Primero de poeta

Patricia Benito

Fragmento

Primerodepoeta-14

pero no de ti


Y me enamoré, pero no de ti.

Me enamoré de lo que creí

que podíamos haber sido aquella noche.

De imaginar lo que podrías

hacerme sentir por las mañanas.

De perdernos bajo las sábanas de mi refugio.

De los susurros al acabar

de recorrer mi espalda, despacio,

con paradas estratégicas

para hacerme perder los nervios.

Y al llegar,

temblar.

Y es que contigo

no quiero perder la capacidad de temblar.

No quiero acostumbrarme

a tu ruta por mis lunares

como si fueras a hacerlo siempre.

O alguna vez.

Y me enamoré, pero no de ti.

Me enamoré de mis ganas de temblar.

De los mimos, las risas, los secretos…

De abrazarte por detrás

hasta que te duermas,

mientras le devuelvo

todos los besos a tu cuello.

De la paz de después.

Me enamoré de no poder dormir

sin tocarnos.

De despertarnos en mitad de la noche

para volver a la casilla de salida,

medio dormidos,

como en un parque de atracciones sin colas,

siempre quieres repetir.

De no contarte mis días malos

porque no quiero perder el tiempo.

De prepararme para una primera cita

en cada cena. En cada cerveza.

De mis ganas de helado contigo.

De subir, de bajar, de encontrarnos.

De no hablar en el sofá y no necesitarlo.

De los desayunos a las dos de la tarde

con libros y música.

Del «Ven más cerca».

De las siestas que siguen al aperitivo.

De la paz de después.

Y me enamoré, de ti.

De tus ganas de cambiar el mundo.

De mis ganas de escribir desde entonces,

aunque no sepa de estructuras

ni de dónde van las comas

ni el punto

ni el final.

De tu poesía a todas horas.

De no querer leerte

porque prefiero descubrirte

poco a poco.

De cómo me miraste.

De las ganas de más.

Y de toda esa mierda.

Pero recordé

que los besos no vienen

por mucho que los pidas.

O los quieras.

O los necesites.

Que mis ganas no sirven para los dos,

que hacen falta las tuyas.

Y esas no llegan.

Ni en coche ni en tren

ni en ciento cuarenta caracteres.

Que te sabes el camino,

y no has vuelto.

Primerodepoeta-15

a tres calles


No te la esperas y aparece.

Cuando tienes todos

tus siguientes pasos organizados

viene y te atrapa.

Y te tienes que dejar coger,

porque en estos ratos consiste la vida.

La puta vida.

Porque siempre vamos a toda hostia

a la siguiente casilla sin saber muy bien

quién nos metió en la cabeza

que teníamos que seguir tirando el dado constantemente.

No lo tiro más,

me quedo aquí.

En esta cafetería.

Tengo media mesa con sol,

música de los años cincuenta,

un libro

y voy por el segundo café.

Y llegó

la paz.

Aquí.

A dos calles, tu casa.

A una calle, mi hotel.

La misma distancia

a la que estábamos ayer.

La misma

que ninguno de los dos recorrió.

Esta ciudad que nunca descansa

ahora está adormilada

y me enamora así.

Primerodepoeta-16

difícil


Puede ser que te vea

y se me quiten las ganas

después de la primera media cerveza.

O que empiece a preferir

la verdura al chocolate.

O que aprenda a separar

la ropa de color de la demás.

O que deje de darme miedo freír un huevo.

Puede ser que el mundo

empiece a ser un poco más humano.

O que llegue a entender

por qué no sale la gente a las calles.

O por qué siguen votando lo que votan.

O por qué hay frentes en el fútbol.

Y fondos. Y tanto dinero.

O por qué siguen muriendo personas

por nacer en el lado pobre de un mar.

Puede ser que la gente

deje de mirarse el ombligo.

O que dejen de matarse

por cosas invisibles.

O que enseñemos a pensar y a sentir

en vez de a obedecer y a callar.

O que cambiemos los debos por los quieros

y los miedos por los puedos.

Puedo dejar de acordarme de ti

cuando me despierto de madrugada.

O puedo dejar de escribirte un mensaje

cada noche para luego borrarlo.

O puedes no querer todos tus lunes conmigo

si me dejas perderme en tu barriga.

O puedo dejar de poner mariposas

en todo lo que hago.

                                       Todo es posible,

                                       pero lo veo difícil.

Primerodepoeta-17

más que nunca


Te acabo de leer.

Sabía que no era una buena idea.

Pensaba que así

te sentiría más cerca

y las ganas de estar contigo

pasarían a ese punto de difícil retorno

en el que molestan.

En cambio, no ha sido así.

Estás lejos.

Más de lo que estabas esta mañana

cuando me desperté.

Estás a todas las cervezas del mundo.

Y es que me he dado cuenta

de que sabes más de la vida

que muchos de los que se creen dioses

por tener sus días llenos de cosas. Inútiles.

Estás consiguiendo mover el mundo

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