Índice
La ladrona de libros
Prólogo. Una montaña de escombros
La muerte y tú
Junto a las vías del tren
El eclipse
La bandera
Primera parte. Manual del sepulturero
Llegada a Himmelstrasse
Convertirse en una «Saumensch»
La mujer del puño de hierro
El beso (Un momento decisivo de la infancia)
El incidente de Jesse Owens
El reverso del papel de lija
El aroma de la amistad
La campeona de los pesos pesados del patio del colegio
Segunda parte. El hombre que se encogía de hombros
Una niña oscura
El placer de los cigarrillos
La trotacalles
Correo sin dueño
El cumpleaños de Hitler, 1940
Cien por cien puro sudor alemán
A las puertas del hurto
El libro de fuego
Tercera parte. «Mein Kampf»
De vuelta a casa
La biblioteca del alcalde
El luchador entra en escena
Los elementos del verano
La tendera aria
El luchador, continuación
Pillos
El luchador, conclusión
Cuarta parte. El vigilante
El acordeonista (La vida secreta de Hans Hubermann)
Buena chica
Breve historia del púgil judío
La ira de Rosa
La charla de Liesel
El dormilón
El intercambio de pesadillas
Las páginas del sótano
Quinta parte. El hombre que silbaba
El libro flotante (parte I)
Los jugadores (un dado de siete caras)
Las juventudes de Rudy
Los perdedores
Bocetos
El hombre que silbaba y los zapatos
Tres estupideces de Rudy Steiner
El libro flotante (parte II)
Sexta parte. El repartidor de sueños
El diario de la muerte: 1942
El muñeco de nieve
Trece regalos
Aire fresco, una vieja pesadilla y qué hacer con un cadáver judío
El diario de la muerte: Colonia
La visita
El «Schmunzeler»
Séptima parte. El «Gran diccionario de definiciones y sinónimos»
Champán y acordeones
La trilogía
El aullido de las sirenas
El ladrón de cielos
La oferta de frau Holtzapfel
El largo camino hasta Dachau
Paz
El imbécil y los hombres con abrigos largos
Octava parte. La recolectora de palabras
El dominó y la oscuridad
La imagen de Rudy desnudo
Castigo
La mujer del hombre de palabra
El recolector
Los devoradores de pan
El cuaderno de dibujo escondido
La colección de trajes del anarquista
Novena parte. La última extranjera
La siguiente tentación
El jugador de cartas
Las nieves de Stalingrado
El hermano eternamente joven
El accidente
El amargo sabor de las preguntas
Una caja de herramientas, un delincuente, un oso de peluche
De vuelta en casa
Décima parte. La ladrona de libros
El fin del mundo (parte I)
El nonagésimo octavo día
El instigador de guerras
El estilo de las palabras
Confesiones
El librito negro de Ilsa Hermann
Los aviones con caja torácica
El fin del mundo (parte II)
Epílogo. El último color
La muerte y Liesel
Un bosque al atardecer
Max
La entrega
Agradecimientos
Biografía
Créditos
Para Elisabeth y Helmut Zusak,
con amor y admiración.
PRÓLOGO
Una montaña de escombros
Donde nuestra narradora se presenta a sí misma.
La muerte y tú
Primero los colores.
Luego los humanos.
Así es como acostumbro a ver las cosas.
O, al menos, así intento verlas.
UN PEQUEÑO DETALLE
Morirás.
Sinceramente, me esfuerzo por tratar el tema con tranquilidad, pero a casi todo el mundo le cuesta creerme, por más que yo proteste. Por favor, confía en mí. De verdad, puedo ser alegre. Amable, agradable, afable… Y eso sólo son las palabras que empiezan por «a». Pero no me pidas que sea simpática, la simpatía no va conmigo.
RESPUESTA AL DETALLE
ANTERIORMENTE MENCIONADO
¿Te preocupa?
Insisto: no tengas miedo.
Si algo me distingue es que soy justa.
Por supuesto, una introducción.
Un comienzo.
¿Qué habrá sido de mis modales?
Podría presentarme como es debido pero, la verdad, no es necesario. Pronto me conocerá