¿Sabéis cuándo al acabar un libro todo vuestro mundo se ha puesto patas arriba? Pues eso, tal cual, es lo que me ha pasado a mí con El nido de la araña. Había leído anteriormente otro libro de la autora, Cuídate de mí, que me gustó mucho y con este segundo definitivamente María Frisa ha terminado de conquistarme. La historia engancha, te atrapa, te envuelve, como la tela de una araña, sí, y cuando la acabas la paranoia que te ha creado en la cabeza dura y dura, horas, días. Es tremenda. Está dividida en cuatro partes, un prólogo, dos partes centrales diferenciadas una de otra y un epílogo. El prólogo ya en sí mismo te pone los pelos de punta y te incita a querer saber más. La primera parte es algo más lenta, presentación de personajes, exposición de hechos y demás, pero se agradece la forma de narrar los hechos y pensamientos de nuestra protagonista principal, Katy. Esta primera parte está narrada en primera persona por lo que la única versión de lo que está pasando es la de la propia Katy y debemos, o no, fiarnos de lo que ella nos va contando. La segunda parte es un giro de 180º a todo lo que sabíamos hasta ahora , de pronto todo gira y pasamos de ser los protagonistas a ser meros espectadores de una trama policial absorbente que, por momentos, coge velocidad de crucero y nos va llevando sin aliento hasta la resolución final. Esta segunda parte está narrada en tercera persona, es como si un narrador cualquiera hubiese cogido la batuta de la historia y quisiera hacernos ver las cosas desde el prisma de la verdad más absoluta. Y aquí es donde empezamos a despejar dudas e incógnitas que se nos han ido acumulando durante toda la primera parte, a crear otras nuevas y, lo mejor de todo, empiezan a caerse caretas de todos y cada uno de los personajes. Os prometo que ha habido cosas que he visto venir, pero otras han sido de las de ¡¿perdona?!. La historia, en esta segunda parte, se da la vuelta como un calcetín y es genial ver como todo va cobrando sentido, como la investigación se va liando más y más por momentos y como la autora juega con nosotros constantemente. Esto último lo hace durante todo el libro, en realidad y de una manera tan inteligente que es para quitarse el sombrero ante ella. El epílogo es corto, como una postdata. Y, como es habitual en los libros de la autora, te deja con la sensación de inquietud, de que alguien ahí fuera nos vigila y con escalofríos. Y con ganas de más, de mucho más. Un dato curioso es que, para los que hayáis leído el anterior thriller de la autora del que os hablo anteriormente, Cuídate de mí, en este os vais a reencontrar con personajes ya conocidos y a mí particularmente este detalle me encanta porque es como encontrarte con amigos a los que hace tiempo que no ves y mola, mola mucho. Esto no quita que las historias sean completamente independientes la una de la otra y que se puede leer los libros en el orden que queráis. Pero, oye, siempre es mejor empezar por el primero para que el reencuentro sea más especial. Poco más que deciros que no os haya dicho ya. Que si no habéis leído nada antes de la autora le deis una oportunidad. No os va a defraudar. Es un libro con un ritmo pausado al principio, pero con una velocidad de vértigo de la mitad hacía adelante. Una historia inteligente con personajes de ficción, pero que por desgracia podría ser perfectamente una historia real. Se lee rápido gracias a sus capítulos cortos y a que la historia atrapa, atrapa mucho. La autora os va a llevar con habilidad por donde quiere, tejiendo una tela de araña alrededor que hará que la historia nos atrape y no podamos soltarla hasta el final. Muy recomendado.
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