El cuerpo del delito (Doctora Kay Scarpetta 2)

Patricia Cornwell

Fragmento

Creditos

Título original: Body of Evidence

Traducción: Antonia Menini Pages

1.ª edición: diciembre, 2015

© 2015 by Patricia Cornwell

© Ediciones B, S. A., 2015

Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (España)

www.edicionesb.com

ISBN DIGITAL: 978-84-9069-315-5

Maquetación ebook: Caurina.com

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Dedicatoria

 

 

 

 

 

Para Ed, agente especial

y amigo especial

Contenido

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Portadilla

Créditos

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Prólogo

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13 de agosto

Key West

M. de mi vida:

Treinta días han transcurrido en mesuradas sombras de soleado color y cambios en la dirección del viento. Pienso demasiado y no sueño. Me paso casi todas las tardes en Louie’s, escribiendo en el porche y contemplando el mar. El agua es verde esmeralda sobre el mosaico de los bancos de arena y aguamarina en las zonas más profundas. El cielo parece infinito y las nubes son unas blancas vaharadas en perenne movimiento como el humo. Una brisa incesante borra los sonidos de los nadadores y de los veleros que amarran justo al otro lado del arrecife. El porche está cubierto y, cuando se desencadena una repentina tormenta, tal como suele ocurrir a última hora de la tarde, me quedo sentada junto a mi mesa, aspirando el perfume de la lluvia y viéndola alborotar el agua como cuando se frota un abrigo de piel en sentido contrario a la dirección del pelo. A veces, diluvia y luce el sol al mismo tiempo.

Nadie me molesta. Ahora ya formo parte de la familia que regenta el restaurante como Zulu, el negro labrador que chapotea en pos de los aros que le arrojan, y los gatos callejeros que se acercan en silencio y esperan educadamente que les echen algunas sobras. Los pupilos de cuatro patas de Louie’s comen mejor que cualquier ser humano. Es un consuelo ver al mundo tratar con amabilidad a sus criaturas. No puedo quejarme de mis días.

Las noches son lo que más temo.

Cuando mis pensamientos regresan subrepticiamente a los oscuros recovecos y tejen sus temibles telarañas, empiezo a vagar por las abarrotadas calles de la ciudad vieja, atraída por los bares como una mariposa por la luz. Walt y PJ han refinado mis hábitos nocturnos hasta convertirlos en un arte. Walt regresa primero a la pensión porque su neg

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