pues había detrás un secreto que buscaba a toda costa preservar, ordenó una persecución contra él para neutralizar su injerencia en el caso, en el que, de todas maneras, decidió seguir involucrado. A petición de Soto, Tongolele ordenó capturarlo y lo mandó al destierro en Honduras, junto con Rambo, a través del puesto fronterizo de Las Manos.

Relaciones sentimentales

En el Frente Sur conoció a la joven panameña Eterna Viciosa, de seudónimo Cándida, combatiente de la columna Victoriano Lorenzo, con quien contrajo matrimonio en ceremonia oficiada por el padre García Laviana. Fue una relación que no habría de durar, dada su afición constante a las camas ajenas, debilidad suya más persistente que la del licor.

Su relación más duradera es la que establece con Fanny Toruño, telefonista de servicio al público en la empresa de telecomunicaciones Enitel, casada con un topógrafo del Plantel de Carreteras. Enferma de cáncer, fue abandonada por el marido. Esta amante se convierte en colaboradora suya, al opinar libremente sobre las investigaciones en marcha, y acertar no pocas veces en sus juicios.

Asociados más cercanos

En las pesquisas que precedieron a la captura de los capos de los cárteles de Cali y Sinaloa, tuvo un papel preponderante el subinspector Bert Dixon, Lord Dixon, originario de la ciudad de Bluefields, en la costa del Caribe, también antiguo combatiente guerrillero, quien pereció a consecuencia de un atentado en el barrio Domitila Lugo de Managua, cuando el Lada del inspector Morales, en el que ambos viajaban, fue ametrallado por sicarios al servicio de los mencionados cárteles. Él salió ileso, pero difícilmente logró reponerse de la muerte de Lord Dixon, dada la íntima amistad de ambos.

Destaca en su entorno doña Sofía Smith, colaboradora de las redes clandestinas del FSLN, en su papel de correo, y madre de un combatiente caído en la insurrección de los barrios orientales de Managua en 1979. Ella pasó a trabajar como afanadora en la Dirección de Investigación de Drogas, y dado su talento natural para las pesquisas policiales, se convirtió en su asesora de hecho. Disciplinada militante del FSLN en los años de la revoluc

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