No creo poder tocar el cielo con las manos

Safo

Fragmento

cap

 

Afrodita inmortal de trono cincelado,

hija de Zeus, urdidora de engaños, te ruego

no domeñes con ansias ni desasosiegos

mi corazón, señora;

mas ven aquí, si alguna vez antaño

oíste mis clamores desde lejos

y dejaste la casa de tu padre

para venir a verme

en tu carro de oro. Te traían del cielo

hermosos y veloces gorriones

aleteando espesamente hacia la tierra negra

a través del aire,

y llegaron deprisa. Tú, bienaventurada,

con una sonrisa en el rostro inmortal,

me preguntabas qué me había acontecido

y por qué te llamaba,

y qué quería tanto que ocurriera

con el corazón enloquecido. «¿A quién he de convencer

de que sea tu amante? ¿Quién, Safo,

quién te atormenta?

Si ahora huye, pronto te perseguirá;

si no acepta regalos, los dará;

si no te ama, pronto te amará,

aunque ella no quiera.»

Vuelve a verme, ahora como antes,

deshazme de cuidados, y cuanto mi corazón

desea que se cumpla, cúmplelo, y tú, diosa,

sé mi aliada.

cap-1

 

Baja a este templo santo, donde hay un bosque ameno

de manzanos, y hay también altares

que exhalan incienso;

y el agua fresca canta por las ramas

de los manzanos, y a todo el lugar

dan sombra los rosales, y al temblor de las hojas

viene el sueño;

y hay un prado que nutre a los caballos

lleno de flores, y las brisas

soplan suaves...

Ven tú aquí, Afrodita,

y vierte en copas de oro, con delicadeza,

el néctar que se sirve en las fiestas de los dioses.

cap-2

 

Diosa de Chipre, que te encuentre más amarga

y que no se enorgullezca Dórica y proclame

que por segunda vez ha vuelto a ella

lleno de deseo.

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