Nacido en Tanzania con raíces árabes, Abdulrazak Gurnah (1948) se vio forzado a migrar a Gran Bretaña a los 18 años, cuando la revolución de Zanzíbar derrocó al gobierno del último sultán de su país y desató una oleada de violencia contra diferentes etnias. Desde entonces, su literatura se dirigió siempre al corazón del desarraigo y el trauma del exilio, latiendo en las sociedades multiculturales y el imperialismo, cara y cruz de la misma moneda. Profesor de literatura postcolonial en la Universidad de Kent hasta su jubilación, en 2021 el Premio Nobel de Literatura lo puso en el centro de la escena. A pesar de ser el primer africano negro en ganarlo en treinta años, a continuación él mismo minimiza el hecho («¿y cuántos ganadores recientes son chinos o japoneses?») y ofrece una mirada sobre su obra, evocadora y a la vez actual, erigida entre la memoria e la imaginación, con el recuerdo como motor y cerco, una reivindicación del poder catártico y empático de la literatura.