Leo y Robert 00:00. Libro 3 (Leo y Robert 3)

Reginah George

Fragmento

leo_y_robert_00_00-5

Prólogo

(PARTE I - LEO)

12 de enero de 2019

De: leo.walden@gomail.com

A: robert.real@gomail.com

Asunto: (Sin asunto)

Robert, ¿qué ha ocurrido?

Cada vez que marco tu número, tu teléfono comunica. A veces me mantengo lo suficiente en espera hasta que salta el contestador, la voz robótica de una mujer que siempre me repite lo mismo e insiste en que te grabe un mensaje, que ahora mismo no te encuentras disponible. Eso me pone triste, porque realmente lo único que quiero es hablar contigo. Estoy convencido de que no habrás escuchado ninguno de los que te he dejado estos días.

Por tanto, ahora me pregunto: ¿leerás este en algún momento?

No lo sé, pero tenía que intentarlo.

¿Por qué actúas así? ¿Por qué no quieres hablar conmigo? No sé si es a lo que te has acostumbrado con el tiempo, a aislarte en ti mismo cuando surge un problema que no sabes cómo resolver, pero te recuerdo que esto nos ha ocurrido a los dos. Yo estoy tan sorprendido como tú, aunque quizás un poco menos.

Porque sé quién fue. Sé quién envió ese correo a toda la maldita empresa con aquella fotografía, y puedo intuir la razón por la cual hizo algo así. Pero tú no me has dado ninguna oportunidad para explicártelo, para buscar una solución. Los dos juntos.

Los palacios cerrados son aquellos que solo albergan historias tristes, y veo que tú has decidido acomodarte en el tuyo.

Leo.

16 de enero de 2019

De: leo.walden@gomail.com

A: robert.real@gomail.com

Asunto: (Sin asunto)

Hola, otra vez:

Aún no sé del todo cómo, pero ayer logré salir de mi habitación, coger el metro e ir a verte a casa. Y aunque una parte de mí podía esperárselo, admito que me decepcionó no encontrarte allí.

Tenía que hablar contigo de algo importante. Algo para lo que, antes de tomar una decisión, me habría gustado escuchar qué tenías que decir al respecto. Ágata, tu vecina, me lo explicó todo. Dijo que te vio salir al rellano con Óscar y una maleta bastante grande. Fue un poco desagradable conmigo, y lo cierto es que nunca antes había tenido una conversación con alguien a través de una mirilla.

Leo.

20 de enero de 2019

De: leo.walden@gomail.com

A: robert.real@gomail.com

Asunto: (Sin asunto)

Hola, Robert:

Esta es la última vez que me molesto en escribirte. Y si lo hago es porque estoy convencido de que me sentiré más tranquilo después. Será como lanzar un mensaje en una botella, solo que no me quedaré en la orilla a comprobar hasta dónde llega.

Me marcho a Inglaterra. He sido admitido en el programa que te comenté y tengo que empezar a hacer las maletas porque el avión sale en menos de 48 horas. Te daría más detalles, porque por fin algo ha conseguido emocionarme (a pesar de esta sombra que ahora parece acompañarme a todas partes), pero no creo que estés demasiado interesado en ellos.

Son seis meses, de momento. O un poco más, quién sabe. Si por mí fuera ahora mismo, no volvería a pisar Madrid. Esta ciudad parece haberme consumido con los años, y ahora mismo odio cada rincón. Quizás Londres me trate con más cuidado.

Solo quería decirte una última cosa. Y es que, a pesar de cómo ha acabado todo, que el tiempo haya querido cruzarnos una vez más ha sido algo que me ha encantado vivir contigo.

La frase es de Linderman, ya lo sabes.

Cuídate.

Leo.

leo_y_robert_00_00-6

Prólogo

(PARTE II - ROBERT)

8 de marzo de 2019

Bienvenido a tu ordenador personal, Roberto.

Tienes dieciséis actualizaciones pendientes de instalar.

Has abierto la aplicación de Música.

Reproduciendo en bucle Red, álbum de Taylor Swift

Has abierto la aplicación GoMail

De: robert.real@gomail.com

A: robert.real@gomail.com

Asunto: (Sin asunto)

Hola, Leo:

¿Qué tal estás?

Sé que esta pregunta podría hacerte pensar que lo hago por compromiso.

No es así, realmente me gustaría saberlo.

Lo primero que tendría que hacer en este mensaje es disculparme contigo, y créeme que es con lo que quiero empezar. Lo siento. Siento mucho todo lo que ocurrió.

¿Por qué actué así? Me encantaría poder explicártelo, pero sabes que es algo en lo que aún necesito trabajar. Expresar qué me ocurre a través de las palabras. Eso a ti se te da mejor, y me gustaría aprovechar para felicitarte por tu admisión. Nunca dudé de que acabarías lográndolo.

Sin embargo, sé que no servirá de nada. Sé que las palabras, como me dijiste tú, tienen un poder muy importante, pero ahora mismo tengo la sensación de que no surtirán ningún efecto, como si quisiera crear una melodía aporreando un piano antiguo.

¿Qué tal por Inglaterra? Has cambiado de número, ¿verdad? Te he intentado llamar, pero nadie me responde, ni siquiera esa mujer de voz robótica de la que me hablabas.

Allí las cosas deben ser diferentes, ¿no? En Barcelona también lo son, de alguna manera, pero no en el buen sentido. Cada día que me levanto en casa de mis padres me quedo mirando al techo de mi antigua habitación, y de repente me invade una sensación de culpa y vergüenza a partes iguales. Siento que he perdido todo por lo que siempre estuve peleando. Una batalla incansable que me impuse a mí mismo, en algún momento, y de la que nadie ha salido victorioso.

Si quieres algo cercano a una respuesta, creo que no estaba preparado para otro golpe así. Hace no tanto que me separé de la persona con la que llevaba muchos años compartiendo mi vida, una persona que solía ser un refugio y ahora se ha convertido en un jardín de espinas. Y justo cuando creía que estaba recuperando el control, tú apareciste de nuevo. Hiciste que el mar se embraveciera y removiste todos mis deseos.

Pero, pensándolo bien, no quería convertirte en un parche para poder curar mis heridas. Leo, no te mereces algo así, ni yo tampoco. Necesito tiempo, y espero que lo puedas entender.

He decidido volver a Madrid la semana que viene. A Óscar le va a costar despedirse de la playa, pero me han ofrecido un trabajo en… bueno, algo diferente a lo que he hecho siempre, pero no del todo. Yo tampoco quiero aburrirte con más detalles.

Te echo de menos. Cada día. Ojalá volvamos a encontrarnos, en otro lugar y momento. Eso sí que sería un auténtico milagro.

Realmente espero que Londres te trate mejor.

Cuídate.

Robert.

¿Quieres guardar el mensaje como borrador?

Has guardado el mensaje como borrador.

leo_y_robert_00_00-7

Doce meses más ta

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos