
La saga de «La ovejita que vino a cenar»
Las librerías están llenas de sagas infantiles que, además de entretener, como todo buen libro, enseñan valores que determinarán el comportamiento de nuestros hijos ante diferentes situaciones.
Hoy Alejandra Melús nos descubre cuál es una de sus sagas favoritas.

Hace ya más de quince años que Steve Smallman publicó el primer libro de esta exitosa saga, La ovejita que vino a cenar, un cuento que está repleto de valores.
Cuando leemos el título ya nos llama la atención, y al ver su portada, con el lobo relamiéndose, obtenemos una primera impresión, que quizá vaya cambiando según avancemos en la lectura de sus páginas.
Pero antes de comenzar a hacer un análisis de los cuatro cuentos que componen esta saga, me gustaría comentaros sus títulos:
- La ovejita que vino a cenar
- Los lobos que vinieron a cenar
- El cocodrilo que vino a cenar
- El tigre que vino a cenar
Te recomendamos
Los lobos que vinieron a cenar (La...
El tigre que vino a cenar (La ovejita...
La ovejita que vino a cenar (La...
Los valores
Si por algo se caracterizan los cuatro cuentos es por la cantidad de valores que se pueden adquirir con su lectura.
Podemos observar que cada uno de ellos tiene algunos más enfatizados que otros, pero todos siguen una misma línea en cuanto a la moraleja que reflejan y el aprendizaje que ofrecen a quienes los leen.
- Amistad. El valor de la amistad queda totalmente reflejado en sus páginas. No importa la especie, el color, el tamaño o la necesidad de cada uno. Si la amistad está presente, estará por encima de cualquier otro sentir.
- Respeto. Se puede observar como este valor es fundamental en los relatos. Además es fantástico que un cuento nos explique y dé ejemplo de cómo respetar a los demás aun sin tener los mismos gustos ni siendo iguales o teniendo necesidades diferentes.
- Bondad. Hacer el bien por los demás y por nosotros mismos nos hace sentir bien, plenos, y nos proporciona paz.
- Diversidad. En estos cuatro cuentos y en sus historias podemos observar la gran diversidad de especies animales, sus necesidades, diferencias y modo de actuar. Cada uno es distinto, lo que enriquece la historia y hace que todos empaticemos a la hora de leer sus páginas. Cada uno de nosotros nos sentiremos reflejados en el papel de alguno de sus personajes y a su vez comprenderemos el modo de actuar de los demás.
- Empatía. Este valor cada vez está más latente en nuestra sociedad. Es imprescindible educar a nuestros niños y niñas en la empatía, enseñándoles a ponerse en la piel del otro, con sus necesidades, sus circunstancias, su sentir… Para aprender a ser empático debemos saber ponernos en los zapatos del otro, pensando como él o ella lo hace, y no como nosotros lo haríamos. Esa es la verdadera empatía.
- Generosidad. Se trata de aprender a compartir lo que tenemos por poco que sea, a disfrutar haciéndolo, comprendiendo que lo que se comparte se disfruta doblemente. Es un valor que debemos adquirir desde la primera infancia. Quizá los más pequeños no lo comprendan y no debemos obligarles a ello, pero sí tenemos que seguir sembrando el mensaje para que acabe calando.
- Curiosidad. Que los niños y las niñas sean curiosos es algo que jamás deben perder. La curiosidad hace que tengamos ilusión, que busquemos nuevas metas, que sigamos creciendo en el entusiasmo. En estas páginas podemos ver la infinita curiosidad de los personajes.
- Romper con los estereotipos. Este valor debe estar más presente que nunca, ya que hoy en día debería ser un auténtico mantra. Si algo tienen estos cuentos es que rompen totalmente con los estereotipos establecidos. Ni la ovejita es como uno se imagina, ni el lobo es como normalmente creemos que es un lobo, ni el cocodrilo es como habíamos imaginado, ni el tigre como parecía que iba a ser. Esto hace que abramos la mirada y la mente y comprendamos que las primeras impresiones son solo eso, impresiones. Y que hay que darle una oportunidad a todo el mundo sin juzgarle por su apariencia, su condición, su físico o su especie animal.
Además, la lectura de estos cuentos invita a:
- Ser reflexivo, aprender a pensar, crear una idea de lo que leemos, aprendiendo a tener nuestra propia opinión.
- Mejorar la atención, ya que seguir la historia favorece la atención sostenida y el contacto ocular.
- Potenciar la memoria, porque, según vamos leyendo, debemos ir recordando la historia anterior y cada cuento sigue el hilo del anterior.
- Aprender a reflexionar sobre nuestras prioridades, debido a que los cuentos hablan de valores esenciales. Quizá no necesitemos tanto como creíamos y lo verdaderamente importante no es tanto lo que tenemos sino con quién lo disfrutamos o lo compartimos. El sentimiento de plenitud es mayor cuando estamos con quienes nos hacen sentir bien, sin importar lo que hacemos, cómo lo hacemos o a dónde vamos.
- Descubrir nuevas palabras, pues la cantidad de vocabulario que proporcionan los cuatro cuentos es enorme y muy atractivo para niños y niñas desde 2-3 años. Además, los cuentos de animales son siempre un acierto entre los pequeños. Gracias a estos cuentos podemos mejorar el lenguaje expresivo y el comprensivo, además del lenguaje verbal y no verbal.
Los libros de la saga

Rompe con los estereotipos. Refleja cómo la necesidad de proteger a un ser mullidito y suave como es la oveja se ve antepuesto a los sentimientos e instintos más primitivos y mamíferos del lobo.

Los lobos que vinieron a cenar
Sigue rompiendo los cánones establecidos y demuestra que los lobos pueden ser seres bondadosos. Es un cuento que habla sobre la extraña amistad entre el lobo y la ovejita y lo difícil que es que el mundo lo comprenda.
El valor de la empatía está muy presente.

Este cuento sigue la historia de los dos anteriores y aparece un nuevo personaje. Al encontrar un huevo, el lobo cree que podrá ser una gran cena, mientras que la ovejita piensa que será un bebé precioso.
La historia es maravillosa.

El cuarto cuento de esta saga cambia totalmente el planteamiento de los anteriores. Al haber leído las otras tres historias crees que va a tener un final, pero de repente este es totalmente diferente al esperado.
Una historia que destaca los valores de todos los cuentos de esta misma familia.
Sin duda, una saga imprescindible en cualquier biblioteca familiar, perfecta para todas las edades, con ilustraciones llamativas y muy coloridas, lenguaje sencillo y moralejas únicas y muy necesarias en nuestra sociedad actual.