Las ansias carnívoras de la nada

Alejandro Jodorowsky

Fragmento

Los ángeles no existen, sé que estoy soñando. Hablo solo, como de costumbre. Y sin embargo la orden fatal ha sido dada. Entre nubes negras, demasiado bellos, vienen ba

¡No! ¡No es posible! ¡No pueden pagar justos

Impecables ángeles del castigo, si en este encuentran cincuenta justos no lo destruyen, ¿verdad? Tamlo destruyen si encuentran treinta justos, diez

¿Y si hay siete justos? ¿Cinco justos? ¿Tres justos? ¿Un solo justo? ¡Cabrones, no están aquí para destruir! ¡Esaquí para encontrar ese justo! ¿Por qué nos destruyen buscarlo? ¡Ángeles asesinos! Evítenme este gigantesco ronquido de bestia en celo. Mis orejas sangran. ¡Y en la osdel exceso de luz, con dolor de útero, debo
vez la espantosa explosión! ¡No! ¡Tengo que tengo que chillar, encontrar la puerta, volver ¿He despertado? Otra vez el silencio marmóreo de ese océano sin olas... Otra vez esta playa desplomada, escamino de tierra que termina frente al muro cortado pico de la Cordillera. Otra vez la vieja viga horizontal atravesada por rayas blancas y negras indicando que en esas inmensas rocas comienza o termina el país. Mi caseta de madera podrida se yergue junto al límite inútil. Y allí adentro, ojos abiertos, trato de escapar de la pesadilla... despierto. El viento hace desfilar frente a mis zapatos suelas un río de latas de conserva vacías. Ésta es mi paz, este es mi mundo. El televisor, brillante, sin una partícula de polvo, no paro de limpiarlo, es lo único que limpio, nunca cesado de funcionar. Y en la pantalla, al mismo
yo, mi General, hermoso hombre de mil años,
no, con los bigotes engominados y el mentón de ébano, deja de roncar, abre los ojos, bosteza, me mira, me habla:

¡CUANDO YO DUERMO EL PAÍS DUERME!

ME DESPIERTO, EL PAÍS SE DESPIERTA!

ES OBEDECER MI LEY! ¡NINGÚN CIUDADANO DEBE REA

ACTOS VOLUNTARIOS! ¡POR LA FELICIDAD
DE TODOS SÓLO YO SÉ HACIA DÓNDE
POR QUÉ VAMOS! ¡NO DESEO QUEMARLOS, SINO ENSEÑARLES A TENER MIEDO AL FUEGO! ¡APRENDAN A RESPETAR EL ARCA, LA TRAMPA, LA FORMA, EL CUBO, DENSO, LO CONCRETO, LA BOCA DEL DRAGÓN QUE SE

EN FORMA DE BOSTEZO! ¡MUERA EL
VIVA EL HIPOPÓTAMO! ¡ABAJO EL HALCÓN,
BA EL SABLE ENVAINADO! ¡NO A LOS JINETES DEL APOCALIPSIS, SÍ A LA JERUSALÉN CELESTE POR CUADRADA!

Perdón, mi General, si usted lo permite –en estas dades no hay panaderos ni vacas– abriré una lata para chupar una miserable pinza de cangrejo mientras usted, Autori

Máxima, se deleita untando la privilegiada
en esa leche que no puede ser sino la de una santa virgen... ¿qué es este ruido de pasos? ¿Qué son esas tres junto a la muralla de rocas? ¿De dónde vienen personajes? ¡Cómo se atreven a avanzar hacia mi impermeables negros, sus antiparras oscuras sombreros alones no me asustan! ¡Alto ahí! ¡Cuidado ametralladora! ¡Arriba las manos! ¡No se muevan acribillo! ¡Silencio, desgraciados! ¡Desde ahora mismo

¡Todos los derechos les son eliminados! ¡Yo pregunto contesto! ¡Los interrogatorios hacen perder tiempo el tiempo es vida! ¿Quiénes son ustedes? ¿Adónde van? ¿De vienen? ¿Del Norte, del Sur, de la Cordillera o Mar? No pueden venir del Norte, del extranjero: detrás de esta viga blanquinegra está todo el extranjero, un muro de rocas que llega hasta el cielo. No pueden venir del Mar, es de ácido y en él, con el vientre comido, todas las barcas se hunden. Y si vienen del Sur, del interior del país, ¿por qué hasta aquí, el fin de un callejón sin salida? ¡No!
no van, no hay dónde ir. Ni tampoco vienen, un no puede ser la meta de nadie. ¡Ustedes han Como en mi sueño... El mismo durante años... ángeles... Venían a destruir el país... Si encontraban un solo justo no exterminaban a los millones de impíos... ¡Cómo

¡Debían investigar antes de actuar! ¡Pero no dieron el trabajo! ¡No buscaron la preciosa aguja en el pajar! ¡Se comportaron como asesinos! ¡Lo desintegraron todo! ¡Hicieron pagar al justo como al impío! ¡Ese ronquido en celo! ¡Esa atroz explosión! ¡Mi pobre camino de tierra! ¡Ángeles de mierda! ¡Ojo por ojo: en el sueño ustedes me hacen reventar, en la vigilia yo los reviento! ¡Ten

¡Que sus cuerpos quizás fríos como el de los peces mis balas ardientes! ¿Qué? No caen... No se en la agonía... No hay agujeros humeantes en impermeables... ¡Pero si tienen el vientre lleno de plomo! Ni una herida, ni una gota de sangre, yo tenía razón: ustevienen de ninguna parte, salen de mi mente,
de sueño. Las balas reales no matan a las alucina–Ni las balas falsas matan a los seres reales.
–¿Balas falsas? ¡Silencio, he dicho! Si mi ametralladora fallado, este fiel revólver puede hacer que las tapas sesos salten como sapos tratando de atrapar la vuelta! ¡Preséntenme sus muñecas, aquí tengo
de esposas! ¿Qué? ¡No puede ser! ¡Los tres pares prendo. ¡No se muevan, debo consultar con mi

General, qué es esto? ¿Por qué no me responde?
me mira desde la pantalla con los ojos fijos y la firmemente cerrada? ¿Ahora, cuando más las necesito, me escatima sus palabras? ¿Soy yo el que ve alucinaciones o el ejército me ha enviado un material inservible? ¿Por ¿Acaso no merezco algo mejor? ¿Se me pasan las sobras, el podrido, las balas rancias porque soy el
guardián de una frontera que puede guardarse sola? eso? ¿Debo considerar que mi puesto no tiene cado? ¿Me pusieron aquí porque yo mismo, al igual que esviga, no valgo nada, no sirvo para nada? ¿Me han denado a la soledad por desprecio? Aquí me abandonaron cuando era un niño. Sólo conozco este trozo de
un lugar siniestro que ni las gaviotas quieren usar como cagadero. Años de soledad alimentándome de pinzas de cangrejo, sumergido para siempre en un invierno de doce meses. Y sin embargo yo, fiel al deber, al pie de su imagen mi General, no he abandonado el puesto. He dormido
no continuamente. Unos minutos por aquí, otros siempre atento, obsesionado, esperando un
por fin cumplir con mi deber. ¡Y cuando el
llega, no me dan medios para dominarlo! Estos siglos de vigilancia, de espera, no han servido para nada... ¡No por su mi General! La distracción es la peste de los dinados. Nadie se concentra en su tarea más de un

El sueño los asalta y entonces se deslizan las balas potentes y las esposas oxidadas. Este revólver, mi
es la primera arma que me dieron. Con él llegué aquí. Me ha servido de hermano. Sus balas son perfectas. De eso estoy seguro. En aquellos tiempos éramos jóvenes, realizábala acción por el placer de la acción y no por
algo. Y la única acción que nos interesaba era la de obedecerle ciegamente, mi General. Vea usted, yo, su más humilde servidor, no he cambiado: apoyo el cañón del querido reen la nuca de cada uno de estos oscuros no caen, sonríen, parecen invulnerables! Mi
he dejado caer el revólver de mi infancia y el
le ha dado una costra milenaria. Contengo me siento como perro abandonado. Por primera vez en todos estos años, apago el televisor...

–Señor, quisiéramos aprovechar este silencio para... –¡Silencio ustedes! ¡Si no me ayudan, me ayudaré

¡Ánimo! Debajo de mi banco guardo cepillos, peles, pequeños disfraces de Pierrot, un oso de peluche y esde sacrificios. Confío en su filo sagrado... ¡Oh, hoja de acero se hace polvo y una brisa se la lleva convertida en nube gris! ¿Entonces, estoy soñando?
despierto. Las balas eran de salva y el aire corroe los metales.

–¿Ustedes son ángeles?
–No. Somos estudiantes.
–¿Qué estudian? ¿De dónde vienen?
está el problema, hemos perdido la memoria. tamos tratando de saber quiénes somos, de dónde venimos y adónde vamos. Por eso le decimos que somos estudiantes. me vengan con cuentos. ¿Hace cuánto tiempo dieron cuenta de que habían perdido la memoria?
unos minutos, mientras usted dormía. Bruscanos encontramos junto a la Cordillera, vestidos impermeables negros, sombreros alones y antiparras. este idioma sin saber de dónde vienen nuestras A veces no entendemos lo que estamos diciendo si nuestra boca vertiera frases de un lenguaje –Puedo creerles como puedo no creerles. Hay algo que asesinos vulgares no son. Me podrían haber eliminado mientras dormía. Asesinos complejos sí pueden serlo. Una especie de gatos celestes jugando con un ratón humano. equivocado o tiene razón? No lo sabemos. olvidado nuestras intenciones. No podemos decirle tenemos o no poder. Por el instante somos inofensivos.

a las que les hicieron perder su substancia? Cuando les disparé ni siquiera se sobresaltaron.

–Hemos olvidado también el miedo.
–Esta situación es desesperante. Nadie sabe nada. Todo es ambiguo. ¿Están mintiendo, son ángeles, están jugando conmigo por pura crueldad o quieren extraer de información que yo mismo desconozco? ¿Qué buscan?

–Sólo nos buscamos a nosotros mismos.
–Si en realidad necesitan ayuda, el único que sabe en este país es mi General. Pregúntenle a él.

–¿Dónde lo podemos encontrar?
–¡Ahí! ¡En el televisor!
–Es una imagen, no puede respondernos en particular. –No se crean. Mi General es como un libro sagrado. Dilo que diga, siempre sus palabras sirven de Depende de uno interpretarlas. Enciendo...

AL CONTRARIO DE LAS DE CAUCHO, LAS NATURALES, DE CARNE HUMANA, CONTIENEN DENSA OSCURIDAD ATAÚDES, CUCHILLOS DE NEGRA, PARASOLES, MURALLAS, JARDINES

AGUAS ESTANCADAS, COLMILLOS, FETOS AVANZADO ESTADO DE DESCOMPOSICIÓN, PADRES LÚBRICOS, TARÁNTULAS CON CABEZAS DE MADRE,
SES MUTILADOS, PEDAZOS DE LUNA ROJA...

–Perdone que apaguemos su televisor. No mos ese lenguaje: no nos sirve para nada.

–Mi General habla diferente para cada

Enciendan ustedes el aparato y el mensaje concordará con el nivel que tienen.

–Haremos como usted dice...

NO CONOZCO LA MUERTE NI LA DUDA. NO ESPÍRITU NI EL PENSAMIENTO NI EL OJO FRÍO QUE MI- DESDE EL CENTRO. NO TENGO OBLIGACIONES

NA ATRACCIÓN NI DESEOS NI NECESIDAD DE LIBERAR¡SOY CONCIENCIA Y FELICIDAD PURA! ¡SOY EL –¡Apago! ¡Qué angustia! Nunca lo oí hablar así. Ustedes no pertenecen a este mundo. Son lo que creo que son.

–Usted no es lo que cree ser.
–¡Basta de dudas! ¡Ni mis manos ni mis pies se

Reciban la verdad primitiva y por lo tanto pura mis puñetazos y patadas. Por favor, cesen de esquivar todos golpes con esa agilidad delicada, demasiado certera. ofrecerme resistencia es precipitarme en la desespera

Acelero el ritmo de mis agresiones. ¡Maldición! puedo tocar a nadie. Castigo solamente al aire. Ni siquiera recibo la confirmación de la existencia de mi cuerpo por el de un ataque sólido. Me ahogo. Sí, me siento abandonado. Vuelvo a mi caseta de madera muerta. Debo meditar, debo luchar conmigo mismo. Cuando se es obediente de alma, todo es una lección de obediencia. Mis eran falsas, mi cuchillo frágil, mi alimento podrido, mi tarea inútil, mi frontera ilusoria. Sin embargo, mi General sabe lo que hace... ¡Mi General siempre sabe lo que hasé por qué me puso aquí pero si estoy es por
No sé para qué le sirvo pero si no me ha eliminado le sirvo algo. Ese algo no me incumbe; él lo sabe y basta. sólo sirvo para obedecer. Nadie ni nada podrá cambiarme. aunque no reciba órdenes. Aunque nadie vea, me oiga, me sospeche, obedezco. Aquí me quedo, aquí

Si mi General se digna utilizarme, bien. Si muero bien. Obedeceré hasta el último suspiro.

guna decisión surgirá de mí. Unos van, otros vienen, yo soy piedra del camino. Una piedra para mi General. Si me arroja, iré hacia la dirección que me imprima. Si me derecibiré resignado sobre mis hombros el polvo

¡Ángeles del Juicio, ya me hicieron perder tiempo! Si quieren acabar con el país yo no se nunca mi obediencia. ¡Basta de ilusiones, basta de sueños, ustedes no existen! Enciendo el televisor. Vuelvo al
mi General...

QUIERO SERLO TODO PARA USTEDES. QUIERO PAN, LA LECHE, EL TECHO PROTECTOR Y EL

RESPIRAN. QUIERO SER SU CUNA, SU CAMA ATAÚD. TAMBIÉN LA MESA Y EL ROPERO. QUIERO
EL DESEO Y EL OBJETO DE SUS DESEOS. QUIERO SER EL CORAZÓN, EL AMOR, EL AMANTE Y EL AMADO.

–Nos vamos... Si fuéramos tres ángeles buscando lo justo para no destruir el mundo, usted sería...

–¡Sus voces no existen! ¡Esos lotos blancos que sacan de sus impermeables y depositan frente a mis zapatos sin sueson una ilusión! ¡Como es una ilusión verlos
por el camino de tierra, inclinados bajo la lluvia parda que cae del cielo sin nubes!

QUIERO SER LA PIEDRA, QUIERO SER EL QUIERO SER EL ALA Y EL VUELO Y LA CAÍDA,

LA PUNTA NEGRA DE TODOS LOS
QUIERO QUE MIS BALAS PERDIDAS PEGUEN
EN TU PECHO, CARIÑO SANTO, SIEMPRE EN TU PECHO...

–¡Sí, mi General, siempre en mi pecho! ¡Qué chorrea de mi boca, el viento sopla, el océano lluvia cae, su voz adorada se diluye en la tormenta, General! ¡Hay un solo sonido, una sola música, los ángeles no existen, sé que otra vez estoy soñando!

–Ustedes tres son detectives, ¿verdad?
–¿Por qué cree que lo somos?
–Bueno, no es porque la ropa que llevan es fina, de ciudad, ya que siendo de provincia muy bien podrían haberla sustraído a cualquier viajero, ustedes saben que estos parapeligrosos y llenos de bandoleros; ni tampoco creería por sus distinguidas maneras de caminar ni por las lisas o por los rostros que bajo los anteojos negros revelan descender de extranjeros (en ese caso pensaría que son espías); sin embargo, en este camino y a estas horas, saliendo del pueblo y sabiendo como yo sé que la próxima alestá a cien kilómetros, tienen que traer alguna sión... Andan investigando.

–¿Qué podríamos investigar en este camino desierto? –Ahí está el misterio. Los detectives tienen sie

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