La legión de los inmortales

Massimiliano Colombo

Fragmento

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Índice

Créditos

LA LEGIÓN DE LOS INMORTALES

Introducción

Personajes

I. 718 Ab Urbe Condita

II. Cantium

III. Oceanus

IV. Britania

V. Viejo legionario

VI. Vientos del norte

VII. Traición

VIII. Milla romana

IX. Soltad amarras

X. Galia

XI. Gwynith

XII. Massilia

XIII. Solsticio

XIV. Marco Alfeno Avitano

XV. La última primavera

XVI. Treveri

XVII. Puerto Icio

XVIII. Quinto Planco

XIX. Decimocuarta

XX. Epagatus

XXI. Tierra firme

XXII. La poza

XXIII. Pésima compañía

XXIV. Ambiórix

XXV. Uchdryd

XXVI. Atuatuca

XXVII. Breno

XXVIII. El relato de Gwynith

XXIX. Valerio

Nota del autor

Agradecimientos

Notas

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LA LEGIÓN DE LOS INMORTALES

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A Susanna, Federico y Alessandro.

Sin vosotros mi vida habría sido

un libro escrito a medias.

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Introducción

Finales de agosto del 55 a. C., sudeste de Inglaterra; la flota romana que ha de invadir Britania se halla a merced de la mar gruesa. Doce mil hombres, a bordo de noventa naves, están bloqueados frente a las costas de Kent. Las olas rompen con vehemencia en la playa, donde miles de guerreros britanos han acudido para defender su tierra. Las condiciones del mar y el escaso conocimiento de los fondos obligan a los pilotos a mantenerse a distancia de la orilla. No obstante, los centuriones ordenan a los legionarios que se echen al agua y avancen. Es preciso desembarcar, combatir y tomar posiciones en tierra firme antes del anochecer: no solo hay que luchar contra los enemigos, también contra el tiempo. El agotamiento de una noche insomne en las aguas de la Mancha, la violencia del mar y la vista de tantos aguerridos combatientes provocan una especie de pánico colectivo que se propaga de nave en nave. Los mejores soldados del ejército más poderoso del mundo vacilan, tiemblan. Contravienen las órdenes de sus superiores, negándose a echarse entre los remolinos con el peso de las corazas. La invasión de Britania planificada por el gran César está naufragando aun antes de empezar...

Luego ocurre algo que cambia el curso de los acontecimientos y que ni siquiera las fuerzas de la naturaleza consiguen detener.

Un hombre se arroja al mar y avanza, solo, hacia el enemigo, elevando el símbolo más precioso de su civilización, el más poderoso: el águila de plata de la Décima Legión. En cuestión de instantes, miles de legionarios se lanzan al mar, dispuestos a combatir y morir con tal de no perder ese símbolo: la conquista de Britania ha empezado.

Este episodio no es fruto de la fantasía del autor de una superproducción histórica, sino un hecho realmente ocurrido, documentado en el Libro Cuarto de De Bello Gallico. El gesto de ese soldado y sus consecuencias permanecen indeleblemente impresos en uno de los documentos más importantes de todos los tiempos. Quizá para César era superfluo citarlo. Era simplemente el aquilífero de la Décima Legión, y basta. Era el más valiente entre los valientes.

En el Libro Quinto de De Bello Gallico, casi un año después del episodio del desembarco en Britania, César relata brevemente el heroico fin de otro portaestandarte de su ejército, que llevaba el águila de una legión recién constituida. Esta vez detalla su nombre y llega hasta nosotros a través de los siglos. La fama de Lucio Petrosidio se acuña en apenas un par de líneas, pero permanece impresa para siempre en la Historia.

Esta novela se inspira, precisamente, en Lucio Petrosidio y en los hombres que lo acompañaron. Hombres de una raza extinta, caídos uno tras otro, un día tras otro, en nombre de Roma. Hombres unidos por el sentido del deber y la fraternidad, a la vez víctimas y verdugos.

Si bien las páginas de De Bello Gallico sirven de telón de fondo para las vicisitudes, aquí los protagonistas no son los grandes nombres que han hecho la Historia, sino aquellos desconocidos y extraordinarios milites perdidos. Sus nombres han caído para siempre en el olvido, pero sus gestas forman parte de la leyenda que les otorga la inmortalidad.

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Personajes

(en cursiva los que realmente han existido)

Cayo Julio César: General, estadista, excelente orador y gran escritor, como testimonian sus Commentarii. Excepcional estratega, con la conquista de la Galia extendió el dominio de Roma hasta el océano Atlántico y el Rin. Antes de conducir los ejércitos romanos en Britania y Germania, fue también un político genial capaz de conseguir que los romanos aceptaran su dictadura.

Tito Labieno: General de la República romana y lugarteniente de Julio César en la Galia, donde supo mostrar sus dotes de hábil comandante militar. Durante la guerra civil tomó partido por Pompeyo Magno, convirtiéndose en uno de los más acérrimos enemigos de César. Murió en la batalla de Munda, asesinado por los mismos legionarios a los que había guiado en

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