
Vuelta al cole: cómo acompañar las emociones
¿Te suena eso de «el final del verano llegó y tú partirás»?
Nos hemos empeñado en convertir la llegada de septiembre en un acontecimiento triste, cuando en realidad es una perfecta oportunidad para arrancar con energías renovadas, empezar con buena letra y aprender un montón de cosas.
Sigue leyendo este post de Alejandra Melús y descubre algunos trucos para que tus hijos e hijas inicien el curso escolar sin miedos gracias al acompañamiento. ¡Vamos a por todas!

ALEJANDRA MELÚS
Experta en Atención Temprana y primera infancia
@melusalejandra
Septiembre, una oportunidad para crecer
Llega septiembre y el inicio escolar está a la vuelta de la esquina.
Para algunos peques puede ser la primera vez que acudan a la escuela infantil o inicien el colegio, y para otros quizá sea una vuelta a la rutina y ya estén más familiarizados con los hábitos y costumbres del curso. Pero, sea como sea, la mayoría de los niños y niñas llevan semanas sin acudir a la escuela infantil o al colegio y sus costumbres han variado respecto a las que normalmente mantienen durante el curso escolar.
Seguramente hayan podido disfrutar más de la familia y estar más con mamá, papá, los hermanos, los abuelos, los primos o los amigos de siempre, y ahora toca coger el ritmo y volver a la rutina, ya que sus horarios y sus planes durante el verano habrán sido muy diferentes a los que ahora deben retomar.
Probablemente habrá niños y niñas que se adapten en pocos días a la normalidad, pero también puede suceder todo lo contrario y que nos encontremos con un niño o una niña que necesita más tiempo para sentirse seguro ante este cambio, que no deja de ser algo nuevo y diferente para ellos, lo cual también es habitual y entra dentro de la normalidad.
¿Cómo podemos acompañar la separación del niño de sus adultos de referencia de una manera adecuada y exitosa?
• Anticiparle la nueva rutina unos días antes, explicándole que va a ir al cole, contándole cómo se llama su nuevo centro o su profe e incluso llevándolo a verlo, si es posible, para que se familiarice con él. Hay que valorar cada caso de manera individual, ya que, si nuestro hijo se agobia fácilmente, quizá no sea buena idea llevarle a ver el centro una semana antes de comenzar o estar hablándole del colegio continuamente. Tal vez necesite que relativicemos el proceso y no que estemos focalizados en el tema constantemente. Esto solo lo podemos saber nosotros, ya que conocemos mejor que nadie a nuestros hijos.
• Favorecer el tiempo compartido potenciando los juegos de interacción recíproca, dando seguridad a nuestro hijo en todo momento y mostrándonos disponibles y accesibles siempre que lo necesite. Si nos pide acompañarle en todo, le daremos seguridad y autonomía, pero estando presentes para que gane confianza y que, desde ese plano, pueda ir separándose de una manera segura y tranquila.
• Decir siempre la verdad. Si nos pregunta, daremos respuesta a sus dudas de una manera clara y sencilla, adaptándonos a su nivel de comprensión y siendo francos con sus miedos, cuestiones y temores.
• Despedirse es imprescindible. Esto es algo que debemos aprender desde que nuestros bebés nacen. Es esencial que nos despidamos de ellos cada vez que nos separamos. Puede que las despedidas no sean agradables para ninguno de los dos, pero es necesario que le expliquemos que nos vamos pero que volveremos, que comprenda que no desaparecemos cada vez que se distrae o que si está jugando podemos irnos porque no se da cuenta, sino que sea consciente de que siempre estamos ahí incondicionalmente, aunque no nos vea, porque volveremos seguro y por eso cuando nos vamos siempre se lo anunciamos.
• Comprender que hay momentos emocionales más sensibles para todos. Quizá si estamos transitando más cambios (la llegada de un hermano, dejar el pañal o el chupete, cambio de habitación…) puede resultar más complejo adaptarse a la rutina de inicio del curso. Es importante que abracemos las emociones que aparezcan y que comprendamos que no existen emociones buenas ni malas, sino que todas nos ayudan a crecer y a formarnos como seres humanos. Es esencial que acompañemos estas emociones desde la empatía, la calma y la tranquilidad, sabiendo que pasarán y que cómo las acompañemos nosotros será clave para que ellos aprendan a expresarlas, canalizarlas y vivirlas.
• Hacer equipo con el entorno del niño. Los profesores, el equipo del centro, su pediatra, la familia…, todos están en contacto con el niño y pueden ayudarnos a llevar adelante esta situación de una manera más calmada y adecuada. Si nos apoyamos en ellos, pedimos orientación o consejo y hablamos sobre lo que nos preocupa, seguramente puedan ser de gran ayuda en la crianza. Se trata de comprender que lo que estamos viviendo es parte natural del proceso de adaptación y que pasará.
• Tener una actitud positiva y comprender que todo pasa, dejándolo fluir, es clave. Debemos ser la base segura donde puedan cargar sus energías, dándole aquello que necesitan y buscando información y recursos adecuados para nuestras necesidades.
Un cuento para la vuelta al cole
Guía para pequeñas fieras
La noche antes de empezar el cole
Los cuentos: los grandes aliados frente al cambio
Los niños y las niñas empatizan mucho con los personajes de los títulos y estos les ofrecen herramientas y estrategias para su día a día. Son, por ello, un recurso excelente.
Aquí te dejo algunos de mis favoritos que pueden ayudarte:
• ¡No quiero ir al cole!, de Daniel López Ortega. Un cuento que nos habla del inicio del colegio desde la mirada de su protagonista, Julia, que está muy ilusionada por empezar el cole pero que, con los mensajes que los demás le van transmitiendo, comienza a sentir algunos miedos. Su autor, Daniel, cuenta que lo ha escrito para que se entienda que el inicio del cole es diferente para cada uno y que no hay dos iguales. Además, su final tan inesperado no deja a nadie indiferente.
• El hilo invisible, de Míriam Tirado. Este cuento habla sobre el vínculo afectivo y sobre la importancia de estar conectados emocionalmente aunque no lo estemos físicamente. También ofrece muchas herramientas para acompañar las emociones ante momentos de separación, como la vuelta al cole, un viaje o incluso el duelo ante la muerte.
• ¡Ir al cole es bestial!, de Philip Bunting. Se trata de un álbum ilustrado perfecto para niños y niñas a partir de 3-4 años para hablar sobre las emociones que se sienten ante la vuelta al cole: la ilusión, los nervios, el miedo, las ganas, la incertidumbre… Es un cuento muy completo.
• La noche antes de empezar el cole, de Marina Montero. Un cuento que trata sobre esas emociones que todos hemos sentido el día de antes de algo importante, algo nuevo, algo tan emocionante como ir al cole. Es un título maravilloso para acompañar este momento tan intenso y lleno de emociones para nuestros hijos e hijas.
• Pepo descubre la escuela, de Jonny Marx. Un cuento de cartón y solapas ideal para aquellos más pequeños que comienzan la escuela infantil, para niños y niñas de 0-3 años.
• La vaca que fue al cole, de Andy Cutbill. Esta nueva aventura de La vaca que puso un huevo no dejará indiferente a nadie. Cada vaca tiene sus habilidades y seguro que esta pequeña vaquita sabrá sacar partido a las suyas y destacar para ser distinta y especial entre todo el rebaño.
Más Populares
Más populares
Artículos relacionados
Productos relacionados
Un cuento para la vuelta al cole
Un cuento sobre los vínculos que nos unen
La noche antes de empezar el cole
Guía para pequeñas fieras
Guía para pequeñas fieras