Carlos Bardem es mitad actor, mitad escritor. A veces, los seres híbridos están descompensados, pues la excelencia se concentra en una de sus partes y la otra se limita a parasitar al lado más fecundo. No es el caso de Bardem. Nacido en Madrid en 1963, su trayectoria cinematográfica le ha situado entre los mejores actores del cine español, pero su itinerario como escritor no ha sido menos fructífero. Autor de siete novelas, obtuvo la mención especial del jurado del Premio Nadal con su primera ficción narrativa, «Muertes ejemplares», y en 2019 publicó «Mongo blanco», una obra de gran calado sobre la esclavitud. Ahora (septiembre de 2023) ha publicado «Badaq» (Plaza & Janés), una novela histórica con elementos fantásticos que recrea la peripecia de un rinoceronte asiático en el Madrid de Felipe II. Basada en hechos reales, el objetivo de Bardem es combatir el revisionismo que intenta rebajar -o incluso justificar- el horror del imperialismo y la colonización. Sin embargo, hay un propósito más ambicioso en «Badaq»: comprender el mal, analizar sus motivaciones, exhumar sus raíces. Es el gran tema de la literatura de Bardem, fuertemente influida por la escritura intensa y atormentada de Dostoievski. Durante una hora y media, el escritor Rafael Narbona conversó con el autor sobre «Badaq», abordando cuestiones como el respeto a la naturaleza y a la diversidad cultural, la violencia sufrida por la mujer a lo largo de la historia, los problemas existenciales del ser humano, abrumado por su conciencia de finitud, y el papel testimonial de la creación literaria. El resultado no pudo ser más satisfactorio. Hombre comprometido y escritor de talento, Bardem esboza la posibilidad de un porvenir más justo y solidario, si nuestra especie es capaz de dominar sus impulsos más destructivos y aprende a convivir con la diferencia, renunciando a la estéril ambición de un mundo homogéneo.