Soñando en la mar amarga (Flash Poesía)

Federico García Lorca

Fragmento

cap-1

AIRE DE NOCTURNO

1919

Tengo mucho miedo

De las hojas muertas,

Miedo de los prados

Llenos de rocío.

Yo voy a dormirme;

Si no me despiertas,

Dejaré a tu lado mi corazón frío.

¿Qué es eso que suena

Muy lejos?

Amor.

El viento en las vidrieras,

¡Amor mío!

Te puse collares

Con gemas de aurora.

¿Por qué me abandonas

En este camino?

Si te vas muy lejos

Mi pájaro llora

Y la verde viña

No dará su vino.

¿Qué es eso que suena

Muy lejos?

Amor.

El viento en las vidrieras,

¡Amor mío!

Tú no sabrás nunca,

Esfinge de nieve,

Lo mucho que yo

Te hubiera querido

Esas madrugadas

Cuando tanto llueve

Y en la rama seca

Se deshace el nido.

¿Qué es eso que suena

Muy lejos?

Amor.

El viento en las vidrieras,

¡Amor mío!

cap-2

CUATRO BALADAS AMARILLAS

A Claudio Guillén

I

En lo alto de aquel monte

hay un arbolito verde.

Pastor que vas,

pastor que vienes.

Olivares soñolientos

bajan al llano caliente.

Pastor que vas,

pastor que vienes.

Ni ovejas blancas ni perro

ni cayado ni amor tienes.

Pastor que vas.

Como una sombra de oro

en el trigal te disuelves.

Pastor que vienes.

II

La tierra estaba

amarilla.

Orillo, orillo,

pastorcillo.

Ni luna blanca

ni estrellas lucían.

Orillo, orillo,

pastorcillo.

Vendimiadora morena

corta el llanto de la viña.

Orillo, orillo,

pastorcillo.

III

Dos bueyes rojos

en el campo de oro.

Los bueyes tienen ritmo

de campanas antiguas

y ojos de pájaro.

Son para las mañanas

de niebla, y sin embargo

horadan la naranja

del aire, en el verano.

Viejos desde que nacen

no tienen amo

y recuerdan las alas

de sus costados.

Los bueyes

siempre van suspirando

por los campos de Ruth

en busca del vado,

del eterno vado,

borrachos de luceros

a rumiarse sus llantos.

Dos bueyes rojos

en el campo de oro.

IV

Sobre el cielo

de las margaritas ando.

Yo imagino esta tarde

que soy santo.

Me pusieron la luna

en las manos.

Yo la puse otra vez

en los espacios

y el Señor me premió

con la rosa y el halo.

Sobre el cielo

de las margaritas ando.

Y ahora voy

por este campo

a librar a las niñas

de galanes malos

y dar monedas de oro

a todos los muchachos.

Sobre el cielo

de las margaritas ando.

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