Ya desde su celebrada y escandalosa aparición con «Las chicas de campo» hace 60 años, cuando los sectores más conservadores la declararon enemiga de Irlanda por reflejar el atraso que hundía al país, Edna O'Brien se ganó la admiración hasta del mismísimo Samuel Beckett. Desde entonces, sus novelas, cuentos, guiones y obras teatrales sobre el matrimonio, la soledad, la desigualdad de la mujer y el amor le han regalado a los lectores a una maestra de la fragilidad y la fuerza para sobrellevarla, a una autora de una agudeza dolorosa para los sentimientos y de una lucidez conmovedora para volver al pasado y seguir adelante. En 1984, Philip Roth, uno de los grandes autores que la admiraron y admiran desde hace décadas -como Alice Munro y John Banville-, la visitó en su casa de Londres, encuentro que dio como resultado esta entrevista antológica incluida en «¿Por qué escribir?».