Segunda opinión

Radha Gopalan

Fragmento

Segunda opinión

Quién debería leer este libro y por qué

Este libro fue escrito para ayudarte a navegar por un mundo que suele ser complejo y confuso: el del cuidado de la salud, la medicina y sus interacciones humanas. Su objetivo es empoderarte en la permanente búsqueda de la salud y la lucha contra la enfermedad.

En él encontrarás la infraestructura contextual necesaria para entender el lugar que nosotros, los humanos —seres equipados con los cuerpos más asombrosos y resistentes a la adversidad—, ocupamos en el gran panorama del bienestar, la salud y su cuidado. El libro también incluye mis observaciones y experiencias de treinta años en el ámbito de la medicina como médico, paciente y ser humano.

Como sucede en todos los buenos libros, todo comienza con una historia.

Por qué se escribió este libro

Los treinta años que he trabajado en el campo de la medicina me han permitido ser testigo de tremendos avances. Los trasplantes de órganos les están ofreciendo a los pacientes una segunda oportunidad de vida; aparatos mecánicos como los corazones artificiales o los mecanismos que asisten a los corazones naturales, le han ayudado a la gente a vivir más tiempo y a disfrutar de una mejor calidad de vida. La tecnología, desde los aparatos más sofisticados para la producción de imágenes hasta el sistema robótico de cirugía da Vinci, ha establecido un nuevo nivel de normalidad para la manera en que evaluamos y abordamos la enfermedad. Las mejoras en las opciones de tratamientos para el cáncer están progresando a un paso acelerado, y la investigación sobre las células madre también avanza a pasos agigantados.

Podríamos decir que los avances médicos más significativos se han realizado en el campo de la cardiología, pero a pesar de todo, las enfermedades cardiacas siguen siendo la causa número uno de muerte en el mundo.

Hay algo que todavía no está bien del todo porque, a pesar de las terapias y de los tratamientos que les podemos ofrecer a los pacientes, ellos continúan batallando con la enfermedad y sus padecimientos. Los aspectos negativos de la carga que implica toda enfermedad siguen pesando mucho más que los resultados positivos que los pacientes obtienen. Tanto ellos como la gente sana siguen sintiéndose frustrados, infelices y confundidos en este enfrentamiento contra los problemas de salud y, sobre todo, no saben a quién pedirle respuestas, consejos y guía.

Este dilema me ha llevado a hacerme las mismas preguntas una y otra vez: “En este intento por lograr nuestros objetivos respecto al mejoramiento de la salud, la calidad de vida y la longevidad, ¿nos estamos enfocando en los aspectos equivocados de nuestra salud y de los recursos para el bienestar?”, y si ése es el caso: “¿Qué es lo que no estamos viendo…?”.

Éstas son algunas observaciones que he hecho a lo largo de estos años y que, en mi opinión, todos los pacientes como tú y como yo necesitamos tomar en cuenta y enfrentar de manera consciente y empoderada:

  • La medicina occidental por sí sola, no mejoraba la salud de nadie.

  • La medicina oriental por sí sola, no mejoraba la salud de nadie.

  • Los pacientes eran quienes provocaban sus propios estados de salud y de enfermedad.

  • La enfermedad no empezaba a nivel físico sino a uno más profundo, pero se manifestaba físicamente.

  • Los pacientes no tenían control sobre su cuidado cuando se enfermaban o cuando eran hospitalizados.

  • El mejor tratamiento para el paciente no coincidía con los intereses del sistema colectivo del cuidado de la salud.

  • Los pacientes continuaban regresando para atenderse de las mismas enfermedades a pesar de que ya estaban recibiendo el mejor tratamiento posible.

  • Los médicos no curaban a los pacientes… los pacientes lo hacían por sí mismos.

  • Cuando a los pacientes se les terminaba la fuerza para actuar, perdían la vida.

En este juego hay solamente tres jugadores: los pacientes, los médicos y la infraestructura del sistema a través del cual se provee el cuidado. Los médicos y el sistema del cuidado de la salud trabajan arduamente para mejorar sus resultados. Los pacientes, por otra parte, sólo dependen “del sistema” para cuidar su salud. ¿No crees que llegó la hora de que los pacientes y la gente sana a la que le interesa conservar su salud y su bienestar asuman el poder?

Quién debería leer este libro

Este libro fue escrito para gente sana, pero también para quienes libran una batalla contra la enfermedad y el malestar. Digamos que es una guía para quienes no están enfermos y quieren mantener su buena salud.

Durante las últimas tres décadas he visto tres grupos de personas en el ámbito de la salud, la enfermedad y la medicina. El primer grupo lo conforman quienes están sanos y quieren mantener ese estatus de una forma proactiva. El segundo grupo es el de las personas que están enfermas pero reciben, hasta cierto punto, la ayuda de la medicina occidental. Este grupo continúa luchando y no aprovecha al máximo todos los recursos que tiene a su disposición para mejorar su calidad de vida en el aspecto físico y mental. El tercer grupo está formado por gente enferma a la que la medicina occidental no le ha podido ofrecer una terapia suficientemente vigorosa.

Este libro fue escrito para ti, independientemente de si te encuentras entre quienes de manera proactiva hacen de la salud una prioridad en su vida o si perteneces al grupo de quienes están librando la batalla de su vida contra el cáncer o una enfermedad cardiaca. Mi intención es concientizar a los lectores sobre la multitud de opciones que tenemos los humanos para abordar la salud, el bienestar y la enfermedad, y empoderarlos para que puedan tomar decisiones bien informadas en su vida.

Por qué deberías leer este libro

Las escuelas no nos enseñan gran cosa respecto a la salud ni la enfermedad. Tampoco recibimos mucha información en casa; ni de nuestros padres ni de nuestros abuelos —quienes han enfrentado desafíos de salud o luchado contra padecimientos— porque a ellos tampoco les enseñaron nada al respecto. Los médicos tampoco nos educan sobre el tema de la salud y la enfermedad, solamente nos dicen qué hacer y, normalmente, no lo hacen sino hasta que nos enfrentamos al malestar.

Podría decirse que aprendemos a navegar en el mar de la salud y la enfermedad sobre la marcha, cuando ya vamos avanzando sin una comprensión adecuada del panorama general y sólo… esperamos que las cosas salgan bien. Las experiencias que se comparten en este libro como segundas opiniones te ayudarán a armar una infraestructura desde la que podrás asumir exitosamente el control de tu propia salud.

Este libro no es una receta médica; no fue escrito específicamente para los médicos occidentales ni para los orientales. Fue escrito para ti, para esa persona interesada en asumir el control de su propia salud para vivir una vida plena, saludable y feliz.

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