Raquel, nuestra protagonista, ha perdido su trabajo como directiva en una empresa de cosmética y a su marido. Vive en un piso que no le pertenece, sin ingresos y sin ninguna expectativa laboral a la vista. Tan solo le quedan sus caras cremas, su ropa y accesorios de marca. Mantiene relaciones sexuales con extraños que conoce a través de Tinder. Un día en la piscina de su urbanización conoce a Maxi, el socorrista, un chico de barrio sencillo y amable, con un buen cuerpo que llama su atención. Maxi, el otro protagonista de la historia, es un treintañero que a penas tiene ingresos, da clases de boxeo en un gimnasio. Su vida se resume al gimnasio, salir con su chica, que acaba abrir un salón de tattoo, y cuidar a su padre por las noches, cada vez más enfermo de alzheimer. Tras encontrar el trabajo como socorrista su vida está a punto de dar un giro de 180 grados. Conoce a Raquel, una pija rubia que llama su atención de inmediato. Raquel acude a una despedida de soltera de una de sus amigas, entre ella y sus amigas contratan los servicios de un gigoló como regalo para la novia, ésta lejos de rechazarlo, queda encantada con sus servicios y no duda en compartir su experiencia con sus amigas. Raquel decide contratar a este chico por un par de horas. Sorprendida por el trato y los encantos del gigoló, vuelve a tener una cita con él, para que éste le cuente de primera mano los entresijos de la agencia para la que trabaja. Ya ha encontrado un nuevo rumbo en su vida, abrirá la mejor agencia de gigolós de Madrid y tiene claro quién será su chico estrella, Maxi. Una vez hecha la propuesta, a Maxi le abordan miles de dudas, cómo mantener el trabajo sin que la relación con Isa, su novia, se vea afectada. Por otra parte, la enfermedad progresiva de su padre avanza y necesita cuidados profesionales, debería ingresar en una residencia pero la única que se pueden costear está muy lejos, así pues decide aceptar la oferta de Raquel. Raquel, conoce a Omar, un apuesto árabe que busca trabajo y tras un encuentro sexual con él, considera que sería un buen candidato para su agencia. Pone un anuncio en internet, a través del cual aparece otro de sus candidatos, Telmo, argentino de nacimiento, que ya ha hecho sus pinitos como strepper. Ya tiene a los chicos necesarios para lanzar la agencia. Pero como necesita pulir algunas cosillas para convertirlos en unos auténticos galanes. Para ello recurre a la ayuda de un gurú de las relaciones, Juan Salvador, un mexicano que según dice ha estado con miles de féminas con su arte de seducción. Todos ellos deberan pasar un fin de semana encerrados en una casa, para modelar sus actitudes. Y como punto final a la enseñanza, los tres candidatos pasaran una prueba final. A partir de ese momento, comienzan a tener citas. Maxi, como era de esperar, es el candidato mejor valorado en la web de la agencia. Cuando decidí darle una oportunidad a esta historia, iba con cierta reticencia, ya que no acostumbro a leer este tipo de novela. Hace años leí el primer libro de "50 sombras de grey" pero al leer el segundo perdí las ganas de continuar. Múltiples escenas de sexo, algunas de ellas sin sentido hicieron que lo aborreciese. En este caso, la historia también logra captar mi atención, y sencillamente me ha gustado. Narrada en tercera persona va contándonos cómo se sienten nuestros protagonistas, y su forma de enfrentarse a la vida, cuando sin esperarlo se tuercen las cosas. Tanto la ambientación en los barrios de Madrid como los personajes tan variopintos que aparecen han conseguido mantenerme pegada a sus páginas. La parte donde aparece el gurú, me ha parecido tremendamente divertida. Se lee con facilidad y es perfecto para épocas como el verano donde las lecturas fresquitas se hacen notar.El único pero que le pongo a esta novela, es que alguna de las escenas más cañeras del libro tienen más tintes de pornografía que de erotismo.
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