Casi todo lo que tienes que saber (tú) (Colección BlackBirds)

Iago de la Campa

Fragmento

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PRÓLOGO

He de reconocer que, si hace unos meses me hubieran dicho que iba a escribir algo que saliera más allá de mis notas del móvil, me habría parecido tan improbable como que algún día me toque la lotería sin ni siquiera jugarla. Pero creo que puede ser tan difícil como bonito.

Me gustaría que las personas que estéis leyendo esto podáis llegar a haceros una idea de lo que son Iago y Paula por separado. Pero son mucho más cuando están juntos, cuando se miran y se sonríen, o cuando simplemente saben que están cerca el uno del otro.

Llevo días pensando que la vida es muy caprichosa, afortunadamente, y que de algún modo ella quería que se juntaran. Le daba igual cómo y cuándo, pero sabía que lo que ellos dos pueden hacer juntos no nos lo podíamos perder el resto de habitantes de este planeta. Iago y Paula hacen magia y consiguen que los que estamos a su alrededor brillemos más que nunca.

Iago es una persona tierna y sensible. Le gusta la compañía, y a la vez también evadirse, ser él mismo sin nadie más y disfrutar de lo que está pasando. Os puedo contar que le da igual cómo vayan a salir las cosas, que las disfruta y las vive como si fuera el último día de su vida, o que nunca he visto a nadie mirar como lo hace él. Lo dice todo así, sin necesitar nada más, y, por suerte, hace que todos seamos capaces de ver el mundo de ese modo. Es de ese tipo de personas a quienes les gusta hacer feliz a la gente, que lo hacen como hobby, como quien colecciona gomas de borrar (guiño, guiño).

Paula significa «pequeña» y, sí, es muy pequeña, pero demasiado grande a la vez. Creo que conozco a Pauli más que a mí misma. Si me apuráis, puedo contar de memoria cada una de sus manías, lo que podría comer cada día del resto de su vida, su color favorito, el país que nunca se cansaría de visitar, el viaje que ha marcado su vida, las cosas cotidianas que la hacen feliz y muchos de los sueños que ni ella sabe que le quedan por cumplir. He visto cómo lucha por lo que quiere y cómo lo que desea con mucha fuerza siempre se cumple. Cómo le pasan las cosas más bonitas y surrealistas del mundo, cómo es capaz de ir a por algo en lo que solo ella cree, y cómo defiende lo que es suyo como una leona. Paula se fija en lo que no es capaz de ver la gente, lo que no se enseña ni se aprende. Cree en el destino, que todo pasa por algo y que la vida siempre pone todo en su lugar. A veces tiene razón, aunque tardaré mucho tiempo en volver a reconocérselo. Pauli quiere mucho y quiere bien, que es lo que más necesitamos los que estamos a su lado.

Después de haberme escuchado las listas de Casi todo lo que tienes que saber (tú) mil cuatrocientas veces, he llegado a la conclusión de que este libro es más ellos de lo que ni yo ni nadie podamos explicar, así que disfrutadlo, es la mejor manera de entenderlo(s).

Para mí, este libro no es solo un libro, es él y son ellos, plasmados en unas páginas que van a hacer feliz a mucha más gente de la que lleguemos a imaginar.

Ah, y, chicos, que creo que os quiero un poco, pero solo un poco, nada más.

ELISA DURÁN

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NI SE TE OCURRA

(DANI FLACO)

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Va bien, va mal, no va. Estoy teniendo demasiados días iguales, demasiadas risas por costumbre, demasiado salir de la cama por inercia y no por ganas. Ya no me lleno con nada, ya no sé quedarme con nada, ya se me está haciendo demasiado pesado tanto «ya», tanto no saber estar. Pero yo elegí no sentir, que no doliera más. Porque la quise demasiado, y me caí de verdad. Me caí en la tristeza de las noches a solas, de entretenerme demasiado conmigo para olvidarla, de haberlo dado todo y que no hubiera sido suficiente. No sabemos cómo se va a querer hasta que queremos. Quisimos como pudimos, como nos dejamos, pero no nos dejamos llevar. No pasa nada, volverá a escuchar Ni se te ocurra, de Dani Flaco, entenderá de verdad que se acabó. Yo espero que no vuelva, aunque esa canción de Quique ya no duela.

Me jode de verdad que tuve todo lo que siempre quise, y aun así no pude ser feliz. Tengo miedo de quedarme sin proyectos para mañana, de quedarme sin ilusión, porque necesito metas que me muevan, que me hagan dar todos los pasitos que pueda cuando tengo los pies de plomo. Y para ello lo primero es no asumir las culpas de los demás y centrarme en mí. ¿Qué espero de mí? ¿Qué quiero para mí? Igual debería preguntármelo más a menudo, igual debería empezar a dejar atrás las tontas preguntas nocturnas que me quitan el sueño sin solucionar nada y hacer las preguntas buenas, aunque duelan. ¿Qué he hecho mal? ¿Qué puedo hacer mejor? Y no es autoculparme, no es ahondar en la llaga, es saber que mañana, por cojones, tiene que ir mejor y, si no va mejor, trabajar y trabajar en ello.

No puede ser tan difícil disfrutar el presente, no puede ser tan difícil que salga bien de verdad. Voy a darlo todo por mí, pero no lo voy a dar todo por alguien hasta que me demuestre que se puede ser feliz disfrutando de la incertidumbre del mañana. Que me haga pensar menos por las noches, que me haga darle vueltas por el día, que no me haga sentir culpable por quererlo todo.

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CREO EN TI

(ANA TIJOUX)

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