Anne Sexton (Massachussets, 1928-174) fue una de las voces norteamericanas más contundentes e íntimas del siglo pasado. Su literatura nació del dolor —de la necesidad de transferir al papel la angustia desesperada de una depresión posparto— pero abarcó mucho más que el tormento y la aflicción de quien persiguió durante años la muerte. Enmarcada dentro de la lírica confesional, Sexton fundió su sexualidad con el poema y recorrió con tinta el cuerpo de la mujer. Su desnudo, crudo e íntimo en lo físico y espiritual, fue clave en el camino hacia la legitimidad y valoración de la subjetividad femenina en la creación literaria. El aborto, la menstruación, el adulterio o masturbación son algunos de los temas tabús que supuran sus textos. En estos tres poemas, seleccionados por Luna Miguel e incluidos en el libro recopilatorio «Mi boca florece como un corte» (de la colección Poesía Portátil de Random House, año 2020), la Premio Pulitzer de poesía ahonda en la sexualidad femenina y escribe a una Sylvia Plath ya fallecida.