Para luchar contra la ansiedad infantil es muy importante la educación emocional de los padres
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Para luchar contra la ansiedad infantil es muy importante la educación emocional de los padres

La ansiedad es uno de los grandes males que se han instaurado en nuestro día a día, pero aun así sigue siendo un estado emocional muy desconocido que, si no se le presta la atención suficiente y temprana, puede desencadenar otras patologías que afecten a la salud del niño. 

Sigue leyendo este post de Adrián Cordellat en el que entrevista a la psicóloga Bárbara Tovar y descubre por dónde atajar la ansiedad en los niños y niñas. 

ADRIÁN CORDELLAT

Periodista especializado en infancia y literatura infantil y juvenil


@acordellat

Conocida por su participación en el programa televisivo Hermano mayor, la psicóloga Bárbara Tovar ha dedicado gran parte de su carrera a la investigación sobre el funcionamiento de la mente humana y de las emociones. Fruto de ese amplio conocimiento, ahora acaba de publicar Mi mundo en calma (Montena), un álbum ilustrado por Cristina Picazo que es una completa guía de salud mental para compartir entre padres e hijos repleta de ejercicios prácticos con los que hacer frente en familia a uno de los grandes males de nuestro tiempo: la ansiedad. Un mal del que, como afirma la experta, ni siquiera los niños están a salvo. 

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«En los últimos años han aumentado mucho los casos de ansiedad en menores de diecisiete años. Hemos pasado de un 3,5 % de la población infantil a un 4,1 % en apenas una década. Y con la pandemia los casos se han disparado más aún si cabe», informa Tovar, que señala que deberíamos ver la ansiedad infantil con preocupación y poner el foco de atención sobre la misma, ya que, según los datos existentes, ocho de cada diez niños con sintomatología ansiosa «no son tratados, apoyados ni acompañados de ninguna manera». Y eso, claro, tiene un coste a medio y largo plazo: «Estos niños y niñas, al llegar a la adolescencia y a la vida adulta, tendrán muchas más probabilidades de tener otro tipo de problemas como fracaso escolar, baja autoestima, trastornos de conducta, abusos de sustancias, etc.». 

mi mundo en calmaQue los niños no sean tratados, apoyados y acompañados no es, en todo caso, una cuestión de dejadez de los padres. Como explica la psicóloga, en muchos casos lo que sucede, simplemente, es que padres y madres no son capaces de reconocer los síntomas de la ansiedad infantil, esos síntomas que, señala Tovar, deberían activar en nuestro interior la música inquietante de la banda sonora de Tiburón. Pero ¿cuáles son? «Hay muchos síntomas y cada niño es un mundo. Puede ocurrir que un menor presente síntomas reiterados de problemas físicos. Por ejemplo, un niño que se queja frecuentemente de dolor de tripa o de cabeza, que siempre tiene una excusa para intentar no ir al cole. La ansiedad también puede mostrarse en forma de preocupaciones constantes (por la muerte, por el coronavirus, por llegar tarde, etc.) que resultan hasta sorprendentes para la edad del menor. Podemos observar problemas con la autonomía (que de repente no se quieran quedar solos en su cama, ir a dormir a casa de un amigo o ir de campamento). Y podemos ver otros muchos síntomas como alteraciones del sueño, cambios en el apetito, mayor irritabilidad, incomunicación y silencio. Todas esas señales podrían alertarnos de que puede existir algo que está afectando emocionalmente al menor», enumera. 

También puede ser que los padres identifiquen los primeros síntomas, pero que no les den la importancia que realmente pueden llegar a tener. Craso error: «No todos los niños son diagnosticados de ansiedad, pero si detectamos primeros síntomas, libros como Mi mundo en calma pueden ser una herramienta para ponerles freno y manejarlos antes de que se disparen más allá». 

Para darles la importancia que tienen, Bárbara Tovar considera básica la educación emocional de los progenitores, una educación de la que generalmente la mayoría de la población no va precisamente sobrada. «Me encuentro en terapia con muchos padres y madres que no saben bien cómo abordar estos problemas. No hemos recibido formación al respecto, así que nos encontramos perdidos», afirma la psicóloga, que recomienda a padres y madres formarse e informarse en educación emocional para conocer estrategias y ejercicios como los que comparte en el libro, que pueden ser de gran ayuda para dar soporte a sus hijos a la hora de manejar sus propias emociones. 

Mi mundo en calma

Autoconocimiento para luchar contra la ansiedad

Autoconocimiento y ansiedad —igual que las demás emociones—están íntimamente relacionados. «Conocerse mejor es saber también cómo funciona cada emoción. Por tanto, cuando hay ansiedad podemos decir también que hay un pobre manejo de las emociones», argumenta Tovar, que recuerda que la ansiedad en sí no es una emoción negativa. Más bien todo lo contrario: la ansiedad nos protege y nos hace estar alerta en situaciones de amenaza. Cuando hablamos de ansiedad infantil, sin embargo, lo que ocurre es que niños y niñas sienten miedo y angustia ante situaciones normales y cotidianas donde realmente no existe una amenaza como tal que lo justifique: «Podríamos decir que la emoción se apodera de la calidad de vida del niño y si no tiene herramientas para afrontarla ni recursos se queda bloqueado y la bola de nieve se va haciendo cada vez más grande».

De ahí la importancia de la educación emocional y del autoconocimiento. «Cuando una persona se conoce mejor, esto le ayuda a entenderse en sus sentimientos y emociones sin bloquearse, sin asustarse y muchas veces también sin ocultarlo y sin taparlo. Y si esa persona se entiende a sí misma, sabrá dirigirse mejor y tomar mejores decisiones», afirma la experta, que lamenta que, en un mundo como el nuestro, muy orientado hacia el exterior, haya poco tiempo para ese necesario trabajo interior. «Para conocernos necesitamos escucharnos y hoy, muchas veces, vivimos demasiado rápido como para encontrar la calma y el tiempo que precisa escucharnos. Al final, para conocer a alguien tienes que escucharle, pasar tiempo observándole y desarrollar una fuerte empatía para comprenderle sin juzgarle. Nada de eso es habitual en nuestro día a día ni en el de nuestros hijos».

mi mundo en calma

Sostiene Bárbara Tovar que los niños y las niñas (y también los adultos) necesitan escucharse más. Y en un mundo que invita a lo contrario, la psicóloga destaca el papel de padres y madres para motivar y ayudar a los niños en la realización de actividades orientadas a su reflexión personal, a conectar con su mundo interior, con sus emociones. El libro Mi mundo en calma ha sido diseñado precisamente para ayudar en ese sentido. «Una de las mejores cosas que podemos hacer como padres es ayudar a nuestros hijos a tener materiales, actividades y oportunidades para poder hacer esa reflexión sobre sí mismos. Que podamos proponerles actividades orientadas a su propia reflexión y manejo emocional es un camino desde luego muy útil para incentivar ese autodescubrimiento», afirma la autora, que recuerda que al final de cada capítulo del libro, padres y madres encontrarán también sencillos consejos y pautas para enriquecer y ayudar a sus hijos a conocerse y gestionar mejor sus emociones.

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