Una boda entre extraños (Vallerands 1)

Lisa Kleypas

Fragmento

Creditos

Título original: When Strangers Marry

Traducción: Albert Solé

1.ª edición: octubre 2005

© 1992, 2002 by Lisa Kleypass

© Ediciones B, S. A., 2012

Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona (España)

www.edicionesb.com

Depósito Legal: B.22788-2012

ISBN DIGITAL: 978-84-9019-261-0

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo públicos.

boda-1.xhtml

Una carta de Lisa Kleypas...

Querida lectora:

Hace casi una década, publiqué mi primera novela con Avon Books, Only in Your Arms [Sólo en tus brazos]. Desde entonces, la novela romántica ha cambiado —y yo también—, así que decidí darle un buen repaso y un nuevo título, Boda entre extraños. Tenía dos razones para cambiar el título. En primer lugar, quería que estuviese acorde con el nuevo espíritu del libro; en segundo lugar, el título original no le había parecido excesivamente memorable ni siquiera a mi propia madre.

En Boda entre extraños, lo pasé en grande redescubriendo la historia de Maximilien Vallerand y su prometida robada, Lysette. La promesa del amor de este hombre, apuesto pero misterioso, resultará irresistible para ella, pero Lysette no sabe cuál es el secreto que oculta Maximilien.

Espero que disfrutes visitando de nuevo a la familia Vallerand, o quizá conociéndola por primera vez. Y, como siempre, gracias por tu apoyo y estímulo, mientras huimos juntas al mágico mundo de las novelas románticas.

Con mis mejores deseos de amor y felicidad,

Lisa

Dedicatoria

 

 

 

 

 

A mi padre, Lloyd Kleypas.

Por creer siempre en mí,

y alentarme a que dé lo mejor de mí misma...

por ser alguien en quien siempre puedo

confiar y con el que puedo contar...

y por hacerme sentir fuerte

incluso cuando me estoy apoyando en ti.

Estoy tan orgullosa de ser tu hija.

Siempre con amor,

Contenido

Contenido

Portadilla

Créditos

Una carta de Lisa Kleypas

Dedicatoria

 

Prólogo

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

boda-1.xhtml

Prólogo

Natchez, 1805

El sonido de los puños golpeando la carne llenaba la habitación. Hecha un ovillo con los brazos sobre la cabeza, Lysette permanecía inmóvil mientras gritos ahogados brotaban de su garganta en carne viva. Su rebelión había sido aplastada hasta tal punto que lo único que quedaba de ella era la firme decisión de sobrevivir a la acometida de su padrastro.

Gaspard Medart era un hombre de escasa estatura pero constitución muy robusta y, fuerte como un toro, solía compensar con su vigor su falta de inteligencia. Cuando estuvo seguro de que Lysette no ofrecería más resistencia, se incorporó con un gruñido de furia y se limpió en el chaleco los puños ensangrentados.

Lysette tardó un minuto en darse cuenta de que Gaspard por fin había terminado. Apartó los brazos con cautela y ladeó la cabeza. Su padrastro se alzaba sobre ella con los puños todavía apretados. Lysette tragó saliva, sintiendo el sabor de la sangre, y logró erguirse hasta quedar sentada en el suelo.

—Bien, ahora ya conoces las consecuencias de desafiarme —masculló Gaspard—. Y a partir de ahora, cada vez que se te ocurra aunque sólo sea mirarme con impertinencia, te lo haré pagar muy caro. —Alzó un puño ante el rostro de Lysette—. ¿Lo has entendido?

—Oui. —Lysette cerró los ojos. «Que esto se haya terminado de una vez», pensó febrilmente. «Que esto se haya terminado de una vez...» Con tal que él se fuera, estaba dispuesta a no hacer ni decir nada.

Fue vagamente consciente del resoplido de desprecio que exhaló Gaspard mientras salía de la habitación. La cabeza le dio vueltas mientras se arrastraba hasta su cama y se incorporaba penosamente hasta quedar de pie. Se llevó una mano a la mandíbula magullada y la tocó con mucho cuidado. Un sabor salado le llenó la boca, y se apresuró a escupir. La puerta crujió y Lysette le dirigió una mirada llena de recelo, temiendo que su padrastro hubiera vuelto. Sin embargo, era su tía Delphine, quien había buscado refugio en otra habitación durante los peores momentos de la rab

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos