Herido diario (edición especial revisada con poemas inéditos)

Rayden

Fragmento

El diario de las veintiocho estaciones después

El diario de las veintiocho estaciones después

2015. En 2015 Cincuenta sombras de Grey se llevaba el Razzie a peor película. El gran Hotel Budapest, el Óscar a mejor banda sonora. Toni Cantó renunciaba a su acta de diputado y a ser candidato de UPyD a la presidencia de la Generalitat Valenciana, «tengo mis principios, por eso sé cómo son los finales», dijo él. Adele volvía a estar malita del corazón y sacaba su nuevo disco titulado 25. «Hello», dijo Esperanza Aguirre en las elecciones de Madrid a lo que Carmena respondió: «¿Yo? Yo me voy a ir por mis santos…». Miss Universo coronó a Miss Colombia durante dos minutos para, poco después, arrebatarle el título Miss Filipinas; «Pia» se llamaba, pero no dijo ni… La Ley Mordaza entraba en vigor. Ser del Barça solo traía alegrías. La Gosadera de Gente de Zona solo traía perreo. El dressgate causó una guerra civil por la foto de un vestido que no se sabía si era blanco y dorado o azul y negro mientras Leticia Sabater estrenaba himen.

En 2015 transcurrieron también las famosas tres leyes de la robótica del relato de Asimov y todo el argumento de Regreso al futuro 2. Mariano Rajoy fue golpeado por un chico de diecisiete años que le propinó un puñetazo, descubriéndose más tarde, que resultaba ser el hijo de la prima de la esposa. Melanie Griffith y Antonio Banderas rompían. Blur volvían. Yo sabía por primera vez de la existencia de la que hoy es mi pareja y en TINDER se activaba la función de rebobinado para volver a perfiles anteriores si los usuarios se habían equivocado.

Dosmilquince. Dicho todo junto parece que duele menos. Que lo superé fácil.

En ese año también salió mi primer poemario: Herido Diario; un libro donde estaban recapitulados mis primeros poemas enseñables, letras de algunas canciones y reflexiones varias inconfesables. Un libro escrito con la torpeza embrutecida inocente que se compensa con la verdad exultante. Tiros que no daban en la diana, pero acertaban en el muñeco. Poemas escritos con el ritmo del que tiene dotes de baile, pero aún le faltan un par de clases y está domando todavía el calzado.

Hay heridas que no quieres que cicatricen. No por quedarte instalado en la nostalgia sino por el milagro de la vivencia de las primeras veces. Al igual que los huesos que no sueldan rápido, las heridas abiertas a las que se les niega su cicatriz cambian su forma, mutan en otra cosa.

Yo regué una herida, una diaria y, veintiocho estaciones después, este es el resultado. Una revisión de un libro vivo con correcciones y capítulos nuevos.

Ojalá esta herida siga abierta en vuestras manos otros siete años más.

Carta a mi yo de ayer

Carta a mi yo de ayer

Me pregunto si me oyes todavía,

si queda algo de ti en mi lejanía.

Yo, que soy el fruto de

tus fallos y virtudes,

tus derrotas y victorias,

tus aciertos y manías,

la suma de tus noches y reproches,

de tus días,

la resta de tus gestas,

de tus idas y venidas.

Por si me contestas a preguntas con preguntas,

te diré que hay respuestas

que no serán respondidas.

Que sepas que la ira caduca, pero contamina,

que no hay camino,

sino estela de los que caminan sin quitamiedos,

que te podrás llevar el palo de tu vida

o llegar a donde nadie llegó ni en sus sueños.

Que no hay imposibles, solo improbables,

para que cobardes

no se atrevan, presos por el miedo.

No dejes que nadie te diga

que no hagas esto o aquello,

que no sirves ni que vales,

porque vales más que ellos.

No quieras compararte.

Nunca es demasiado tarde

para que alguien rectifique.

Que la gente ya no busca espejos donde mirarse,

solo malos ejemplos que los justifiquen.

Que la línea que más cuides sea

la de tu sonrisa y que sea

más curva cuanto más la cuides

y que todo el que te mire vea

que la vida se mide en los momentos

en los que te sientes vivo, así que vive.

Trata de decir siempre lo que sientes

y haz siempre lo que piensas realmente.

No digas todo lo que piensas,

pero piensa todo lo que dices.

Diferencia entre gente normal y la corriente,

que los amigos y amores vienen y van,

pero solo los verdaderos al final se quedan.

Que jamás cambies lo que más ames en la vida

por lo que en el momento deseas.

Se pasa y la vida es pasajera.

No prometas feliz, no respondas enfadado

ni decidas con el día gris.

Perdona rápido, agradece lento,

quiere de verdad contento

y nunca dejes que no te vean reír.

Duerme menos y sueña más:

sueña despierto y con ojos abiertos,

los sueños se hacen realidad.

Que las mejores cárceles no tienen vallas

y los peores ángeles no tienen alas,

pero saben volar.

Da y no des nada por supuesto.

Siempre se está a tiempo

de esbozar un perdón, lo siento.

Que perder es otra forma de ganar

y en este mundo superficial

lo que importa está a cubierto.

Que no hay dolor ni error que no enriquezca,

como la piedra con la que tropiezas y repites,

por eso pide que te quieran

cuando menos lo merezcas;

posiblemente sea cuando más lo necesites.

Que quien te quiere también daña,

porque hay miradas que lo dicen todo

y ojos que no dicen nada.

Que se coge antes al cojo,

ya que un mentiroso

también es un hombre de palabra.

Que la apariencia engaña,

y a veces la mayor sonrisa

esconde tras de sí una doble cara.

Que todo lo bueno y lo malo se acaba,

por eso disfruta como si no hubiera mañana.

A mi yo de ayer:

lo siento si no fui lo que quisiste ser.

Te juro que lo hice lo mejor que supe hacer.

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