Cartas a ninguna parte

Ane Santiago
Elena Pancorbo

Fragmento

cap-7

In(f)vierno

Puñado de huesos,

saco de llantos,

manos heladas.

Plexo de mariposas

o plantas carnívoras.

Dime de dónde sale el invierno.

Dime por qué sabes del infierno

si nadie

se ha atrevido a subir

para contarlo.

Manos

y corazón de mendigo,

manos

y corazón de feriante,

prometiendo dar

lo que no tienen

y pidiendo

su otra mitad.

Dime de dónde sale el invierno.

Dime por qué sabes del frío,

cuenta qué te hace temblar.

Corazón de jaula,

amor de candado,

boca de llave maestra

y sonrisa de pobre.

Piernas de fugitivo,

oídos de ciego

que escuchan

pero no dejan ver.

Mano de santo

sin remedio,

dime de dónde sale el invierno.

Dime si no era tan frío

que te acabó quemando

y ya no lo distingues.

Alma de guerrero,

cuerpo de mujer,

despecho del feo,

rencor de la mal querida,

amor de huérfana,

miedo de kamikaze,

y luego,

cariño,

dirán que tú eres fría.

Mi amor, dime lo que sabes del

in(f)vierno.

cap-8

Para N

Mi amor,

no he visto nada más injusto

que ver hablar al amor

el idioma del miedo.

cap-9

… y K

Te llevo

en la palma de mi mano

como el que esconde

un secreto que no pesa

y siempre busca.

Te juego

en cada esquina de la calle,

como si el mundo

fuese un casino

y tú

mi única moneda de cambio.

Todo al rojo

vivo.

Te busco en libros

donde pisan

los mismos suelos

sobre los que tú andas

para imaginarte.

Porque hay mil maneras

de estar con alguien,

pero estar contigo

las resume todas.

cap-11

1

Era yo quien tenía miedo a las alturas porque verte significaba caer.

cap-12

Podemos seguir así

Podemos seguir así, o podemos empezar a quitarles el corsé a las medias tintas. A escribirnos más de lo que nos decimos, a decirnos todo lo que nos callamos.

Podemos seguir así, o podemos empezar a esprintar aunque la vida sea una carrera de fondo. Podemos querernos y dejarnos para soltarnos y tocarlo. Podemos aprender a escalar.

Podemos seguir así, siendo un polvo de valor medio en el centro de la campana de Gauss, o podemos dejar que el viento nos lleve hacia la derecha. O dejar de ser opciones para convertirnos en excepciones.

Podemos seguir así, usando títulos nobiliarios con las personas equivocadas, o podemos asaltar el castillo a media noche. Proclamar la Tercera República, empezar la revolución. Celebrarlo en la cama del rey como golpe de estado.

Podemos seguir así, con la angustia comiéndonos por dentro esta noche, o podemos tener esta noche para comernos la angustia y ceder.

Podemos seguir así, poniendo cara de martes, queriendo con cara de perro, follando con alma de extraño. Leyendo con ojos ajenos, tocando pero sin manos. Volando sin viento y no libres, huyendo hacia los mismos brazos. Podemos seguir así, o podemos parar aquí.

Parar aquí y seguir juntos

pero en otro lado.

Y que todo lo que quede a medias

sea porque entre los dos lo completamos.

cap-12

cap-12

cap-13

Febrero

Para qué complicarme en metáforas

si me giro y te despierto al asomarme,

te veo sonreír

poniendo cara de lunes

y me pregunto por qué todo el mundo los odia

si en tu boca significan

que quedan cinco días para que sea fiesta,

pero que este año no me toca trabajar.

Me quedo a bailar entre tus hombros,

tus manos se duermen en mí,

te escucho hablarme,

te escribo en braille:

ojalá supieras

que cuando sueñas despierto

estás todavía más guapo.

Entonces cojo un folio,

y te (ex)cito textualmente:

la poesía nació

gracias a alguien como tú.

cap-14

Para G

Y me llené el pecho de vallas

por estar en ruinas,

lo abrí a visitas

los sábados noche,

pero nunca volví a dejar

que construyesen encima.

Y aquí sigo:

excavando en mis entrañas,

buscando la vida anterior.

A pico y pala contra el absurdo,

como pensar en lo que fue

como lo que es ahora.

Como querer lo que perdemos

por lo que nos queda.

Suscríbete para continuar leyendo y recibir nuestras novedades editoriales

¡Ya estás apuntado/a! Gracias.X

Añadido a tu lista de deseos