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Citas
Ilustraciones
Dedicatoria
La balandra Incertain
El navío Antilla
El castillo de proa
La carne de cañón
La insignia azul
La insignia blanca
La señal número 5
La primera batería
La toldilla
El alcázar
La bandera
Epílogo
Nota del autor
Apéndices
Apéndice I
Apéndice II
Sobre el autor
Arturo Pérez-Reverte en digital
Créditos
«Llenamos los buques de una porción de ancianos, de achacosos, de enfermos e inútiles para la mar.»
J. Mazarredo. Nota sobre el estado de la Marina
«Esta escuadra hará vestir de luto a la Nación en caso de un combate, labrando la afrenta del que tenga la desventura de mandarla.»
A. Escaño. Informe de la escuadra del Mediterráneo
«Habiéndose ya retirado o quedado muertos cuantos tenían destino en la toldilla, alcázar y castillo, desde el general hasta el guardiamarina que custodiaba la bandera, quedando sólo el comandante sobre el alcázar hasta que cayó herido de un astillazo en la cabeza.»
Parte de campaña del navío Santísima Trinidad
«La terrible carnicería y el estado de los navíos apresados prueban el encarnizamiento con que se batieron. Se conviene que el fuego de los franceses fue más vivo al principio, pero los españoles mostraron más firmeza y valor hasta el fin que sus aliados (...) Su coraje nos inspira el mayor respeto, y la humanidad con que han tratado a los prisioneros y náufragos ingleses es superior a todo elogio.»
Gaceta inglesa de Gibraltar, 9-XI-1805
«Cuando yo esperaba encontrar a estas gentes (los ingleses) llenas de orgullo e insoportables por su victoria, las he visto más bien al contrario, rindiendo los mayores agasajos a nuestros oficiales prisioneros y hablando de ellos con el mayor entusiasmo.»
Carta de Gibraltar al comandante de San Roque
«Los legajos que he visto en Marina, estremecen; si el combate pude vivirlo por el conjunto de unas líneas, lo que pasó después por las covachuelas de Madrid, lo alcancé también a vivir con tristeza. Por una parte, ascensos a quienes no habían asistido a la jornada —alguno incluso a capitán general—, por otra, denegaciones de pensiones a huérfanos y a viudas de quienes habían salido a la mar y a la muerte con docenas de pagas atrasadas, en navíos que, para no desmerecer de la concurrencia francesa, habían pintado sus comandantes, ya que no de su faltriquera, empeñándose.»
J. Guillén. Prólogo a Trafalgar, de E. Lon Romero
«Ha fallecido ayer, de miseria y vejez, el capitán de navío don Pedro Núñez (comandante de la batería del alcázar del navío San Agustín en Trafalgar), a cuya viuda se le ha mandado librar la paga mortuoria, por no quedarles nada que vender después de su postrera enfermedad, ni humano recurso para su entierro y funerales, y con infinidad de acreedores, dimanado del enorme retraso de pagas tan notorio, representado a Su Majestad tantas veces como ha sido desatendido.»
Archivos de Marina. El Ferrol